Tuesday, June 4, 2013

Catherine, la artista de los ojos mágicos.

Catherine Prescott es una retratista con ojo mágico, tan mágico que suele encontrar el lado oculto de la persona a quien va a retratar. Creo que nunca le pediría que me haga un retrato, sacaría al caballo, al elefante, al aguila, al otorongo, al delfín que se oculta dentro de mi. No sé cual de esos seres asomaría la cabeza para curiosear si alguna vez tuviera a la artista dispuesta a hacer su trabajo observándome para dar con el matiz exacto de mi rostro de ese momento.
Esta noche la tengo al frente y me mira con cierta curiosidad y gratitud. No me va a retratar, por cierto. Es la noche de su primera exposición de pinturas en la nueva galería de arte de Glen Cove, Nueva York. Le he lanzado algunas preguntas que ha contestado con paciencia y gentileza, sin importarle mi inglés con marcado acento hispano, que muchas veces cambia el significado de lo que dice. Quizás se sorprende al ver a un sudamericano metido en la pequeña sala, más aún tratando de indagar acerca de su trabajo.
Catherine Prescott tiene una mirada tierna, con su expresión parece decir que esta disfrutando el momento. Con su pincel ella busca, con su pincel ella encuentra. Le basta ese pequeño accesorio para hurgar un poquito en la vida de quien pasará a retratar, con su paleta de colores ella crea la atmósfera. Le basta su buen ojo, una que otra pregunta para -de pronto- dar con lo que busca. Su mirada descifra, da con ese algo, con ese algo que todos solo sabemos mostrar a quien ofrece una excelente posibilidad sin invadirnos. Ella, la artista, la pintora, se convierte en la transmisora de lo que ahora queremos contar.
Cuando le pregunté al principio, Catherine tomó distancia, movió la cabeza un poquito hacía atrás, pensé que lo hacía como un acto de defensa inconsciente, luego esbozó una sonria y respondió: 'Cuando pinto trato de encontar esa imagen que muestra lo más profundo que todo ser humano tiene, lo que le ha tocado vivir, lo que guarda'.
¿Es usted entonces como el medio que tiene una persona para decir 'esta es mi cara, qué les parece'? Pregunté sin darme cuenta si me había expresado bien en mi nueva lengua. Entonces, Catherine dijo que le bastan pocas preguntas para dar con lo que busca, son como pequeñas claves que nunca le engañan. Alguna vez mientras pintaba a alguien le dije “cuéntame algo sobre tu madre” y en ese momento vi como ese rostro se hundía en la más profunda tristeza que para efectos de lograr un buen retrato, era lo que buscaba.
Pinto a quienes se han enfrentado con la desgracia, la incredulidad, la incertidumbre, dice con un orgullo que se desvanece tan rápido como una pompa de jabón. Con lo que dice no trata de trascender, cree que con su pintura tampoco, lo que busca es que los demás trasciendan, pierdan el miedo y digan 'soy quien soy'. Todos hemos pasado por una experiencia difícil. Uno puede ver eso en cada uno de sus cuadros. Como periodista busqué uno de los cuadros que para mi decía: “mira te diré que no sé lo que realmente quiero”. Me gustaba el contraste del bello día y el rostro de aquella mujer entristecida. Es una de mis hijas, me dijo la pintora. Pensé, Catherine logró un cuadro hermoso porque la conoce al detalle, la tuvo en su vientre, la alumbró, la cuidó y ahora la muestra orgullosa.
Para mi mirada de observador, el sol representa la felicidad de Catherine y quizás algo del dolor de madre al ver a su niña -ahora una mujer- un poco apesadumbrada, pero ahí estaba la madre para socorrerla, pintarla, embellecerla aún más. El cuadro tiene de todo, vida, sufrimiento, orgullo de madre, de artista y preguntas de hija que se deja llevar por el talento y el cuidado de su madre.
Le comento a Catherine mi apreciación: 'una pintura es también una forma de poner en la ventana lo que uno tiene, lo que yo diga quizás no sea la realidad global de lo que ocurre, pero es lo que percibo como observador. Un cuadro es como un poema y tiene muchas lecturas o interpretaciones, lo que te digo es lo que veo y siento'.
Catherine pintó también a su esposo, conocí al señor Prescott el día de la muestra inaugural en la galería que Fine Art tiene en el pueblo de Glen Cove. En el cuadro, Mr. Prescott se ve inmenso, suponía que lo era hasta que Flora, la directora, me lo presentó. No era tan alto, ella le llevaba casí 10 centímetros. En ese momento pensé, es como la artista ve a su esposo, inmenso, sin duda debe ser alguien en quien ella confía absolutamente. Para ella es el hombre más grande y así lo ha retratado.
Bueno, hasta hoy no he revelado claramente dónde se esconde la joya del trabajo de Catherine Prescott. Quizás lo he dicho entre líneas, aunque ella diga “es todo el conjunto”. Pienso que el secreto de su arte reside en la expresión de la mirada que todos sus personajes ofrecen en cada cuadro. No es por nada que se dice que 'la mirada es el reflejo del alma, la ventana por donde se entra al interior de una persona'. Pienso y se lo hice saber a la artista que el secreto de su trabajo reside en el detalle de los ojos, claro que no todos. Pues he visto el retrato que le hizo (a pedido, y es válido, los artistas tienen que alimentarse y alimentar a los suyos) a una autoridad universitaria donde la expresión que más se distingue esta en las manos que se apoyan no en un báculo, en algo parecido. Los ojos no comunican mucho porque resultan algo impenetrables, la fuerza esta en esas manos que se apoyan en lo que significa el poder. 'Soy el que estas viendo', 'soy la autoridad', parece decir el rector universitario retratado en la pintura.
Fotografié tambien la pintura de un joven que me comunicó mucha tristeza. Con el torso desnudo mostraba sus brazos flagelados de tatuajes, su pecho no ostentaba nada. Detrás del joven se ve una bandera de los Estados Unidos y en sus hombros como una pequeña carga a Jim Morrison (el otrora líder y cantanteThe Doors fallecido muy joven). Aquí es donde se observa el contraste de colores que hacen además de este cuadro y de la artista una persona que compone muy bien su trabajo. La mirada del joven retratado me decía que estaba sufriendo. Así es, después me enteré que el joven retratado había fallecido de un problema pulmonar, un mal congénito que lo habia predistando a un final temprano. Sin embargo, ahí está inmortalizado en la pintura de Catherine Prescott.

Pero no deseo terminar esta pequeña nota con algo triste, Mrs. Prescott tiene una gama artística muy variada, le encanta pintar naturaleza viva y muerta. Cuando hablo de naturaleza muerta hablo de las pinturas pequeñas donde Mrs. Prescott ha inmortaliuzado aves muertas y eso da cuenta de su preocupación. Ella nos esta diciendo: 'Cuidado, estamos acabando con nuestro medio ambiente y son las aves las que han comenzado a fallecer'. Pero ella apuesta a un futuro mejor, con sus paisajes que dan cuenta de un porvenir floreciente, poblados de árboles esplendorosos, verdes todos, en un día soleado de primavera.

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