Tuesday, June 26, 2012

Haikus y la orfebrería de logralos.



The fire is alive
These insects are dancing
bewitched at night.

Este es el primer haiku que he escrito en inglés. Y cuánto me ha costado. Me costó porque el inglés no es mi lengua nativa y porque una cosa es separar las sílabas en español y otra en inglés. Ni los propios neoyorkinos a quienes consulté me pudieron dar una respuesta segura. Utilizando mis pequeños conocimientos gramaticales en español hice lo que hice. Además, venía tratando de escribir un haiku en mi lengua y no lo estaba logrando, no me sonaban bien. No me decían nada.
Observen como padecí. Todo empezó así.

¿Se aviva la hoguera?
No, las luciérnagas
andan lanzando(me) guiños.

Si vamos a seguir el patrón de los haikus de siete sílabas, cinco y cinco más, me excedí. Claro que podía cortar 'lanzándome' y dejarla en lanzando y el asunto mejoraba, pero la música... no le sentía el ritmo. Lo intenté una vez más.

La hoguera se aviva
coquetas bailan
las luciérnagas

La palabra 'coquetas' no me parecía poética, así que cambié la misma por 'alegres' y se cumplía el requisito del haiku tradicional.

La hoguera se aviva
alegres bailan
las luciérnagas.

No me convenció una vez más el sonido que hacía este breve intento cuando lo leí en voz alta. Seguí intentándolo.

El fuego danza
se despiertan de noche
las luciérnagas.

En poesía me decian 'evita los lugares comunes' y eso de las luciérnagas despiertas de noche me parecían una redundancia, estaba abusando del lugar común.
Venía escuchando música de Bossa Nova. Antonio Carlos Jobim le había puesto melodia a los poemas de Vinicius de Moraes. La música y el poco portugués que sé me sugirió un haiku.

El pan de agua dulce
los brazos abiertos
Bossa Nova en Río.

El haiku hacía mencion a Río, al Cristo redentor y a la vida alegre en Brasil, salió fácil. Sin embargo, en mi cabeza seguían dando vueltas las luciérnagas.

La hoguera se aviva
ebrias bailan jazz
las luciérnagas

Como verán cambié Bossa Nova por jazz, porque jazz se acomodaba a los requisitos del haiku, además, me ofrecía sólo una silaba. El jazz también me venía acompañando mientras trabajaba en mis escritos. McCoy Tyner y su album “Guitars' me había dejado un buen sabor a vino en el paladar. Quizás por eso pensé en la hoguera, la música, la ebriedad, la noche. Su improvisación instrumental me había hechizado. Jugué con la palabra y escribí.

El fuego se aviva/ los insectos bailan/ hechizados de noche.

Lo escribi en español y sonaba bien. No estaba convencido, no estaba satisfecho del todo. Bewitched era una palabra que me gustaba, me recordaba a Quevedo y a Carlos Fuentes y quería rendirle un homenaje a ambos, en especial al mexicano quien habia fallecido hace poco. Pensé, 'Ya estarán juntos en algún lugar, hablando precisamente de esa frase, que bien la tradujo Fuentes al inglés “Nothing astonishes me, because the world has bewichted me”
Yo seguía hechizado por las luciérnagas. Vaya, pero no sabía decir luciérnaga en inglés. Lo había leído en algún lado, pero la poco practica había hecho que me olvidara el vocablo. Consulté a un diccionario y decía 'Glow worms'. No me sonaba igual a lo que recordaba, la palabra que conocí era más simpática. Fui a la biblioteca a devolver un libro de haikus en inglés, el mismo que había estado leyendo para ver si me robaba alguna idea, cuando Amy, una buena amiga en el lugar, me pregunto si me gustaban los haikus.
Respondi de manera afirmativa.
-Estas escribiendo haikus en inglés?
-No- respondí. -En español.
No es fácil para mi escribir poemas en inglés, supongo que tampoco lo es para la mayoría de personas que hablan otras lenguas y lo intentan en inglés. El lenguaje tiene raíces que se comunican desde lo más recóndito y es difícil casi siempre sopesar eso al momento de escribir.
Fue entonces que me atreví a preguntar
-How do you say insects with ligths in English?
Amy sonrió
-Firefly. Fue la respuesta inmediata. Con Fire, firefly, dancing, bewitched, nigth se veía venir algo bueno. Quizás algo similar a lo que experimento Van Gogh al pintar su 'Noche estrellada'. Hice mi traducción inmediata. Lamentablemente Firefly no se prestaba a lo que deseaba comunicar. La palabra me encantaba pues juntaba dos palabras en español, las resumía de manera genial. Fire = fuego / Fly = mosca o insecto. En inglés hay algunas palabras que se dicen de manera poética, como en quechua, la lengua de mis antepasados incas.
Huayrahuma es una palabra quechua que agrupa dos palabras. Huayra = viento / Huma = cabeza. Aquí hay una metáfora y no se traduce como cabeza al viento. La traducción correcta es 'olvidadizo'.
Así como HUMASAPA significa cabezón. Huma= cabeza / Sapa = grande.
Bueno, para no aburrirlos, el lenguaje es metafórico y firefly es sin duda una metáfora. Aunque no se prestó para mi haiku. Además, debo decir que el cansancio tomó estancia en mi cuerpo y en mi mente y no seguí intentando hacer algo más con la palabra. Dejé que los insectos de fuego volaran y me quedé con lo que escribí.
The fire is alive/ these insects are dancing/ bewitched at nigth.
Las luciérnagas me recordaban el campo, lejos de la ciudad y su bullicio, la calma, las estrellas, el universo y sí andaba leyendo poesía oriental, algo de esa filosofía tenía que cobrar vida en mi. Los humanos somos seres espirituales que hoy vivimos la experiencia de vida como tal. Con nuestro cuerpo que pesa. Sin duda en uno u otro momento hemos quedado hechizados para poder subsistir. ¿No será lo mismo que hacen las luciérnagas al despertar y verse envueltas en el manto nocturno sin poder mirarse a los ojos? ¿Será por eso que han adaptado un foquito provisional a su ser que les permita emitar señales de vida?... Será?.

Thursday, June 14, 2012

Haikus. Gemas que brillan con palabras.


Los haikus son poemas breves de tres versos con palabras cambiantes de siete y cinco sílabas respectivamente. Pese a ser tan cortos y simples, los haikus albergan algo profundo e intenso que bastan para comenzar o terminar un día. Y si digo que son simples, no crean que exagero. Sólo son contados quienes logran alcanzar esa cima. Con un haiku uno se siente un sediento satisfecho, un hambriento lleno o un náufrago feliz, por decirles algo.
Con un haiku de pronto el agua quieta se vuelve tormenta o la paz se arrebata y todo porque sigue los mandados de la filosofia oriental, que encuentra en lo pequeño lo grande o en lo que esta oscuro lo claro y prístino. Hay muchos que ponen atención en lo cotidiano que para muchos pasa desapercibido, pero que al ser revelado cobra una notoriedad tan sorprendente que nos ubica en la vida que nos esta tocando vivir.

Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo (Basho)


Los japoneses fueron los maestros de esta gema literaria. Muchos, después y ahora, los han imitado en todas las latitudes del mundo, algunos han logrado algo, otros lo han intentado y es lo que vale. Soy como uno de los últimos y, creánme, sino he alcanzado a los primeros, me he divertido y he disfrutado en el camino andado.
He dado en llamar a mis haikus: 'mis pugnas en el silencio'. No sé sí he logrado arrancar al silencio un haiku que se pueda mostrar. Si lo he logrado, silente, debo agradecerle a mi pugna.

Viene el silencio
afinando ambos oídos
Oí. Golpeaba con tino.

Quiero recordar que soy un simple mortal que jamás se acercará la figura de Basho, quien anduvo en este mundo allá por entre los años 1644 – 1694.
Basho nació en Ueno, provincia de Iga, a más de treinta kilómetros al suroeste de Kyoto, la primera capital del imperio japonés y aún la casa de la familia imperial.
Basho fue el tercer hijo de un samurai. Junto a sus seis hermanos quedó huérfano a los 12 años y pasó a formar parte del feudo de Yoshitada quien tenía la costumbre aristocrática de escribir poemas, Cuando el señor feudal murió Basho tenía 22 años. Retirándose del servicio le correspondían algunas concubinas, pero él estaba fascinado en otro tipo de amor. En Kyoto estudió poesía china, además fue un estudioso del Zen y practicó la meditación. Era un hombre que creía de manera ferviente que la poesía se puede enseñar. Sus alumnos le regalaron un banano que es de donde proviene su nombre. Hasta hoy, Basho es considerado el maestro de los poetas en la versión del haiku. Al final de su vida, apenas vivió 49 años, Basho escribió.

En las noche de otoño
no pienses en la vida
Eso ya no importa.

Creo que su amor al silencio sigue influenciando a muchos. Soy uno de ellos. Allá, mientras caminaba meditativo en Japón, Basho escribió:

Hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio.

Hace algunos años que intento escribir estos poemas breves. Recuerdo que uno de mis haikus, permítanme llamarlos así, esta publicado en mi poemario, y dice:

Sediento en la estepa
el viento acaricia
tus hojas de encanto.

Interesado en el budismo he ido comprendiendo -de a pocos- que hay tres cosas que debemos aprender, diría mejor, memorizar y tenerlo siempre a la mano. Primero, tenemos que acepar que la vida es una paradoja y que no debemos gastar el tiempo tratando de entender todo lo que ocurre. Segundo, hay que reírnos de nosotros mismos, eso nos permite ganar una fuerza increíble, y, por último, todo en la vida cambia, nada permanece para siempre. Sufriremos al no alcanzar algo y sí alcanzamos algo sufriremos de nuevo, porque no será eterno. En ese sentido se me ocurrió escribir este haiku.

El amor se va
porque cojeando estaba
ya volverá mañana

Siguiendo con mi intento, algunas noches se me ha dado por jugar con las palabras y por allí han aparecido algunos poemitas que bien podrían llamerse haikus.

Claridad del día
aún te sigo evocando
acariciable luna

¿Qué hacen las piedras
que de ser tan lamidas
andan saladas? Ola. Mar.

No lo recuerdo
pero de algún lado
corre el viento.

La nieve lo ha olvidado
el viento refresca
caliente anda el verano

Arden mis ojos
cuando arriba tus alas
se agitan traviesas

Tatuaste tu piel
encadenaste recuerdos
de un plumazo, bórralo ya.

La cascabel desnuda
yace interrogante
¿serpenteará el camino?

Ríe soñadora
nada sin sombras
Más tarde iremos al río.

El centauro a galope
va rumbo a tus sueños
Llevo las riendas.

Final del sueño
rugiendo voy perdido
Ya desperté mis alas

Con los haikus uno puede jugar, lo sé por lo que pasaré a mostrarles.

Cielo nublado
necesito una cámara
listo gato huye//
¿Dónde las ubico?
personaje / escenario
soy director sin fin//
Viene la lluvia
¿alguien tiene un paraguas?
ve y afila tus colmillos//
¿Dónde anda el director?
Buscando historias mudas
que digan algo.//