Don't tell, show that. Siempre que
participé en los talleres de Literatura, tratando de escribir cuentos
escuché: “no digas, muestra eso” Al principio me llenaba de
desilusión y preguntaba ¿cuál es la diferencia en este caso?. Dame
un ejemplo. Creánme, sentía que el oficio que estaba intentando no
iba conmigo y algunas veces pensé dejarlo, porque creía que no
tenía talento, pero como soy terco y he ganado cierta paciencia,
insistí y aun sigo insistiendo. Ninguno de los escritores con
quienes realicé mis practicas literarias me dijo “asi es como se
muestra”. Ninguno, cuesta decirlo.
Descubrí el asunto de mostrar en lugar
de decir, leyendo. No de un día para otro, claro esta. Fue a
sorbitos. Metido en el mundo de una novela, leyendo por el mero
placer de la historia que me relataban, no me percataba del asunto.
Me mostraban y no era consciente total del asunto. Hasta que llegó a
mis manos la última novela de Kent Follett, El invierno del mundo,
entonces pude ver con nitidez el asunto de 'mostrar' del que tanto se
habla.
Ustedes saben que la novela del inglés
aborda el tema de la Segunda Guerra mundial y en la historia están
involucrados varios personajes, un inglés y su familia, una
estadounidense y su mundo, un ruso en la época de Stalin, una
familia alemana contraria a Hitler y la experiencia inicial del
ascenso del fascismo en España, con Franco. Todos en algún momento
van interactuando y eso se nos muestra en el trabajo de Follett. Si
desean ahondar más en el tema, les sugiero leer la novela, pero
antes sigan estos consejos.
En la página 443 de la novela de cerca
de mil páginas, Follett cuenta y muestra cómo los alemanes se van
involcrando en los dictados de Adolf Hitler. En la novela no se nos
muestra al cabecilla nazi, se muestra a la gente que se involucra
queriendo u odiando las ideas del austríaco. Quienes abrazan el
fascismo alemán tienen sus razones y en la novela las vemos. La
novela dice que quienes cayeron en las fauces de la dictadura, apoyándola, fueron débiles y quienes cayeron dañados en las fauces
de la dictadura hitleriana fueron guerreros. Guerreros que se oponían
al mismo porque apelaban a la inteligencia, la sensatez, la bondad y
la compasión humana. Al verlos devorados por el nazismo descubrimos
en ellos su hidalguía, su coraje, su fuerza.
Para no seguir con la chachara y entrar
en materia, aunque quiero decirles que estamos ya inmersos en ella,
titularé el topico que deseo abordar como 'la muerte de los
discapacitados'. En Alemania de 1940, Hitler ordenó que se ejecutara
a todos los seres humanos que tenían cierta discapacidad, y la orden
se cumplió. Se ejecuto entonces a cientos de seres humanos que
tenían Sindrome de Down, problemas cerebrales y mal formaciones de
espina dorsal. Se ejecutó a todos ellos porque demandaban mucho
gasto, a decir de los nazis. Pero en el fondo seguían el concepto de
su líder, quien se ufanaba diciendo que los alemanes eran la mejor
raza y no tenían a nadie que exhibiera lo contrario.
En la novela nos enfrentamos al tema y
hay que mostrarlo. Todos sabemos, por detalles historicos, que la
crueldad nazi ocurrió, pero a afectos novelescos de mostar esto hay
que trabajar de otra forma. Trabajar dramáticamente, haciendo
evidente lo que ocurrió. Cómo. Iremos a eso.
Primero, Follet muestra a la sirvienta
de la familia alemana, con un hijo desválido. La sirvienta y Karla,
la joven de la familia contraria a las politicas de Hitler, van a un
hospital donde un médico nazi les dice que trasladarán al pequeño
a otro hospital para someterlo a un mejor tratamiento. De que
tratamiento habla doctor? ¿Cómo sera eso?, pregunta Karla, la
protagonista de este episodio. El médico se muestra reticente a
hablar de los detalles. (Siempre los médicos parecen como tratando
de esconder el elixer y no lo quieren dar a conocer por temor de que
les quiten el protagonismo, algo así como algunos escritores que no
desean 'mostrar' como hay que hacer aquello que deseamos mostrar).
Segundo, estando en casa, los alemanes
hablan de un chico minusválido conocido, llevado también al
hospital quien resulta muerto a causa de una 'apendictis'. De pronto,
el padre, quien esta revisando la correspondencia, da cuenta que la
sirvienta tiene una carta. Se conoce entonces que también su hijo
resulto muerto y de 'apendicitis'. Vaya coincidencia. Algo no
funciona bien, el pequeño ya no tenía apéndice cuando fue llevado
al hospital, pues se la habian extirpado algunas anos atrás. Las dos
familias sacudidas por la repentina muerte de dos chicos se reunen y
se sorprenden de no hallar respuesta por parte de las autoridades del
hospital.
Tres, los chicos de las dos familias
-Karla y Werner- deciden empezar a indagar a fondo lo ocurrido y
mientras tanto, se enamoran. Son chicos fuertes y con grandes
convicciones y pareciera que el destino está jugando a su favor
para juntarlos. Aquí podremos observar que hay un trabajo
meticuloso, bien pensado por parte del escritor. Follett tiene
experiencia en esto, no es por nada, ya ha escrito muchas novelas de
largo aliento.
Cuatro, para empezar a armar lo que no
se ensambla bien, hay que tocar puertas, más aún si no tenemos como
llegar más arriba. Entonces se van a pedir la ayuda de un pastor,
quien decide participar en la solución del problema. Con una cuantas
preguntas bien hechas y sin las respuestas obvias esperadas, el
pastor descubre que los nazis están matando a los chicos desválidos.
Pero falta la prueba a exhibir, sin el cuerpo del delito, no hay
nada.
Cinco, las fuerzas contrarias también
se mueven. Aquí es donde aparece el policía malvado, el nazi que
siendo nadie se ha logrado encumbrar gracias a actuar sin pensar,
como lo que se necesita en estos casos de tiranía. Este esbirro
aleccionado de lo que ocurre al otro lado de la orilla, va a la
iglesia e intimida y golpea al pastor y su familia y va también a la
casa de Karla y detiene al padre. Se pretende asi callar a quienes
investigan.
Seis. Werner decide trabajar con los
'enemigos rusos'. Aquí interviene Volodia un agente de Moscú que
con maña y paciencia capitaliza la desesperanza y el dolor del joven
alemán. Werner es un joven oficial de Alemania que trabaja en una
oficina importante de la Aviación Nazi. Confirmame algo, le dice el
ruso.
Siete, en la hisrtoria se da cuenta de
los resultados del trabajo del policia malvado. En la reunión
dominical de la iglesia, el pastor ya no es el mismo y la familia no
ha concurrido a la ceremonia religiosa. El pastor se nota
desmoralizado, sus sermones no son los de siempre. No hay necesidad
de preguntar nada. Se muestra todo eso. En la casa de Karla, su padre
ha vuelto severamente maltratado. Mientras ella va en busca del
médico, a su regreso, encuentra a su padre sin vida.
Ocho, el agente secreto ruso, Volodia,
se encuentra con Werner. Este último le entrega algo que ha pedido
el primero. Los rusos, con Stalin a la cabeza creían que los
alemanes no iban a mover ninguna pieza en su contra, aunque tenían
sospechas que los iban a invadir, desoyendo el pacto previo que
habian suscrito Hitler y Stalin. Se confirma en el documento
entregado que los nazis invadirán a los rusos en una fecha cambiada.
Nueve, Karla quien es una mujer
acostumbrada a hacer de tripas corazón (típica de las heroinas de
cualquier novela) decide seguir investigando. Junto a Frieda, la
hermana de Werner, van al hospital donde están ocurriendo los
exterminios de desválidos y de chicos judios. En el lugar viven toda
una odisea y descubren, gracias a la ayuda de una enfermera, toda la
verdad. La enfermera del hospital, sintiéndose culpable, decide
colaborar con ellas.
Diez. Volodia regresa a Rusia, justo
cuando los alemanes han comenzado a golpear en su territorio y
amenazan Moscú. Stalin esta devastado y muestra su cobardia, ha sido
herido en su ego, no es el sabio que aparenta ser ante sus
coterráneos, pues Hitler ha sido más astuto. Todos los dictadores
son cobardes, más si sabemos reconocer en ellos sus debilidades.
Moscú esta de cabeza. Follett hace historia mostrando como las
personas comunes se enfrentan a los generales que sólo buscan
defender sus intereses y a sus queridas.
Once, Karla va a la Iglesia Católica y
decide contar lo que ocurre a un cura. El prelado parece tener cierta
arrogancia, pero al encabezar una misa muestra que es en realidad un
valiente, pues decide abordar el tema de la matanza durante su
sermón. El sermón hace eco en otras iglesias y frena las
atrocidades de los nazis.
Doce, el policía malvado vuelve a
escena, detiene al sacerdote que da el campanazo y trata de
arrancarle su confesión bajo tortura. El sacerdote es consciente de
su función en la tierra, pues al responder decide asumir el riesgo
solo confesando que un ángel le llevó todas las noticias que él ha
denunciado. Al último momento, con evidente toque dramático de
novela, Follet trata de frenar al policía usando un artificio
literario sútil. El jefe del esbirro, le dice a este malvado que se
ha ordenado a todos que paren lo que están haciendo. Sin embargo, el
mal policía finaliza su labor de la que parece gozar. Es un cobarde
pues no cambiará, ya ha caído en las garras de la maldad humana.
Tortura y mata al sacerdote.
Doce, Hitler cede al programa, se
conoce que el Aktion T4 queda sin efecto. Karla y Werner se
encuentran, ella lo rechaza porque piensa que es un cobarde, pero él
sigue el consejo del ruso, no delatarse diciendo que él también
está haciendo su lucha personal. Al final, Hitler se venga de
quienes no han guardado su secreto en el hospital y decide enviarlos
a la gélida Rusia, donde, sin duda, les espera la muerte. Así es
como actúan los sátrapas, con venganza.
Son alrededor de cien páginas que
Follett usa para 'mostrar' aquello que sabemos y tras leer lo que
ocurre en ese 'mundo', lo aceptamos. En ningún lugar notamos que el
escritor se impaciente por contar, más bien vemos como se frena,
creando la tensión necesaria. Nos aliamos con Werner y aceptamos que
se convierta en espía contra Alemania, pues su trabajo no es contra
su país, es contra el demonio que gobierna su patria. Volodia, el
agente ruso, será siempre el dubitativo, pues teniendo la
posibilidad de disparar contra Stalin, no lo hace y se acostumbrara a
vivir en medio de esa sociedad que de comunista no tiene nada, pues
en el fondo se parece a una dictadura nazi.
Al final notaremos que son las acciones
que toman los personajes los que los elevan de categoria en la
especie humana. El capitulo comienza con una Karla que poco a poco se
irá erigiendo como una lideresa, aprenderá a luchar contra la
adversidad y crecerá como mujer. Es lo que en la creación de
personajes literarios se conoce como 'evolucion del personaje'. Vemos
aquí claramente que su acción comenzó de manera negativa: asesinan
al pequeño de su sirvienta, pero al finalizar logra denunciar a los
malos y acabar con la insanía.
Como verán este es un capítulo que
sirve en el ejercicio de 'mostrar' algo desde el punto de vista
creativo. Basta encabezar el mismo con lo que deseemos 'mostrar',
entonces valiéndonos de los personajes, lo iremos exhibiendo, claro
que en el desarrollo del mismo hay trabajo, mucho trabajo que se
articula. Sin notarlo, ahora que finalizo este artículo notó que he
sudado, huelo a eso, pero ando contento, cumplí con mi deseo de
mostrar(me) algo que valdrá en mi trabajo futuro. Si tengo alguna
duda volveré a leer el capítulo y avanzar. Hay un detalle que deja
de lado el escritor, pierde su buen estilo y sólo da cuenta de la
acción.
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