Harry Potter es uno de los libros más
vendidos a lo largo de la historia de la humanidad, sin embargo el
inicio de la saga no tuvo la magia deslumbrante que hoy todos
conocemos. Cuando la escritora inglesa J. K. Rowling envió su primer
manuscrito a las casas editoriales, estas la rechazaron aduciendo una
serie de inconvenientes. Incluso la descortesía y el maltrato fue
evidente. “Estamos en 1997, ¿usted no tiene una computadora?” Le
contestó un editor.
“Aquí no pagamos por palabra, que se
cree usted Charles Dickens? 709 páginas explicando personajes y
tramas a los chicos. Padres e hijos gastando tanto tiempo en un mismo
cuarto, eso va a ser una agonía”. “Estamos en una época
distinta. Señora, señorita, señor Rowling, aprecisamos su
aproximación a un tema tan oscuro. Simplemente le digo, su
manuscrito se va a parecer a un dinosaurio en la era tecnológica”.
Concluía.
No sé si el editor aún conserva su
puesto y no sé si los editores de Penguin y Harpers and Collins aún
trabajan en dichas casas editoras, porque las decisiones tomadas
fueron catastróficas. En las antes citadas grandes casas editoriales
también el rechazo fue la respuesta a la publicación del libro. Lo
que perdieron, ni se lo imaginaron. Esa descarga de un rayo en la
frente del pequeño mago y lo que hizo con su varita, de la mano de
la escritora, fue sorpendente. Algunos dicen que se han vendido más
de 400 millones de copias del libro en casi la totalidad de idiomas
en el mundo. Sin contar todas las industrias que se han sumado al
fenómeno Harry Potter. El libro ocupa el tercer lugar en la lista de libros más vendidos en el mundo, superado por la Biblia y por El libro rojo de Mao.
En esa lista de 10 libros más leídos
también esta 'Lo que el viento se llevo', la novela escrita por la
estadounidense Margaret Mitchell. Y como podrán intuir, la autora
también recibió el rechazo de las editoriales. Treinta y ocho
oportunidades le dijeron 'no' a la publicación de su historia y vaya
sorpresa, su primera edición vendió 30 millones de copias.
En los Estados Unidos, donde el libro
es tratado como un producto de venta, sorprende en muchos casos el
poco ojo y tino que tienen los editores. Algunos se creen los gurús
de la profesión y desde su asiento en un limbo extraño y sólo de
ellos sentencian -llevados por extranos sentires, pensares y
acciones- que 'esto es bueno o malo', cuando en realidad nadie sabe a
ciencia cierta qué es lo que atrae realmente a los lectores. *En el
caso de Harry Potter tal vez porque se trata de un huérfano que tiene
que enfrentarse al mundo. Los chicos creen ver en el mago a su yo personal abriéndose el camino en tal situación.
Volvamos a los rechazos, los editores y
los autores. La historia no es de ahora. Incluso Charles Dickens con
su novela “Grandes esperanzas' fue rechazado por los editores.
“Entendemos su deseo de ser detallista, pero sus descripciones me
ponen aburrido y algunas veces me hacen sentir cierta hostilidad”.
(Pareciera que ese era el sentir del editor en aquel momento. Llegó el manuscrito del libro y pagó las consecuencias de tal momento nada
grato).
'Mobydick', la gran novela
estadounidense que cuenta la historia del capitán Ahab persiguiendo a
la quimera y extraña ballena blanca, fue rechazada inicialmente. Paradojicamete, un editor le dijo: "Sr. Herman Melville, nosotros necesitamos un libro que ponga a la literatura americana en el mapa. Usted ha escrito una historia de una ballena aquí, pero nosotros no compraremos eso".
El nada visionario editor decía también: "Es Ahad real? El escupe sus motivos cuando el navío esta millas adentro del mar? Consideramos que usted debe reescribir su trabajo, haciendo que el viejo Moby se convierta en un tiburón. ¿Por qué no hace que Ismael sea un gendarme de la localidad tratando de mantener a la gente fuera del agua?" La carta existe, es de Enero 1851, hoy parece una burla.
El nada visionario editor decía también: "Es Ahad real? El escupe sus motivos cuando el navío esta millas adentro del mar? Consideramos que usted debe reescribir su trabajo, haciendo que el viejo Moby se convierta en un tiburón. ¿Por qué no hace que Ismael sea un gendarme de la localidad tratando de mantener a la gente fuera del agua?" La carta existe, es de Enero 1851, hoy parece una burla.
'Santuario', de William Faulkner
también recibió el 'no' respectivo e inicial. “Por Dios, no
podríamos publicar esto”. Fue la respuesta que feliz y
contradictoriamente no fue lapidaria.
Pero en la lista de libros
incomprendidos y pocos valorados inicialmente por algunos editores
están muchos y pueden sorpender.
'En busca del tiempo perdido', del
francés Marcel Proust recibió el rechazo de los editores, uno le
dijo que terminaría muerto con el cuello agarrotado después de leer
treinta páginas de lo mismo, describiendo qué es lo que hace un hombre que se va
a la cama y pretende dormir.
'Rebelión en la granja', de George
Orwell también recibió el 'no' de los falsos gurús, le dijeron que
'el público estadounidense no estaba interesado en una historia de
animales'.
Soy uno de los amantes del libro
titulado 'El árbol bondadoso', del estadounidense Shel Silverstein.
El libro se publicó en 1964, antes había recibido el rechazo de un
editor porque pensaba que no se leería pues esta escrito para
adultos y niños y en esa dicotomia, según el editor, no iba a
gustar. Craso error, es uno de los libros que muchos padres leen a sus hijos antes de ir a dormir.
Me encanta también 'Las banderas de
nuestros padres', del estadounidense James Bradley. La historia
cuenta la victoria estadounidense en la isla de Iwo Jima, cuando los
soldados lograron izar su bandera en una de las colinas de la isla,
que luego se la arrebataron a los japoneses. La novela recibió 22
cartas de rechazo. Bradley cuenta que los editores le dijeron que 'la
gente ya no estaba interesada en historias de la Segunda Guerra Mundial, además nadie iba a estar deseoso de leer una historia tan
desgarradora que arrancaba las lágrimas a los lectores'.
Es sorprende, dijo alguna vez el
escritor, 'la Segunda Guerra Mundial es uno de los mayores eventos en
la historia de la humanidad y aún tiene muchas historias que
contar'. Bradley sabía que su trabajo era bueno e insistió, se
publicó luego y fue un best seller. Steve Spielberg compró los
derechos del libro y Clint Eastwood la llevó a la pantalla.
Todos recordarán la historia de
'Jurassic Park', la misma que se exhibió en el cine bajo la
dirección de Spielberg. La novela fue escrita por el estadounidense
Michael Crichton y también fue rechazada por los editores.
El editor le decía a Crichton en 1989.
“Después de consultar a nuestro grupo de marketing, he decidido
enviarle una carta bonita de rechazo. La misma que usted puede
agregar a su colección, la que sin duda es bastante larga y variada.
El problema que veo en 'Jurassic Park' es que los dinosaurios tienen
músculo y pellejo. Nosostros no deseamos bestias monstruosas
corriendo tras la gente para comérsela. Usted se imagina todo el
alboroto que eso causaría, que nosotros una compañia respetable,
publicara un libro con tan revoltoso contenido?”
El editor señala que 'no desean un
problema con Costa Rica, mucho menos con los padres de los chicos que
podrían entrar en pánico con tal historia. El gobierno
centroamericano podría aducir cierta conspiración. Usted desea ser
responsable de una guerra? Nosotros no'.
Tiene su lado cómico la carta, sin duda. El editor continúa: “Su libro puede ser publicado personalmente y venderlo entre la familia y los amigos. El desarrollo de los personajes es bastante bueno. Ponga el mismo personaje en una historia verdadera acerca de esqueletos de fósiles y puede que nosotros hagamos un acuerdo negociable”. Concluye.
Tiene su lado cómico la carta, sin duda. El editor continúa: “Su libro puede ser publicado personalmente y venderlo entre la familia y los amigos. El desarrollo de los personajes es bastante bueno. Ponga el mismo personaje en una historia verdadera acerca de esqueletos de fósiles y puede que nosotros hagamos un acuerdo negociable”. Concluye.
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