Friday, February 8, 2013

Apuntes de un inmigrante.


Jack Martelli es mi ayudante, ayer llegó al trabajo en tono conciliador, había hecho un trabajo sin poner toda la atención y le pedí más cuidado. La cosa está difícil y tenemos que hacer las cosas ISO 9 mil, le dije bromeando. Reímos.
De pronto me lanzó una pregunta.
-What exactly mean Inmigration Reform? Seriously.
Hablar de una reforma de inmigración fue interesante para mí, sobre todo con Martelli, quien es un republicano a rabiar y detesta todo lo que hace el presidente Obama en cualquier campo. No está de acuerdo en que los ricos paguen más impuestos, por ejemplo. Según él, los ricos son los que generan trabajo y por qué cargarles más, que los dejen crear empleos, agrega. Y los pobres ¿no tienen derecho a ir por el mundo ofreciendo sus manos para trabajar? le pregunto. Se hace el que no me oye.
Le recuerdo que los ricos sólo defienden sus capitales, son así aqui, en Perú y la China, cuando no les interesa algo se van con sus dineros 'golondrinos' donde haya primavera, sólo para ellos. No tienen bandera. Un poco para picarlo le digo, incluso alimentaron a Hitler desde aquí durante aquellos terribles años.
No me gusta polemizar con Martelli, él tiene razón en todo. Es de aquellos que tienen 'experiencia' en la polémica de cosas increíblemente absurdas. A ese tipo de persona nunca le ganas, ni siguiera la persuades. Lo intenté. Martelli se cree rico, pero anda soñando con moverse a Carolina del Norte. Los impuestos que paga por vivir en Long Island son altos, puso a vender su casa y hasta hoy no encuentra un comprador. Defiende el uso de armas y no cree que una ley frene las matanzas que han ocurrido en esta parte del mundo. A sus cerca de 70 años dejó de fumar. No fumaba cigarrilos comunes, le encantaba los puros de Centroamerica y los cubanos. Es lo único bueno que tienen, solía decir sonriente.
Alguna vez le regalé un pequeño presente para su esposa y no lo recibió. Mi mujer nunca usará eso, me dijo. Gracias. Era un prendedor con motivos incas, muy artesanal y gracioso. Algunas otras personas lo recibieron con curiosidad y gratitud. El lo miró y vi cierto desprecio en su mirada. El suele ser así, hace gran honor de su apellido italiano, que al traducirlo significa martillo. Todo aquello que sea foráneo lo detesta, no hay nada como los productos estadounidenses. Sin embargo, maneja un auto Subaru. 'Son muy buenos' indica.
Algunas veces suele decir, hablando de inmigrantes, 'porque le tenemos que dar algo a esta gente'.
Bueno, tras su pregunta era una oportunidad para hablar del tema y me gustaba el asunto porque deseaba ver sí podía sumar un aliado en este caso, creía tener argumentos que podría usar para que Martelli se convirtiera en una voz que hablara con otros estadounidenses acerca de los inmigrantes de este país con una solución posible.
Empecé. 'Los estadounidenses creen que la Reforma de Inmigración tiene que ver con darle la ciudadania de los Estados Unidos a cerca de 12 millones de personas y eso no es así. Sencillamente obedece a darle un permiso de trabajo a todos aquellos que viven en este país por algunos años; eso significa que más adelante, muchos de ellos podrán acceder a una licencia de conducir y luego pasado algunos años a una residencia. Diez años más tarde, de acuerdo a sus buenos antecedentes, los que desearan podrían intentar la ciudadanía.
Me miró incrédulo con sus ojos azules.
-Esa gente tiene un IRS que les permite pagar impuestos, esa gente esta pagando impuestos- seguí.
-Eso es posible?
-Claro con un documento como el IRS es posible, aunque no tengan otro documento.
-No lo sabía.
Las autoridades de este país no dan nada a cambia de nada, agregué, recordando el comportamiento de los Estados Unidos en materia de negocios. No deseaba decirle más, por ejemplo, si ellos ven que lo que pretenden hacer tiene mil beneficios, se lanzan en cuerpo y alma, pensé esto último. Deseaba ser puntual.
-Recuerda usted al ingeniero Edmundo León? El recién está pugnando por una ciudadanía en Colorado y él está en este país más de doce años, no es cierto? La reforma para los inmigrantes no es sinónimo de ciudadanía inmediata, de ninguna manera.
-¿Y por qué Obama no sale a decir lo que me estas diciendo? Parece sencillo, dijo.
-No lo sé, quizás nadie cerca a él le ha soplado lo que tiene que decir.
Pensé: 'quizas haya otros inconvenientes que aún no veo'.
-Bueno, sí es así, yo estoy de acuerdo con que se les de una oportunidad, escuché. Me senti contento, muy fácil había logrado mi cometido, tener un aliado estadounidense para este tema. Pero les comenté, mister Martelli no es un hueso duro de roer, tiene experiencia en estos menesteres.
-Para optar por una ciudadanía uno tiene que pagar impuestos, manejar con cuidado, no meterse en líos con la gente y por ende con la policía, ayudar a la comunidad y hablar inglés- le dije. Si uno comete un error, una falta, un delito, las autoridades de este país, te ponen de puntitas afuera. You don't want terrible people here, you have enough problem, and... you know.
El siguió en inglés, claro. 'Cuando mi padre vino aquí tenía 20 años, eso fue en 1917 y se hizo ciudadano en 1933, tienes razón, es lo mismo lo que les están pidiendo a los inmigrantes ahora, pareció pensar mister Martelli y estoy seguro que vio a su padre sufriendo al inicio como sufre todo inmigrante. Debí quedarme ahí, pero quise ser más preciso.
-Esa gente vino con visa y tras pasar los seis meses de permiso que dan las autoridades al llegar se quedaron- señalé. Consiguieron un trabajo y decidieron establecerse aquí.
-Ah, ahí hay un problema- indico Martelli. Tenía un argumento a debatir. Osea que no vinieron con un permiso de trabajo. Cuando mi padre vino tuvo un sponsor, una persona que dijera 'es mi trabajador, yo le estoy dando un trabajo y con eso, esa persona podra vivir aquí'.
-Las cosas cambiaron desde el 11 de setiembre, cuando los terroristas atentaron contra las torres gemelas, argumenté.
-No, esa gente burló los acuerdos, le dijeron que sólo podía visitar este pais y se quedaron.
-Digamos que sí- No deseaba tapar el sol con un dedo. La verdad era esa.
-Y ahora están pidiendo que les resuelvan el problema.
-Yep.
-Entonces lo que están pidiendo es un favor. Se removió fastidiado mister Martelli en su asiento, saco su pañuelo del bolsillo trasero del pantalón y se sopló los mocos.
“Favor”. Sonó feo eso. Sonó como mendigar y no me gustó una interpretación así.
-No es un favor, no lo veo así- retruqué.
-Llámalo como quieras, pero es un favor- dijo concluyente.
-No tengo argumentos contra eso, quizás sea el lado débil y flaco del pedido, pero le agradezco la charla, consultaré con quienes saben más de esto para rebatir y aclarar ese punto.
Jamás me gustaron los favores de esta índole, me sentía indignado, aún no había ganado la confianza y la comprension de mi ayudante y desde su posición me miraba con cierto aire de superioridad, a mi que siempre he bregado por la igualdad y el respeto. Se sopló una vez más los mocos, como dando cuenta que le molestaba algo.
Así que aquí está un argumento, alguien puede añadir y rebatir a este estadounidense, que como muchos ven a los inmigrantes como advenedizos a quienes tienen que hacer un favor.
Yo sinceramnete no quiero que esto se vea como un favor. Nunca me ha gustado mendigar.
En fin, el debate tiene para más, Ojalá alguien me de razones que pueda usar para ganar conciencias y luchar por una igualdad en todo el mundo.
Si los ricos se van con su dinero por todo el mundo, pavoneándose, por qué los pobres y su dignidad no pueden ir con sus pies a donde les plazca. Agregan que eso es socialismo y que el socialismo es terrible, que nos va a llevar a la bancarrota. ¿Sabe un inmigrante de socialismo? Quizás si y huye de ella. Lo que realmente busca un inmigrante es paz y trabajo y tal vez cumplir un sueño. Cuántos han venido a este país con una mano adelante y otra atrás y han hecho empresa. Sólo necesitan la oportunidad. La oportunidad en un país de oportunidades. Si algunos tienen pesadillas con quienes vienen, no hacen más que reflejar su temor, su desesperanza. En cada inmigrante, sin embargo, hay una esperanza y una alegria, cosa que necesitamos aqui y en cualquier parte del mundo. Es la inyeccion que necesitamos.

1 comment:

Nestor said...

Interesante.... pero hay dos cosas: una NO es el IRS... es el numero de seguro social y no son immigrantes son indocumentados.
Obvio que esta nacion fue fundada por immigrantes, pero lamentablemente los tiempos cambian Venancio..... no es lo mismo la immigracion de ahora a la de los 20s.
No vayas a pensar que estoy en contra de la immigracion legal o illegal.... Estoy en contra de la falta de ASIMILACION o INCORPORACION por parte de muchos immigrantes (incluyendo nuestros propios compatriotas).