Tuesday, August 16, 2011

Despertó mientras otros dormían.


Es de noche, el viento sopla y mece los árboles que se han ido quedando sin hojas. Un búho ha llegado hasta una de las ramas, muy cerca de la casa y canta. Por las ventanas se puede ver que alumbran cinco velas. No se percibe el olor, pero el búho mueve la cabeza impaciente, debe ser un olor muy penetrante el que inunda su sentido. La luna menguante actúa como mudo testigo. En el interior de la casa se puede ver el perfil de un hombre de alrededor de cincuenta años que trabaja incansable, varias veces se ha llevado el dorso del antebrazo a la frente, en un ademán que parece ser para limpiarse el sudor. Tiene los ojos atentos en el punto en el que trabaja. Es zurdo, es la mano que usó cuando debió sacar punta al lápiz con la que estuvo dibujando. Finalmente decide escribir algo en un cuaderno de notas: “He disecado más de diez cuerpos. Destrocé todos los miembros y he removido la más miníma partícula de grasa que estuvo alrededor de las venas, sin causar ninguna hemorragía. Como un simple cuerpo no fue suficiente, fue necesario proceder con más cuerpos para completar mi conocimiento y conocer las diferencias”.
La nota esta escrita en latín y esta mezclada con un poco de italiano antiguo. No hay firma.
En una mesa yace sin vida el cuerpo seccionado de un hombre desdentado. El hombre paró su trabajo. Sujetando un pequeño candil -donde la luz de la vela lucha por seguir alumbrando- el hombre se acerca a una de las ventanas para ver cuanto tiempo tiene aún para seguir antes que despunte el día.


Recuerdo que Gabriel García Márquez contaba que cuando alguien le preguntaba qué estaba escribiendo, él respondía que andaba ocupado en una novela que en ese momento se le ocurría. Hace algunos días me pasó lo mismo, me preguntaron que escribía y me despaché con una respuesta acerca de una novela histórica dedicada a Leonardo da Vinci. En aquel momento andaba leyendo un libro acerca del tráfico de órganos humanos y en el mismo había encontrado unas líneas dedicadas al gran artista del renacimiento que me dejaron pensando: ¿Pudo Leonardo estar envuelto en algún asunto de tráfico humano en la Florencia del siglo XIV o XV? Hay que tener en cuenta que da Vinci hizo varias autopsias y cercenó cuerpos humanos sin vida para ver sí gracias a sus conocimientos anatómicos mejoraba su técnica artística.
Mi respuesta suelta y sin sentido me lanzó luego a preguntarme ¿Por qué me interesa este tema? ¿Acaso hay algo en mi fuero interno que debo explorar para dilucidar el asunto con claridad? ¿Debo seguir esa fuerza que me conminó a abrir la boca para tratar un tema tan escabroso? ¿Fui el elegido por que hay algo de eso en mi interior yaciendo como un fósil que quiere salir a escena para dar cuenta de su existencia? Sé que el consejo a todo escritor es seguir los temas que se presentan y sí se vuelven obsesivos -haciendo un gran esfuerzo de introspección- sacar una verdad que puede servir a algunos. La humanidad se sentirá agradecida, aunque al principio te critique y te de con palo: “solo una mente enferma puede abordar estos asuntos retorcidos”, puede decir alguien. El artista tiene que seguir lo que se le muestra, pese al que dirán, porque esa es su función. Sí es sincero, el artista -en este caso el escritor- dará lo mejor, aunque el miedo lo paralice al principio.
En realidad escribir algo acerca de Leonardo da Vinci es una tarea difícil, más todavía si no sabes nada de su vida. Sólo sé que Leonardo nació en 1452 y que su deceso ocurrió en 1519. Conozco también que el tiempo que le tocó vivir fue violento. Para que un artista sobresaliera debía juntarse con miembros de las 'cofradías' donde imperaban tipos inmorales. Quizás en su etapa adolescente -entre los 13 ó 16 años- fue violado y al parecer su padre nunca se interesó por él, lo había dejado a cargo de su abuelo y tío y su madre no estuvo presente desde su niñez, hecho que el artista lamentó a lo largo de sus 67 años de vida.
Para seguir con mi juego de que estoy escribiendo una novela acerca de Leonardo da Vinci me tracé una estructura narrativa de respaldo. Mi historia comienza con el gran artista italiano trabajando solo en una campiña muy alejada de Florencia, durante toda la noche, rompiendo brazos y piernas de cadáveres frescos para dibujar con extrema precisión y rapidez riñones, ojos y sus respectivos nervios oculares, rodillas, brazos y sus hasta entonces desconocidas articulaciones, mientras la Iglesia con sus esbirros persigue a un par de profanadores de tumbas a quienes acusa de sacrílegos y herejes.
Leonardo trabaja en el borde de la buena practica y como él mismo refiere “el cuerpo sin vida de una persona no se preserva por mucho tiempo”. Da Vinci no tuvo el lujo de la refrigeración, los preservantes y trabajó en condiciones nada confortables, usando las herramientos que él mismo diseñó. Teniendo en cuenta que era el mejor, se granjeó muchos enemigos que envidiaban su trabajo, alguna vez -tal vez- le enviaron un cadáver infecto que con buena suerte evitó tocar. Hay que recordar que es el período de la peste que azotó Europa y acabó con un tercio de la población.
En algún momento veremos a Leonardo tratando de convencer a las autoridades, Cesar Borgia entre ellos, de practicar estudios post morten en algunos cadáveres de soldados perecidos en alguna batalla. Al inicio de su trabajo, da Vinci no trabajó con restos humanos, sino con cuerpos de animales, tal vez en la época que le tocó vivir en Milán, donde el duque Ludovico Sforza le pide hacer una estatua equina en bronce. Se sabe que en aquella época Leonardo gustaba de visitar los establos para disecar vacas y toros, luego esos trabajos le sirvieron para hacer anatomía comparada. Hay datos que dan cuenta que en 1480 – 1507 el florentino sólo realizó trabajos del sentido de la vista y la percepción gracias a una calavera que consiguió en algún rincón de su villa. Luego el año de 1507 realizó su primera autopsia de un anciano de 100 años en el hospital de la Santa María Nuova de Florencia. Sus técnicas fueron mejorando y logró conocer aún más acerca del cerebro, incluso desarrollo una técnica que mejoró su entendimiento al inyectar cera en las diversas partes del cráneo.
Además, conoció al detalle la musculatura de la cara y descubrió la unión de los movimientos musculares con la expresión facial. Todos tenemos un músculo para el odio, la pena y el dolor. Se volvió tan experto que pudo calificar las ideas de alguien con sólo mirarle la expresión de la cara. Fue tan sorprendente en la técnica de la expresión facial que hizo la Monalisa, cuadro que hasta hoy despierta curiosidad y estudio.
Los enemigos de Leonardo encontraron su trabajo obsceno e inmoral. Y buscaron con tesón que las autoridades eclesiásticas lo castigaran. Hay que recordar que siendo muy joven y viviendo aún en Florencia bajo la tutela del artista Andrea del Verrochio -homosexual declarado- Leonardo también fue acusado de sodomía en un juicio que le causó a la postre mucho temor, pues su cabeza estuvo pendiente de ser colgada. Todos conocieron desde entonces sus inclinaciones sexuales. Miguel Angel Buanarroti tuvo discrepacias con Leonardo. Cuando da Vinci visitó Roma para ver el trabajo de la Capilla Sixtina lamentó el trabajo de su colega, pues lo juzgó deficiente por la exclusividad musculosa de las figuras que adornan la bóveda del templo. Quizás eso provocó la ira de Miguel Angel quien no perdonó la apreciación.
A la muerte de Leonardo, el artista dejó en manos de su asistente Francesco Melzi sus cuadernos de anotaciones, donde se dice que se podía leer 13 mil notas acerca de su trabajo. Melzi se desinteresó del mismo cuando contrajo matrimonio y más aún cuando nació su hijo, el joven Orazio fue más disciplicente, pues abandonó los cuadernos del maestro en un rincón del ático de su casa o los vendió cuando necesitaba dinero. Quienes buscaban saber más de los secretos de Leonardo se lanzaron a conseguir sus cuadernos, robándolos y vendiéndolos al mejor postor.
Pienso que podría empezar mi historia con algo más actual. En 1994, Bill Gates compró el Codex Hammer por el que el multimillonario estadounidense pagó US $30.8 millones. Consultado por qué lo hizo, Gates dijo que deseaba tener algo del genio de Florencia. Quizás aquí podría empezar la novela para darle un toque novedoso y seguir el recorrido de dicho cuaderno hacía atrás.
La vida de Leonardo es muy rica y gran porcentaje de su existencia permanece en el misterio. En vida conoció a César Borgia y fue su consejero militar, conversó, además, con Nicolás Machiavello antes que el escritor y político publicara su clásico libro 'El Príncipe', en 1515. Trabajó para los Medicis. En vida, Leonardo conoció del descubrimiento de las nuevas tierras por Cristóbal Colón y estuvo familiarizado con las ideas que daban cuenta de la redondez de la tierra. Antes del deceso del genio florentino, Fernando de Magallanes se lanzó a completar y dar la vuelta al mundo, reto que obtuvo seis meses después de la partida de Leonardo.
Da Vinci fue hijo ilegítimo, se educó con su abuelo y tío paterno, no fue a colegios exclusivos como sus hermanos 'legítimos', pero los superó con creces. La falta de la madre hizo que Leonardo se lamentara de ella y a la postre lo volvió un misógino. Era tan grande su dolor que no pudo ver que la falta del cuidado y el cariño materno hizo de él el genio que hasta hoy sigue vigente.
Cuando usaba su mano izquierda para realizar algún trabajo, muchos notaban sus raíces, los muchachos ricos siempre eran corregidos de lo que entonces se conocía como una anomalía.
Su deseo de ser rico y su manera de entrar en la vida de la sociedad pudiente fue crear armas. Sin embargo, nunca perteneció a ella, pues quizás vio lo superficial de aquella vida. Su trabajo adicional lo hizo por amor. Hay que recordar que era un virtuoso de la lira y sabía cantar. Algunos hablan que bien pudo ser el creador del violín. Tal vez tocando las cuerdas de sus arcos y flechas descubrió cómo se armonizaban algunos sonidos, porque nada en Leonardo pasaba sin ser observado y analizado.
Se dice de él que “fue un hombre que despertó muy temprano, mientras todavía estaba oscuro y todos alrededor dormían”. Además, escribió frases tan llenas de significado como “la ciencia es el capitán, la práctica es el soldado”
Para volver al tema de las autopsias, Antonio de Bialis dice que Leonardo disecó más de 30 cuerpos. Hizo más de mil 500 dibujos en tres dimensiones. Parece que Leonardo se embarcó en la anatomía por el intrépito placer del viaje. El quizás supo que iba a ser el primero en intentar un estudio detallado de la anatomía humana y debió haber sentido cierta ansiedad de su propia disposición y coraje.
Leonardo fue al límite de sus habilidades para no aburrirse, pues estaba cansado de la brocha. La anatomía se convirtió entonces en un pequeño desafio. Leía los clásicos griegos, cuando tenía 4 años, Gutenberg imprimió la primera Biblia, pero cuando Leonardo estaba en sus casi 50 años ya habían 80 millones de libros impresos en el mundo.
Ahora lo que no tenemos son muchos libros novelados acerca de su vida, en unos días espero leer la novela 'La cena sagrada' del español Javier Sierra y la novela en inglés titulada 'A comedy or murders', de George Herman, veremos sí de esos libros puedo sacar algo que me ambiente la época y el modo de vida. Además quiero agradecer a Michel White la biografía titulada “Leonardo the first scientist' libro del que traduje algunas ideas para esta nota.

Antes que el día despunte, el búho canta malhumorado. Vuela tratando de superar el viento que sopla en contra. Agudiza su vista y enfila hambriento sus garras para atrapar un ratón que se trata de escabullir entre la maleza. El hombre ha caído rendido en un rincón de la sala donde muchos restos humanos están regados por doquier.

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