Me volví fanático de la serie de televisión ‘Breaking Bad’
(Volviéndose malo) justo ahora que los productores decidieron finalizar el
rodaje después de 62 capítulos.
Debo confesar que comencé a ver el programa con mucho
retraso porque no veo televisión con regularidad y porque suelo sentarme frente
a la ‘caja boba’ sólo para ver películas en DVD y algunas otras series de
televisión de mi agrado.
‘Breaking Bad’ no la hubiese mirado sino es por recomendación
de una amiga bibliotecaría. ‘Te va a encantar’, me dijo. Antes ‘Homeland’ fue
mi sugerencia y siempre que nos veíamos comentabamos lo que pasaba y lo que
pensabamos podría pasar en las ediciones siguientes. ‘Me sorprende que no sepas
nada de esta otra serie’, decía la bibliotecaria. Así que esta buena amiga se
encargó de pedirme los discos desde el principio y en orden para no perderme la
historia completa. Y creánme, le estoy agradecido.
Me friega hacer esto, pero tengo que comenzar por el
principio. Lo haré un poco tarde, pero esta vez será para dar una manito a
quienes aún no han tenido la suerte de ver esta serie de televisión.
‘Breaking bad’ cuenta la historia de un profesor de química
-Walter White, así se llama el protagonista- quien recibe la triste noticia de
padecer un cáncer terminal en los pulmones. La mala noticia no podía ser tan
inoportuna ahora que su esposa espera a su segundo bebé. Walter y Skyler (así
se llama la esposa) ya tienen un hijo mayor (Walter Jr.) quien padece mucho al
caminar y hablar porque cuando nació sufrió de parálisis cerebral.
Walter padre no quiere dejarlos en la orfandad y sin dinero,
razón por la cual opta –gracias a sus conocimientos de química- por asociarse a
su ex alumno de la escuela secundaria Jesse Pinkman para hacer drogas:
metanfetaminas de enorme pureza.
Cuando vi el primer episodio de la serie pensé que la premisa se parecía a ‘Flores de
juego’ o ‘Hana Bi’, una película del actor y director japonés Takeshi Kitano,
donde un policía opta por robar un banco para pagar una deuda a la Yakuza o
mafia nipona y darle a su esposa unos últimos días felices.
Nada más fácil que cambiar los personajes, un buen policía
que se corrompe por dar paz y felicidad a su esposa que tiene un mal terminal no
está muy lejos de un amable profesor de química que decide hacer lo que sabe
para dejar sin problemas económicos a su familia cuando no pueda hacer frente a
un cáncer despiadado.
Sin embargo, los encargados de la serie dicen que se les
ocurrió la idea mientras hablaban en una oportunidad acerca del temor de
quedarse sin trabajo. Si eso ocurría ¿qué harían? Lo mas fácil, rentarían un
bus con cocina y baño para ir preparando drogas por todo el país. Vaya,
creatividad, ese día llegó, los productores le compraron el vehículo de viajes
a una pareja de jubilados y lo plantaron en Albuquerque, en el desierto del
estado norteamericano de New Mexico, donde rodaron en 35 mm el inicio de la
historia.
Walter White llega a asociarse con Jesse Pinkman luego que
este último escapa de una redada policial de la DEA. En la fuerza policial
trabaja el concuñado de Walt. Hank es un tipo rudo, bastante fanfarrón, pues
siempre anda jactándose de su valentía durante el trabajo. Hank esta casado con
Marie, una mujer con problemas de cleptomanía quien llega a poner en serio
riesgo a los miembros de su familia.
Para los trabajos de detalle, según el productor principal Vince
Gilligan, cuentan con ex personal de la DEA. 'Ellos nos han ayudado a montar los
pequeños laboratorios que se ven en la serie. Un experto cocinero policial
mostró al equipo de televisión cómo se procesa el producto y los encargados de
la producción siempre están tratando de inventar algo que se parezca a lo
observado'. Gilligan dice que en algunas oportunidades han puesto a hervir leche
y han producido burbujas con sal de soda. 'Incluso hemos usado chocolate para
dar la coloración que buscamos', comenta.
Una profesora de química, fanática de la serie, siempre está
colaborando con la producción para dar algunas fórmulas o hacer algunas
practicas como las que se ven a Walt durante los momentos que da sus clases a
los alumnos de la escuela secundaría.
De la escuela secundaria Walt roba todos los tubos de
ensayos y pipetas que usa en su cocina para preparar la metanfetamina. Si en la
primera parte de la serie el profesor de química se ve timorato, poco a poco irá
conociendo el negocio y experimentando un cambio. Siendo su motivacion muy
grande –dejar segura a su familia- pronto entrará a defender con vehemencia
todo lo que hace, y como el camino al infierno esta lleno de buenas
intenciones, pronto veremos a Walt entrando en un callejon sin salida. Poco a
poco Walt convertido en Heisenberg será muy temido en el submundo de la droga.
Los callejones sin salida son los que tienen enganchados a
los televidentes amantes de la serie. Para el grupo de guionistas que trabaja
en ‘Breaking Bad’ las puertas que se van abriendo mientras avanza la historia
deja un sinnúmero de posibilidades de solución. Por su parte, los actores han puesto mucho de
su talento para que esta historia tenga el respaldo que tiene. Bryan Cranston
se ha dejado filmar en ropa interior sin ningún prejuicio y al salir a
enfrentar a las sirenas con una pistola dejó la huella que los productores
deseaban dejar sentada al inicio de la serie: “Este es un western contemporáneo,
donde los vaqueros no usan pantalones, pero nunca olvidan calzoncillos blancos muy
ceñidos”. Cuando el personaje de Walter debe enfrentar la quimioterapía y
perder el cabello, fue el propio Cranston quien se rapó la cabeza. No es por
nada, con su actuación ya ganó muchos trofeos Emmy.
Jesse Pinkman por su parte iba a morir en los primeros capítulos,
pero con su actuación hizo que los guionistas lo rescataran después de las pálizas
a muerte a las que le sometían los vendedores de droga con quienes negociaba.
Bueno, lo cierto es que hoy se sabe que la historia irá a la
pantalla grande y será Steven Spielberg el encargado de dirigirla. Todos querrán
ver a Bryan Cranston como protagonista.
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