Sunday, February 2, 2014

Mientras agonizo (pegado en una butaca de cine)


Quienes tengamos la intención de conocer algo del condado de Yoknapatawha –el mundo creado por el escritor estadounidense William Faulkner en el sur, muy cerca al río Missisipi, para recrear sus historias- tenemos hoy la posibilidad de hacerlo sin temor.

Y lo podemos hacer de la mano del flamante director James Franco. El también joven actor californiano tuvo la genial osadía de adaptar la novela ‘Mientras agonizo’ (As I lay dying) y llevarla a la pantalla. La historia intrincada del gran novelista se ha hecho lineal gracias al trabajo de Franco y su equipo. (Se comenta que lograron filmar toda la historia en apenas 25 días de arduo trabajo. Trabajaron con un presupuesto modesto. Y que para economizar gastos se apeló a la ayuda de los lugareños del sur que acogieron a técnicos y actores en sus casas).

Para los puristas del medio, Franco pudo parecer pretencioso, pero para mí, Franco sale bien parado después de lidiar con la historia. No podemos apelar a los monólogos interiores y a la forma estructural presentada en la novela para hacer cine y Franco se abocó a contarnos la historia con decisión y gran coraje: los Bundren harán caso a la madre llevando sus restos en un ataúd desde el mísero pueblo donde viven para enterrarla en la capital junto a sus familiares extintos.

Con la precariedad de la época y la pobreza en la que viven, el viaje se convertirá en una odisea. Además, cada uno de los protagonistas de esta historia, tiene una serie de líos no confesados que los iremos conociendo poco a poco.

Partamos por el principio. Addie Bundren, la matriarca de una familia del sur de los Estados Unidos, se prepara a morir. Y pide a su esposo, a sus cuatro hijos y una hija que le entierren en Jefferson –la capital del condado. De acuerdo a lo que las enseñanzas de su padre, Addie dice que ‘el sentido de la vida es prepararse para morir’. La mujer que esta a punto de partir, no amó al esposo y ha traído al mundo hijos no deseados.

Anse es el padre, un hombre que según sus propias palabras ‘dio a su familia todo lo que tienen por dejar de comer y esa es la razón de que haya perdido su dentadura’, ahora sueña con tener dientes postizos.

Darl es el mayor de los hermanos, es el que nos irá guiando en la película. El que conoce algunos secretos familiares que lo agobian y que le empujarán a hacer algunos actos extremos. Sus acciones tienen un marcado protagonismo. El papel lo interpreta James Franco.

Cash es el segundo hermano, es el que se encarga de hacer el ataúd mientras su madre agoniza. Para él sus herramientas de carpintero son muy importantes y es de lo que se preocupa cuando esta a punto de perderlos al cruzar un río crecido.

Jewel es el hijo amado, muy trabajador. Con sus ahorros ha conseguido un caballo. No es hijo de Anse, es el hijo de un amor prohibido entre su madre y el sacerdote Withfield. Es a quien Addie llama en el último momento, antes de morir. El amor que su madre profesa a Jewel, atormenta a Darl quien siempre esta compitiendo con su hermano.

Dewey Dell es la bella hermana de los Bundren. Es muy ingenua y fue seducida y embarazada por Lafe, quien le ha dado diez dólares como pago. En el camino a Jefferson irá pensando como conseguir un aborto para evitar la crítica de su familia. Darl sabe que ella esconde algo en sus entrañas y la atormenta con sus constantes miradas que acusan. (Si Faulkner aborda a todos los personajes en su obra, Franco los obvia y los menciona o presenta de manera de diálogos o con imágenes muy rápidas, es el caso de Lafe).

Esta también el pequeño Vardaman quien es un hijo que Addie le da a su marido como pedido de perdón por su aventura amorosa con el religioso. El pequeño es el que da la visión tierna de la historia.

A lo largo del viaje, los Bundren montan el ataúd de su madre en una carruaje tirado por unas mulas. Al tratar de cruzar el río, descubren que la corriente crecida ha destruído el viejo puente de madera. Deciden entonces buscar un vado y cruzar, pero sufren un accidente. Jewel rescata el ataúd con los restos de la madre y salva la vida de Cash quien se rompe una pierna. Un doctor de caballos decide ayudar a Cash con su pierna, pero es en vano. En el camino, Anse y su hijo Darl deciden ponerle cemento a las tablillas que le han colocado a Cash en la pierna. El cuerpo de la madre ya ha entrado en proceso de descomposición y por cada pueblo que pasan deja la fetidez a su paso. En el granero de Gillespie, Darl decide incendiar el ataúd de su madre, sin importar lo que ocurra con la propiedad del anfitrión. Jewel salva a su madre y cumple lo que ella predijo, ‘será él quien me libre de las malas aguas y del fuego del infierno’. Dewey Dell llega a una farmacía donde es engañada por un dependiente, quien la viola repetidas veces diciéndole que le ayudará en su deseo de abortar. Al final, los Bundren llegan a Jefferson y sí el cuerpo de la madre se está descomponiendo por completo, la mente de Darl también esta en proceso de perderse para siempre. Cash debe perder su pierna para salvar su vida y aceptará que se la corten con un serrucho y su padre por fin logrará su ansiada dentadura postiza.

Al final seremos testigos que Franco logró contar la historia de Faulkner y con esa ayuda, creo que muchos –ahora- se arriesgarán a leer la novela.

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