Sunday, January 19, 2014

Petros Márkaris y "Muerte en Estambul"

Antes de comenzar el año hice una lista de libros clásicos que decidí volver a leer, pero como casi siempre ocurre, los clásicos como ‘La montaña mágica’, ‘Los hermanos Karamasov’, ‘En busca del tiempo perdido’, entre otros, deberán esperar un poco. Deberán esperar por un tiempo porque hice un buen hallazgo. Vaya, este año es también de hallazgos literarios para mí.

Terminé ya de leer ‘Muerte en Estambul’ del griego Petros Márkaris y voy en camino de leer la segunda obra titulada ‘Con la soga al cuello’. Les adelanto, son novelas policiales muy atrapantes.

Unos días después de que ocurriera un pequeño sismo en la casa del comisario Kostas Jaritos, el policía griego y su esposa Adrianí deciden tomar unas cortas vacaciones en la vecina Turquía. El terremoto lo ha causado la decisión de su única hija Katerina, quien convenció al novio de casarse sólo por civil, dejando de lado toda la pompa del matrimonio religioso. A Jaritos, a quien antes le daba igual pensar en el asunto, ahora que su hija le ha comunicado su decision, le cuesta aceptar esa idea. Ahora el comisario sueña con ver a su hija vestida de blanco y llevarla hasta el altar.

Adrianí no entiende cómo es que su hija puede prescindir de un acto tan importante. Bueno, lo cierto es que cuando Jaritos llega a Estambul y comienza a mostrarnos la ciudad, de pronto ocurren una serie de crímenes en los que está comprometida una anciana griega, que tras dejar Atenas, asesinando a su hermano, llega a la vecina Turquía y continúa liquidando a algunas personas, esta vez turcos. Para acabar con sus víctimas, la anciana va repartiendo unos pasteles griegos de queso con pesticida. El asunto no debe llegar a mayores escándalos que pongan una vez más en entredicho las relaciones entre ambos países. Por esa razón, los jefes griegos autorizan a Jaritos ayudar a sus colegas turcos en las pesquisas policiales.

Jaritos nos muestra la ciudad -la Constantinopla de los griegos- nos cuenta una serie de detalles históricos que han puesto a ambos países en constante conflicto, nos permite saborear la comida de los turcos, nos habla de las desconfianzas mutuas que existen, pero por encima de todo eso, Jaritos –como Márkaris- nos muestra que con la confianza y la cooperación se acaba cualquier ojeriza de antaño.  

Márkaris es un cultor de la novela negra*, tiene muchas buenas novelas que han puesto a su comisario Markos Jaritos a la altura de Philip Marlowe, de Raymond Chandler; el comisario Maigret, de George Simenon; de Pepe Carvalho, de Manuel Vásquez Montálvan y Mario Conde, de Leonardo Padura, por citar sólo a algunos.

Fue gracias a Leonardo Padura que descubrí a Petros Márkaris. Alguna vez un diario español los entrevistó juntos y sí antes no entendía nada de lo que hablaban, hoy creo conocer un poquito de su trabajo, de su entorno –hoy por lo menos su mujer Adrianí no me cae muy pesada- Además, sí Padura me hizo conocer La Habana de ahora, Márkaris me esta mostrando Estambul y también Atenas. Bueno, desde entonces pensé que sería interesante leer a ese señor que de alguna manera se parecía al genio loco de la película de Steven Spielberg. Hablo del genio de “Volver al futuro”. Claro, Márkaris no tiene el pelo alboratado, ya lo perdió, pero sí lo tiene cano a los costados y muy largo.

El escritor es un hombre muy vital, tiene apenas 85 años, nació en 1937, de madre griega y padre armenio. Recién en 1979 obtuvo la ciudadanía griega. Vivió en Estambul, estudio en colegios austro alemanes durante su secundaria y Economía en Sttutgart. Se ha dedicado a la docencia universitaria, enseñando análisis de teatro, fue traductor de Goethe y Bertolt Brecht, y también fue guionista de televisión y cine. En el séptimo arte hizo pelíulas con el director griego Theo Angelopoulos - ‘La eternidad y un día’ fue premiada con la Palma de Cannes-. Asimismo, Márkaris ganó la medalla Goethe en Alemania y el ‘Pepe Carvalho’ en España. Alemania y España son países donde el escritor es siempre bienvenido, hace poco estuvo dictando una cátedra de como escribir novelas policiales en Madrid y su técnica podría resumirse en cinco puntos. Hay que comenzar a escribir una historia cuando la tengamos redonda en la cabeza. Contar poco a poco, sin dar todo la información al lector, de lo contrario sería un desperdicio. Hay que mostrar al criminal en el tercer capítulo de la historia, nunca más allá del quinto. Hay que justificar el por qué una persona mata, sin esto tendríamos un psicópata. Hay que darle un momento y un lugar teniendo en cuenta algo muy importante, nunca es lo mismo un asesino solitario a un tipo que pertenece a una organización criminal. Y la grandesa del género negro radica en que es necesarimante urbano. Las ciudad se muestra en cada historia.

Alguna vez en un programa de televisión, Márkaris contó cómo es que un comunista como él tiene a un policía como héroe de sus novelas. Sonríe y dice: ‘un día el personaje se metió en mi cabeza’. El estaba escribiendo una serie de televisión y como siempre creía que todos los policías eran iguales, entonces para hacerlo distinto le quitó el uniforme y apareció Kostas Jaritos.

¿Por qué Jaritos parece estar a la merced de los personajes secundarios? Le preguntaron también. Y reconoce que tuvo la influencia de Hollywood que antes daba los papeles secundarios a las grandes estrellas, estos eran quienes hacían brillar al protagonista (se me ocurre Sean Connery en el papel de Jimmy Malone para hacer brillar a Kevin Costner quien interpretó a Elliot Ness, en la película ‘Los Intocables’). Jaritos no sería nadie sin su esposa Adrianí y su hija Katerina.

Márkaris es totalmente distinto a sus colegas escritores nórdicos. ‘Yo no puedo tener un personaje que no duerme ni come bien y encima no hace el amor, sería inhumano’, dijo. ‘ Los policías de los escritores de moda están todo el tiempo tras su víctima, eso es increíble’, agregó, ahora que lo recuerdo.
Además, ‘con los escritores nórdicos pasa lo mismo que ocurrió hace algunos años con directores de cine iraní, a los que aparecían le daban los premios. No me gusta mucho lo que hacen, se parece a las historias que cuenta el cine estadounidense, la misma trama, tramas increíbles y eso demuestra una sola cosa: incapacidad’.


Bueno, es hora de volver a ‘Muerte en Estambul’. Jaritos y su esposa han decidido no llamar a su hija, siguen molestos con su decisión. ¿Cómo una abogada puede hacerle esto a sus padres? ¿Qué le dirán a sus familiares y amigos?. Los padres del novio también están disgustados. De pronto suena el teléfono del comisario y es la hija. “La cague no papá” es lo que ella dice. Lo ha pensado y ha decidido darles el regalo a sus padres, se casará por la iglesia, pero le pide a su padre no decirle nada a la mamá. La madre dejará todo con tal de ir a ver a la hija y comprar el vestido para la boda. Jaritos no puede, jamás tuvo secretos con su mujer y menos de este tipo. Mientras tanto, la anciana asesina sigue liquidando a quienes alguna vez le hicieron daño. Descubren que se está muriendo con un cáncer al pulmón y está en las finales, lo que hace es lo último que hará antes de partir. Conoce Estambul como la palma de su mano y se mueve más rapido que sus perseguidores policías. Ahora Kostas Jaritos teme no dar con ella en el tiempo preciso para volver a Atenas y llevar a su hija del brazo, directo al altar… 

*La novela negra muestra a los personajes derrotados que se convencen y van tras su verdad. La atmósfera en la que se mueven es violenta, injusta, de miedo, el poder político es corrupto. La motivación de los criminales es de rabia, impotencia, de envidia, de codicia, de lujuria, de ansias de poder. La acción se mueve con rapidez. (Gracias Wikipedia).


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