El desarraigo, la imposibilidad
de encajar en una sociedad y el tema del exilio cubano son los temas que nos ofrece
la película ‘Paraíso’.
En el mundo siempre hay alguien que esta desesperado por
dejar un lugar para llegar a otro donde sueña que podrá encontrar lo que desea
y entre esa gente siempre hay uno que va a los extremos para alcanzar su quimera.
Eso es lo que cuenta el director y guionista cubano León Ichaso.
El paraíso no necesarimanete es
Miami, donde la historia de Ichaso se desarrolla, el paraíso puede ser
cualquier lugar del planeta soñado por alguien. Y como muchos pueden constatar,
el sueño personal puede ser la pesadilla de los otros. Esta película lo muestra
de manera muy descarnada.
El hombre desesperado de la historia
de Ichaso es Iván, un balsero cubano de 30 años que llega a Miami en unos neumáticos.
Solo. En su viaje, Iván estuvo acompañado por cuatro habaneros más que fueron
tragados por el mar durante una fuerte tormenta –así lo cuenta- pero esa no es
la verdad. Poco a poco, Ichaso nos irá entregando información para armar el
rompecabezas, hasta que cuando todo este atado y junto, diremos: ‘hay muchos
que entienden muy mal la libertad y confunden lo tuyo con lo mío’.
León Ichaso hizo su película con
apenas diez personas y con un modesto presupuesto de US$ 30 mil dólares. Cuenta
el director que a lo largo de su carrera aprendió una serie de trucos que le
ayudaron a no desperdiciar los gastos. Al rodar ni siquiera contó con los
permisos de la policía y fue mejorando su guión mientras filmaba.
Al principio vemos a Iván en la cárcel,
esas imágenes se acompañan con sus reminiscencias de La Habana, donde una madre
parece estar sufriendo los embates de la pobreza, junto a dos pequeños a los
que debe mantener.
En Miami esta Remigio Gallegos un
cubano en el exilio que tiene un programa de radio muy sintonizado. Al final de
la transmisión de su programa recibe la llamada de la policía que le informa
que en Miami esta su hijo. El no cree tener un hijo porque piensa que todo ha
sido una ensoñacion de su madre anciana que dejó en Cuba. Sin embargo, el recién
llegado tiene algo que Remigio sabe es la ligazón inquestionable: el rosario
que alguna vez su madre le heredó. Ambos, padre e hijo son desconocidos el uno
con el otro. Sin embargo, el viejo Remigio acepta la noticia como cierta y
recoge al recién llegado para acogerlo bajo su techo. Es una casa museo, donde
se ha ido acumulando todo lo que tiene que ver con Cuba, desde fotografías de
La Habana, hasta cuadros de pintores cubanos renombrados. En la casa de Remigio
no se acepta la parafernalia de lo nuevo, ‘nada de computadoras, aquí se lee y
se escribe a puño y letra’, dice el anfitrión.
Iván se sorprende con lo que ve y
al ser consultado por Alina (la amiga de su padre) acerca de la felicidad, este
contesta: ‘estoy aprendiendo a estar contento’. Sin embargo y de inmediato, Iván
se descubre ladrón. Miami está lleno de cubanos y ellos tienen sus puntos donde
se reunen. El restaurante Versailles es uno de esos lugares donde se exhiben. ‘Sino
van ahí se sienten haber muerto’. Al salir del lugar ocurre un primer encuentro
interesante. Un drogadicto con su novia se sorprende de ver a Iván y lo llama
mister Pepe. Iván opta por hacerse el desentendido. Sin embargo, después, Iván
va a buscar al drogadicto para pedirle que se aleje de su camino. Este opta por
hacer oídos sordos y va detrás del recién llegado, es más, llega a chantajearlo
con su padre. Mientras Iván y Remigio están ‘al aire’, una voz –Iván sabe de
quien se trata- le llega a preguntar al viejo: ¿usted esta seguro que es su
hijo? Y propone una prueba de ADN. Aquí la historia se dispara y comienzan a
ocurrir las cosas graves que todo ser desesperado y confundido psicológicamente
opta por hacer. Hasta aquí no sabemos con certeza qué es lo que esta
ocurriendo. ¿Quién es exactamente este chico que chantajea y quién es Iván
realmente?.
Iván nos irá mostrando su
verdadero rostro. Es un ladrón, enamora a la mejor amiga de su padre, es echado
del trabajo. Como tiene suerte que
desaprovecha, se convierte en modelo –es un tipo guapo- quiere ser actor,
corteja y enamora a otra cubana, cuando las dos mujeres se enteran comienzan
las escenas de celos que le molestan. El extremo es pedir al director de la
emisora reemplazar a su padre, también quiere un lugar en la televisión.
En el desarraigo, Iván se
confiesa con Alina: “yo vivía en Cuba con dolor. No es fácil ser cubano aquí,
ni allá”. Todos sufren, Alina cuenta que también estuvo en esa encrucijada,
descubrimos que siendo la hija de un embajador cubano, de pronto se quedo sin nada,
sin dinero, su empleada domestica les dio de comer, contrajo matrimonio, enviudó
y lo que es peor con el impacto de la muerte del marido, se cayó y perdió al
bebe que gestaba. Ella lo confronta, Iván va más a fondo: fue ‘pinguero’ en La
Habana, hacía el amor con viejas turistas que llegaban a la isla. Lo sabemos
después, su madre fue ‘jinetera’ cubana, mientras se prostituía, Iván debía
robar las billeteras de los clientes *(Ver asterisco abajo).
“Allá me decían cómo vestir, cómo
hablar, cómo pensar”. Iván ya no sabe qué hacer, cuando su padre lo confronta, él lucha por no tomar un cuchillo y hundírselo en el pecho. No lo hace porque
ese muchacho quiere un padre, hará lo que sea para no perder a su padre, pero
su padre ya esta disuadido de dejarlo, hay mucho escándalo y muerte de por
medio. El padre se confiesa con el amigo y confiesa que él también estuvo
huyendo, no huirá más. Luego descubrirá todo y cerrará el círculo. La historia
de Ichaso es redonda, se abre y se cierra sin dejar cabos sueltos. Resolviendo como
lo haría Iván en La Habana. Ichaso resuelve bien, Iván lo hace muy mal, salpica
todo de sangre.
‘Esta es la película más íntima
que he hecho en mi carrera’, confesó Ichaso en el festival de Seattle, a donde
llevó su historia. Es mas -precisó- mi película ha sido independiente en su totalidad,
ninguna empresa cinematográfica estuvo detrás tratando de pedirme cambios en el
guión por cuestiones que tienen que ver con el mercado y la audiencia. En los
festivales uno descubre muchos directores y guionistas talentosos’, comentó. Además,
‘aquí es donde uno puede lograr una buena distribución de las películas y donde
las grandes empresas de Hollywood están al acecho de algunos historias para
volverlas a filmar con toda la inversión necesaria y con Bradd Pitt como
protagonista. Aunque muchas de ellas sean un fiasco total’.
‘Paraiso’ fue filmado en el 2008
y sí ven la película el mérito de Ichaso es contar un mito antiguo –el de Caín
y Abel- dándole un toque moderno y realista. Completa la trilogía que inició el
director con ‘El super’ y ‘Azúcar amarga’.
Bueno, hay que recorder que el
director nacido en La Habana, en 1948, dirigió también las películas ‘The fear inside’, un thriller
para la televisión en 1992, ‘Sugar Hill’ (1994) que cuenta la vida de un
personaje envuelto en el crimen del imperio de las drogas en New York, y la más
recordada de todos seguramente, ‘El cantante’ (2009) que cuenta la vida del
salsero puertoriqueno Héctor Lavoe y que tuvo de protagonistas a los entonces
esposos Marc Anthony y Jenifer López.
Si Ichaso dijo que ‘Paraíso’ fue
su película más intimista tiene más de una razón. Nació en La Habana, partió al
exilio con su madre y su hermana. Tenía entonces 14 años. Su padre el conocido
poeta cubano Justo Rodríguez Santos fue también hombre de radio y televisión,
defensor de la revolución cubana, pero tras algunos años de apoyo a Fidel
Castro se desilusionó. Cinco años después se reunió con su familia en Nueva
York. Ichaso vive con el recuerdo imborrable de la isla. Su espíritu de critica
va siempre más allá y me gusta su sentido de libertad creativa. El cineaste lamenta
que el cine norteamericano ponga siempre en papeles protagónicos a los blancos
y para los hispanos se busque papeles secundarios, casi siempre de malos. El
sabe que eso esta cambiando, el cine de los festivales independientes lo esta
diciendo, en Hollywood siguen haciendo oídos sordos. Cine del bueno se hace aquí
y allá. Y cuidado, parece que los de allá están empezando a ganar mucho
espacio. Genial.
*¿Cómo se puede tener una
psicología sana viviendo en un ambiente como ese? Es la pregunta que salta en
la mente. ¿Cuál es la responsabilidad de los políticos? Fidel en Cuba, George W. Bush en
los Estados Unidos, ambos lanzando a sus jóvenes a hacer cosas para defender ideas
o guerras absurdas, y eso que sólo cito a dos personas que han tenido una altísima
responsabilidad en sus respectivos estados. La lista puede crecer, sin ninguna
duda.
No comments:
Post a Comment