¿Por qué he visto 'El Tambor de
hojalata' muchas veces? ¿Por qué cada vez que la exhibían en un
cine club -el Raimondi, por ejemplo- me zambullía como ese tipo
pirómano debajo de las faldas de esa mujer en el campo de papas y a
su estilo 'sembraba' vida? ¿Por qué ese pequeño universo metido en
la película (otro universo) me apasionaba?
Por un sin número de razones sin duda.
Hoy volví a ver el film y más
todavia, hoy he visto la entrevista al director Volker Schlondorff
quien con su humor, su sapiencia y sus explicaciones me permitió
responder a los porque iniciales.
Como recuerdan, la película 'El tambor
de hojalata' es una adaptación de la novela escrita por el premio
Nobel alemán, Gunter Grass. Fue publicada en 1959 y debió esperar
hasta 1979 para ser llevada a las pantallas. Es una historia extraña,
si me permiten usar el epíteto, algo macabra e infantil. Es una
novela surrealista, erótica y una sátira de la época histórica
que vivió Alemania bajo el yugo nazi de Hitler.
Schlondorff conocia la historia, había
leído la novela, pero no tenía ni idea de cómo adaptarla.
Es la historia de Oscar, un niño
nacido en Alemania en 1924 y dotado de una gran inteligencia.
Fastidiado con la hipocresía de los adultos y la irresponsabilidad
de la sociedad, se niega a crecer al cumplir los 3 años. Ante el
caos que lo subyuga, Oscar se refugia en su tambor y descubre que
tiene un agudo chillido capaz de romper cualquier cristal que le
pongan por delante.
“La única imagen que tenía presente
en mi cabeza es la que ocurre en la playa, cuando Oscar ve desnuda a
la joven María y al verla se deslumbra, descubriendo entonces la
sensualidad femenina. El libro tiene conmigo una relación
biográfica, mi visión de niño”, dice el director.
La historia tiene como protagonista a
un niño, el mismo niño que todos llevamos dentro y que se niega a
crecer y asumir responsabilidades.
El tambor de Hojalata ganó el festival
de Cannes y el Oscar a mejor película extranjera en 1979.
Schlondorff dice que para mostrar ese
mundo tuvimos que ponerme en los zapatos de Oscar y desde la óptica
de niño mostrar todo lo que él veía. Era un mundo lleno de
edificios sorprendentes y el diseñador Ken Adam se encargó de darle
esa magia.
Para comenzar la pelicula necesitabamos
una imagen que atrapara. Para mi el primer shot es algo así como
abrir la puerta para mostrar el cuarto acogedor a donde debemos
entrar, comenta Sholondorff. Si abriamos la pelicula con algo bueno,
deberiamos seguir con algo mejor, dando y dando cada vez más. Es
como las primeras notas de un buen tema musical que te van llevando
hasta el final y no te das cuenta que has caído atrapado.
Las escenas tenían ciertas llaves que
nos encaminaron. Comenzamos con el campo de papas, el nacimiento de
Oscar, la cabeza del caballo, el cuarto donde se cambian quienes van
a la playa, el circo, por citar algunos. En la historia no hay una
progresión dramática, hay una progresión histórica. Los nazis
aparecen cuando Oscar nace, cuando Oscar va al colegio se va gestando
el nazismo, cuando Oscar es un adolescente, Hitler llega al poder,
Oscar se enamora y los aliados llegan a Normandía.
Estos elementos no se dicen de manera
abierta, van por dentro de la historia (como la guilla por donde se
mece y avanza un barco). En la pelicula, sin embargo, no hay que
seguir lo histórico, sino los avatares del personaje central, Oscar.
Hasta que llegamos a Polonia al final de la guerra cuando ese grupo
de soldados soviéticos irrumpe y viola a las mujeres que encuentra a
su paso. (Hay un film que puede servir para ver este episodio triste
y brutal, se titula “Las mujeres de Berlin”).
Oscar es un fascista al extremo, lo
extremo de Hitler, quiere estar por encima del cabecilla nazi (las
imágenes del mitin, donde tras pisar mierda avanza y llega a
destruir las marchas políticas y hace que todos se dediquen a bailar
el Danubio azul, muestran ese detalle), incluso desea ser el hijo de
la virgen María (hay una imagen en la que se ve al chico, dándole
su tambor al pequeño Jesus y se ve muy fastiado).
Hay que recordar que Hitler al inicio
fue llamado el tamborilero, el que usaba la propaganda, la radio,
hablaba y convencia., rememora el director.
La pelicula muestra la derrota del
protagonista, Oscar es un perdedor. Quien se queda en Alemania es la
madre tierra representada por la mujer del campo de papas, vieja tras
el paso de la guerra. La novela da para más, pero en el film había
que suscribirse sólo a esa época.
Gunter Grass nos precisó que había
que poner atención en los objetos, la cabeza del caballo es uno de
esos objetos. La voz en off es también importante, Oscar nos cuenta
un cuento para ninos, es la historia que quiere contar para que no lo
miremos completo.
El cineasta cuenta el gran temor que
sintió al pensar ¿como encontrar a un actor que interpretara a
Oscar? Le dijeron que el actor Heinz Bennent tenía un hijo de once
años. En el casting y siguiendo al niño, fotografiándolo mientras
hacía ciertas cosas, se dieron cuenta de lo que tenían entre manos,
un niño viejo, sabio, que disfrutaba con todo lo que tenía a su
alrededor. Schlondorff dice que sí ahora tuviera que filmar la
película no podría encontrar a nadie como ese pequeño actor, fue
una casualidad milagrosa dar con el, una gracía divina.
El niño habia nacido en Suiza, un 9 de
setiembre de 1966, de padres alemanes, su padre también actuó en la
película.
Gracias a sus colaboradores, el
director descubrió que en cada acto o escena los actores tienen que
ser inmensos. Esos pequeños momentos deben ser llenados por su
personalidad. Es lo que llama 'reforzar los bordes'. En solo un par
de minutos hay que impresionar a la audiencia. Por ejemplo, en la
tienda de juguetes, el vendedor judío aparece muy poco, hasta que se
suicida, es el primero en morir en la historia, pero no es el judio
quien muere, es el gran actor Charles Aznavour quien es la primera
victima.
En la pelicula todos deben interactuar,
la atracción debe ir al interior de la historia. Hay actores y
actrices que no pegan. La atracción tiene que ser el elemento que la
cámara descubra. Ellos no necesitan besarse, la audiencia tiene que
sentir eso. Cuando filmé la escena del hotel entre los actores que
representaban ser primos y padres de Oscar, descubrí que había una
afinidad anterior que ellos tenían. Eso es vital. Cada uno tenía su
vida personal, el actor estaba casado con otra mujer, pero al
interactuar con Agnes habia algo que los hacia amantes perfectos.
Oscar tiene sus momentos también, y lo
vemos cuando decide ser adulto y actuar como tal. En el circo donde
comenta sus cualidades, el pequeno sostiene un dialogo con Bebra, el
enano director, donde se muestra muy lúcido. Ahí aparece también
una figura sorprendente, Rosa, la pequeña. El actor que interpreta a
Bebra dijo que nunca había visto una mujer tan bella y de esa
dimensión. Lo que para el director es el universo dentro de ese
universo.
El film se hizo en varias locaciones,
pero más en la ex Yugoslavia porque resultaba más barata ahí y no
había censura de ningún tipo.
Allí el director descubrió a Branko
Lustig quien se convirtió en su primer colaborador, El era mi
censor, mi criterio en el set, dice el director. (El caso de Lustig
es excepcional, había estado en Polonia en el mismo tiempo que el
personaje de Oscar y su padre jan Broski se enfrentan a los nazis.
Lustig fue llevado a Auschwitz a los 13 años y de ahí fue liberado
por los aliados. Tras su trabajo en 'El Tambor de hojalata' viajó a
los Estados Unidos y se convirtió en productor, con 'La lista de
Schindler' logró su preciada estatuilla).
Schlondorff cuenta que mirando los
objetos de la época de 1930 y 1945, descubrió el color que
necesitaba para el film, los juguetes de plomo x ejemplo. Esa deberia
ser la paleta de colores para usar en el film. No es que las imágenes
parezcan lavadas, es un asunto histórico, precisa el director.
En una película, siendo un trabajo en
equipo, todos aportan. El camarógrafo por ejemplo sugirió usar
cierto ángulo de la cámara para simular la caída de Oscar cuando
decide no crecer más.
En la película no hay nada
sofisticado, todo lo vemos con los ojos de Oscar, hay que mirar el
trabajo como sí fuera un libro para niños. Pensar en una cámara
primitiva es una idea genial.
Los detalles de los vidrios que se
rompían con la voz estridente y chillona de Oscar fue sencilla,
cuando él abría la boca para chillar, alguien estaba listo para
disparar al punto fijado por el actor, sea este un faro en plena
calle, los focos del circo o ciertos objetos como el recipiente desde
donde cae un feto guardado en formol. Se hizo un trabajo más
sofisticado con los cristales de la iglesia, pues se usaron pequeños
detonadores en los cristales y se usó una muneca que suplantó a la
profesora. Alguien creo un disparador que desde atrás del cráneo
tiró justo cuando Oscar decide enfrentar a la profesora de gruesas
gafas.
Hay un detalle que sorprendió al
director quien no se explica cómo Gunter Grass usó la figura de la
cabeza del caballo para contar esa parte de la historia, por ejemplo.
El pescado es un símbolo cristiano y el caballo como una medusa hace
pensar a la madre en la monstruosidad de su pecado y en la
posibilidad de tener un hijo anormal de nuevo, como el que ya tiene
que es fruto de un amor 'indecente', fuera del matrimonio. Para
paliar su dolor ella decide comer pescado hasta intoxicarse -supongo-
y morir. (Nosotros nos creamos nuestras propias historias y si las
cargamos de culpa nos llevan hasta la desaparicion).
Siempre he sostenido que hay que usar
lo que esta a tu alcance, señala Schlondorff. Un día filmando unas
escenas, se nos presentó un cielo hermoso que iba acompañado de un
mar en calma, había mucho encanto en eso, algo poético que teníamos
que aprovechar. Creo que cada film encuentra su propia expresión.
Eso, también, es lo que hace reconocible el cine de cierto director
(algo así como Amarcord de Fellini).
Mucanaima, la película brasilera de
1969, dio la idea del nacimiento de Oscar a quien pusieron cierto
maquillaje, le cubrieron el pelo con un gorro del color de la piel y
lo filmaron en el útero materno.
El director recuerda con cariño la
negativa de la joven actriz a hacer un desnudo. Ella defendió su
posición y ellos tuvieron que inventar los 'cortes fílmicos' que se
debían hacer. Esta restricción es fundamental al momento de ver las
escenas, pues empuja la imaginación y hace más erótica la escena.
En el contacto que Oscar hace con el pubis de la actriz no hay
contacto directo con el sexo de la joven. Esta escena y una más,
donde se ve a Oscar forzando a su padre a embarazar a Maria, hizo que
algunos críticos protestaran, acusando al director de pornografía,
más todavía se quejaban por haber usado a un niño para eso. Sin
duda los cucufatos críticos sólo actuaban en contra de sí mismos,
de lo que pensaban o imaginaban, porque el director contó que esas
escenas se manejaron con mucha delicadeza. (Vease el caso de la
negativa en Oklahoma).
Para musicalizar la película se usaron
algunos viejos instrumentos de los pastores alemanes, las que en
momentos de tensión subían los tonos. Esas quenas le dieron el
suspenso a las partes que lo necesitaban.
La película fue calificada de extraña
y se prohibió en Alemania inicialmente, pero con lo que ocurrió en
Cannes, al darle el gran premio, hizo posible que el film se
popularizara.
El director piensa que cada espectador
se identificó con el niño.
El propio Gunter Grass se quedó
sorprendido cuando vio el film terminado. El había participado de la
filmación apenas un par de días, sugiriendo esto o aquello, cuenta
Schlondorff, quien al tener presente al escritor en los escenarios,
se sintió intimidado y debió volver a filmar las partes cuando el
Nobel se retiró.
Cuando invitaron al director a hacer
una nueva versión de la película, se sorprendió de la existencia
de algunas escenas retiradas del film para cumplir con las 2 horas 15
minutos que se pedía en Hollywood.
Se editaron entonces las secuencias
perdidas, esa por ejemplo cuando los alemanes ordenan disparar a las
monjas que han ido a recoger algo en la playa, matándolas con
disparos de metralla.
Para salvar las escenas se recurrió
también a las voces de los actores, incluso David Bennent (Oscar)
que ya esta adulto debió grabar su voz y al ser digitalizada se le
puso a la edad que tenia durante la filmación. Para la voz de una de
las actrices se usó la voz de una de las hijas que tenía el mismo
timbre de la madre.
Hoy gracias a la colección 'The
Criterion, podemos ver la version completa del film.
Con Grass, dice el director, aprendí a
entender la nobleza del arte. Encontré que podía hacer algunas
cosas que podían ser del disgusto de quienes hablan de “la buena
educación”. Schlondorff se refiere aquí a esa toma donde el primo
lleva y pone los pies entre las piernas de Agnes, quien lo acepta sin
reparos. Y todo bajo la atenta mirada de Oscar quien juega debajo de
la mesa. Estoy seguro que al momento de filmar esa imagen, Oscar ya
no estaba ahí, pero la camara te sugiere esa idea. Había que cuidar
al niño, sin duda.
1 comment:
Genial!
Post a Comment