Sunday, September 18, 2011

El Barcelona, el fútbol y el Perú del cholo Sotil.


El Barcelona goleó 8 a 0 al Osasuna y se sacó el clavo de los dos empates anteriores y seguidos.
El cuadro 'culé' arrasó de la mano de Xavi Hernández y de sus jugadores que tienen una talla deportiva que no se mide con un centímetro común y corriente. Xavi incluso marcó un gol de gran factura, hizo lo propio el ‘cuaje’ Villa y Leo Messi se sumó con los suyos, al igual que Cesc Fábregas, quien parece haber jugado siempre en ese equipo que dirige Pep Guardiola.
El entrenador precisamente debe de haber 'cuadrado’ a sus pupilos tras los partidos anteriores, pues tras estar arriba en el marcador, terminaron igualando, lo que dejó una sensacion de fastidio en sus seguidores, acostumbrados a los triunfos constantes del equipo catalán.
Al parecer el equipo acostumbrado a ganar comenzó a compadecerse de sus rivales y les perdonó la vida, por decirlo de alguna manera. Entonces Pep Guardiola debió salir a ‘guapear’ a los miembros de su escuadra. A los ajos y cebollas del técnico al día siguiente de sendos empates, los jugadores asintieron el golpe y los jalones de oreja y salieron encorajinados a ganar, le pusieron así el toque final de pimiento que el equipo necesitaba. Leyendo lo que ocurre en España con el equipo vasco, recordé lo que pasa con el equipo peruano. Porque como quiero recordarles, soy peruano. Cuando el Barza juega recuerdo al equipo mágico de Cueto y Uribe, de Cubillas y Sotil, y los del Barcelona deben recordar también todo lo que aportó ‘el cholo’ a como juega hoy ese equipo azulgrana, sino hay que preguntarle a Johan Cruff, quien seguro lo recuerda con precisión. ‘El cholo’ Sotil, pese a su indisciplina, llevó a Barcelona el juego cortido y de picardía, el mismo que gusta y encanta a quienes amamos al fútbol, gusta y encanta más todavía cuando ofrece resultados positivos. Pero, al parecer, el cuadro catalán se contagió también de un problema por el que pasa el fútbol peruano que juega bien y bonito y siempre pierde. ¿Por qué? Porque en nosotros creo –hablo de los peruanos- existe mucha compasión con el rival (sino pregúntenle a la Historia de Miguel Grau y su compasión con el equipo vencido, durante una Guerra, que al final devino en una derrota nacional. No por su culpa, claro. Grau actuó bien y se ganó un lugar en el corazón de los marinos del mundo). Claro que el fútbol no es una guerra, aunque muchos hinchas piensen lo contrario.
Pero nadie podrá negar que al fútbol se ha llevado también preceptos bélicos que pueden servir para obtener una victoria. Quizás Pep ha leído ‘El Arte de la Guerra’, de Sun Tzu, y conozca muy bien eso de que ‘la estrategía es ganar, la táctica jugar al toque y aprovechar los huecos que deja el contrincante desordenado para atacar’. Al Madrid le juegan de otra manera, ‘lo irritan y como lo conocen de arrogante, fomentan su egoísmo’. Mou, tal vez haya leído también el libro, pero no lo ha comprendido del todo.
Volviendo al terreno de juego, recuerdo también que una vez jugaba Universitario de Deportes en algún lugar de Perú, Arrelucea - otro petiso genial, cuando se lo proponía- hizo un gol de antología. Se llevó a quienes le salieron a marcar, al arquero incluído, llegó al arco, paró la pelota, se tiró al piso y la metió con la cabeza en la línea del arco desguarnecido. Para mí fue un gol soberbio, como hincha me sentí precisamente hinchado de orgullo, mi equipo propinaba una goleada histórica de 5 a 0 y de visita. Sin embargo, vino el árbitro corriendo, se paró frente al jugador que celebraba y sacó la tarjeta amarilla. Se castigó un gol que se vio ofensivo en un deporte que se pretende sea leal. ¿Es leal el fútbol competitivo que se juega a ganar? Pregunto.
Hoy cuando leo que el Barza arrasó 8 a 0 se me viene a la mente eso de ser compasivo. No sé si Pep Guardiola haya meditado acerca del tema cuando habló con sus jugadores, no sé si lo hizo ahora que lograron una victoria aplastante. En este caso, hemos visto al Osasuna como el pobre equipo español que no resiste el vendaval del fútbol que mostraron los llamados ‘culés’. No por nada los otros equipos españoles se quejan del potencial del Barcelona y del Real Madrid por lo que significan también económicamente. ¿Y ahora no será que despertaron en el Barza ese afán de ganar bien para evitar que esos pequeños Davids heridos saquen la onda, lancen el látigo y obtengan por lo menos un empate?. No, no, ahora no habrá empates. Hoy acostumbrados a ganar querran ganar arrasando. Y la compasión ¿sera necesaria en este caso?
El fútbol no entra en filosofías religiosas, es un deporte, vale, dirán los españoles. Más fuerte lo podría gritar un portugués arrogante, irritado con lo que ocurre con su equipo, cuando de jugar con el Barza se trata.
No sé si Pep Guardiola reflexionó en lo que les vengo exponiendo. Y a los peruanos ¿qué les podemos decir? Salgamos a jugar bonito, pero metiéndole el zapatazo que a veces se necesita para que la pelota se meta en el arco contrario, por qué como recordarán “sí los arcos fueran laterales, Perú sería el campeón del mundo”.
Eso parece que estuvo pasando con el Barza que se apoderaba de la pelota, de la cancha y se estaba olvidando de que había que metarla para ganar. Ahora que despertó, goleó, tal vez lo siga haciendo.
Ahora saltándome un poco más el charco de mis ideas diseminadas, preguntó ¿qué dirá de todo esto Markarián?
Un detalle adicional, empecé esta nota mencionando a Xavi Hernández y no es por nada, acabo de leer que unió a su hobby de navegar en su barco algo más, buscar setas en el bosque de cataluña. Pep Guardiola dice ‘sí él se dedica a buscar hongos en sus ratos libres, no sólo estamos hablando de un buen jugador, estamos hablando también de un buen hombre’. La última, ¿cuál será el pasatiempo de Guardiola, tal vez leer bien a Sun Tzu?.

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