Tuesday, January 18, 2011
El tema principal en los libros de cuentos
Lo más difícil para tener un buen libro de cuentos no sólo es juntar nueve o más relatos, lo más difícil es escribir buenos cuentos y agrupar los mismos con un tema central que actue como guía, soporte, base (use otro término parecido) a lo largo de las 100 ó más páginas.
Alguien me decía que para hacer un pastel de coco no sólo se requiere harina, huevos, mantequilla, azúcar y un recipiente adecuado. Hay que rallar bien el coco, esparcirlo y mezclarlo con la masa para que- una vez listo- al ser cortado el pastel en pequeñas tajadas, todos los invitados puedan sentir y degustar la fruta que hemos elegido.
Los antologías son los que mejoran grafican el asunto del tema para un libro. En la ‘Antología de la Literatura Fantástica’ preparada por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, los argentinos se han remontado hasta la época de las historias árabes, sin dejar de lado el maravilloso relato breve chino. Todos están agrupados bajo el signo de lo fantástico y son autores de varias nacionalidades los que han sido antalogados. Aquí un pequeño ejemplo del francés Jean Cocteau titulado ‘El gesto de la muerte’.
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
- No fue un gesto de amenaza –le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispajan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.
Esta también la antología del 'cuento triste' que fue hecho por Augusto Monterroso y su esposa en la que la tristeza se filtra en sus más de 300 páginas. Entre estos cuentos figura ‘Una Rosa para Emily’, relato magistralmente escrito por el estadounidense William Faulkner.
‘Cuentos de fútbol’ es el trabajo de recopilación hecho por el otrora delantero argentino Jorge Valdano. En el trabajo se juntan los relatos de más de veinte narradores que tienen como tema principal todo lo que esta asociado a la practica del más bello deporte del planeta. En el libro de fútbol figuran desde relatos dedicados a los goleadores que andan peleados con las redes, los arqueros que de héroes pasan a ser villanos, hinchas que sueñan con abrazar a sus ídolos aunque sus ídolos no tengan corazón, incluso están relatos dedicados al balón y también se habla de árbitros quienes con sus decisiones erradas no sólo cambian el resultado de un partido, sino también la vida de muchos que están involucrados en el deporte.
En “La palabra del mudo” Julio Ramón Ribeyro reunió historias de peruanos que no tienen voz, de esos seres humanos que viven en el límite, golpeados por la pobreza y el desamparo y se convirtió en el escritor que les dio la posibilidad de expresarse, de contar sus angustias y sus penas, sus sueños y sus pesadillas, su lucha y su triunfo pírrico. Ahí están esos relatos dignos de cualquier antología titulados “Los gallinazos sin plumas” y “Al pie del acantilado”.
En los libros de cuentos, los escritores eligen diferentes caminos para agrupar sus historias. En “Historias de hombres casados” el argentino Marcelo Birmajer tiene como tema principal los engaños, las angustias, los fracasos y los sueños, la infelicidad y la felicidad de hombres casados, sin olvidar su condición de judío que vive allá en ese país cercano a la Patagonia.
En “Trilogía sucia de La Habana”, Pedro Juan Gutiérrez, nos cuenta los problemas, las angustias, sueños y vivezas de quienes sobreviven en Cuba bajo el régimen totalitario de los hermanos Castro. En los relatos vemos como el ser humano se va degradando y ve en el sexo una posibilidad de escape a sus grandes retos de vivir en ese barco que navega sin rumbo, con las velas y mástiles roídos y sin poder cambiar de rumbo, con el motor que sólo ruge para simular que aún puede seguir aunque los marineros sepan que por todo lado “hace agua”.
Ana María Matute siempre cuenta el mundo infantil en el que le toco vivir. Los niños y su mirada tierna y profunda siempre están presentes en cada uno de sus libros de cuentos. Siempre que uno lee a la escritora barcelonesa se enternece con esos niños de la Guerra Civil Española y también se sorprende al comprobar todo lo malvado que puede ser un niño que no sabe medir las consecuencias. A mi siempre me encanta releer aquel relato titulado ‘Una rama seca’, donde una niña pobre, que sufre de falta de amor tiene en su muñeca a la única ‘personita’ con quien hablar y calmar su sufrimiento; sin embargo, al final del relato descubrimos que esa muñequita es una simple ramita seca a la que no cambia por ninguna otra muñeca y muere, no sabemos si por entrañarla o por las fiebres y la pobreza que la golpean.
García Márquez hizo algo muy sútil al presentar su libro de cuentos titulado “Doce cuentos peregrinos”. El colombiano agrupó sus relatos bajo la explicación inteligente y sagaz que dio en el prólogo de su libro. El escritor deseaba que los cuentos dejen de errar sin rumbo y sin libro que los agrupe. Hay que recorder que cada relato del volumen tiene un tema diferente, pero como dijo el autor: fue necesario buscarles un espacio donde puedan convivir juntos y evitar que se perdieran en el baúl de los olvidos. En este caso es el título que actua como eje, soporte o visagra de todo el pequeño volumen. Están en ese libro salvado y tierno cuentos como ‘Un rastro de sangre en la nieve’, ‘María dos Prazeres’, y ‘Sólo vine a hablar por teléfono’. Sin duda hay más, pero sí uno quiere tener una guía básica les sugiero empezar con los libros de los que hablo en éste mi pequeño espacio cibernético.
El dibujo adjunto es creación de mi sobrino Gabriel Sebastián Vela del Valle.
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