Soy un peruano que vive fuera de casa. Hoy me preparo a pasar un crudo invierno, por esa razón me compré una chalina, con la que me envolveré hasta las ideas.
Soy el hermano mayor de cuatro hermanos. Todos nacimos superando los 3.5 kilos de peso. Mis hermanos crecieron, yo no mucho. Soy un intento fallido de la televisión peruana. No tengo talento para eso. Ahora escribo en este blog, aunque dos genios me dijeron que no servía tampoco para esto. Tenían razon porque eran genios, pero soy terco. Sólo una fe ciega me mueve las manos. Ojalá aprenda, es mi esperanza.
Leí que puedo lograr hacer algo significativo si practico algo por más de 10 años. Llevo un año, mi consuelo es que el número nueve es mi número favorito.
*Poema escrito luego de algunas experiencias: Cuando leía la
biografía de Arthur Rimbaud llegó a mis manos la pelicula ‘Violeta (Parra) se
fue al cielo’. Al comentar la historia de la chilena dije “yo conozco el lado
feo de las calles por las que ella transitó”. Una persona muy querida me
respondió: “Si querido, ojalá nunca vuelvas a ese lugar de nuevo”. LLenándome
de valor, descendí por un rato y de ese pantano de mi alma arranqué esta flor... Un detalle adicional, dicen que Rimbaud escribió “El barco ebrio” a los 17 años,
había terminado de leer a Julio Verne. Yo no estuve ebrio cuando -tras sacarme
la piel- me sumergí en el fango donde vive Leviathan.
Me pasó algo sorprendente con la escritora estadounidense
Annie Proulx. Después que la leí no pude compenetrarme con otros cuentistas.
Pasaron algunos meses para no tenerla muy presente y poder reconciliarme con
otros narradores. La fuerza de su narración es tremenda, te ata como lector.
Annie Proulx saltó a la fama luego que uno de sus cuentos se
hiciera película y ganara algunos premios de la Academia de Hollywood. La
autora de ‘Brokeback mountain’ es una experta buceadora en la mente de sus
personajes. Ella se sumerge hasta lo más profundo del alma humana para sacar
una joya valiosa y ofrecerla a sus lectores. Hoy la podemos leer en español
gracias a la reciente publicación de sus relatos en un libro titulado “Wyoming”.
Entre sus relatos favoritos esta “Nadando en el barro” y es precisamnete
el que abordaré en esta oportunidad. El cuento fue publicado primero en la
revista The New Yorker, en junio de 1998. No sé si la traducción del título al
español de cuenta exacta de lo que Annie Proulx quiso decir cuando publicó su
historia titulada ‘The mud bellow’. Como dice el mismo título, el cuento es una
exploración más abajo del fango.
De ese fango del que algunas veces sale bien parado Diamond
Felts, cuando un toro arisco lo tira del lomo. Felts es un muchacho de 23 años,
quien desoyendo a su madre decide convertirse en un cowboy de los torneos para
vaqueros del medio oeste estadounidense. Pero ¿qué hay detrás de esa decisión? ¿Por
qué un joven quiere someterse a una prueba tan difícil?
Annie Proulx nos da una respuesta. La narración no es breve,
comienza en el momento que Felts va a tratar de permanecer por muchos segundos
en el lomo de un toro salvaje que ya es una leyenda por su mal genio. Al momento
que los ayudantes abren las portezuelas de la caja-celda donde tienen inmóvil
al cornudo en espera de la orden del cowboy que cree estar cómodo, la escritora
decide comenzar su relato desde el principio. Diamond Felts esta trabajando en
un lugar donde crían ganado, al final de la jornada y por diversión de los dueños
se les pide a los nuevos trabajadores probar suerte con la monta de toros nada
dóciles. El pequeño Felts sorprende a los ganaderos de este pueblo de Wyoming cuando permanece en el lomo del toro más allá
del tiempo límite esperado y cuando sale despedido del animal aterriza de pie
en el piso. El talento innato demostrado es prueba suficiente para que quienes
ven la hazaña del pequeno joven lo alienten para que se haga profesional. Felts
recuerda que la única vez que montó un toro fue cuando su padre lo llevó a
cabalgar caballitos en un carrusel. Después de aquel día le comenta a su madre
que se hará vaquero de competencias. Su madre desea verlo en la universidad,
porque el rodeo es para chicos de abajo. Felts deja su casa y comienza su aventura.
Con la pierna rota vuelve a casa, ahí descubrimos que su madre esta sola, ella
vive con su hermano menor quien dice haberlo visto cuando el toro lo tiraba. La
madre es muy opresiva con Diamond, no permite que su hijo se tome libertades,
mucho menos que hable lisuras. Lo que le duele es que ella lo llame renacuajo.
Es la madre quien lo lleva a conocer a un ex cowboy lisiado en su propósito de
sacarlo de las competencias. El joven sigue desoyendo, pero recuerda algo muy
feo que su padre le dijo cuando este dejó la casa y a su madre. Poco a poco ese
enojo lo irá ganando y actuará con agresividad incluso con la esposa de una de
sus colegas, quien como su madre osa llamarlo enano. La vida de Diamond Felts
es la vida de un cowboy que pasa dificultades, pero persiste hasta encontrar
algo. Ya lo han revolcado en el fango, pero no ha llegado a tocar fondo. Cuando
volvemos al inicio sabemos que ese final esta próximo. El cowboy es sarandeado
como una toalla. Cuando ocurre, el castigo del cowboy es doloroso, pero no es
tan doloroso para Diamond, quien tratando de encontrar respuestas llama a su
madre para preguntrarle, qué quiso decir su padre con lo que le dijo aquella
vez que dejó la casa. Es el momento en el que entendemos por que este muchacho
se ha sometido al castigo.
No tengo los pormenores de cómo Annie Proulx llegó a
escribir este relato. No sé si sólo lo exploró o alguien le contó algunos
pormenores. Pero usando la imaginación puedo llegar a verla pensando y preguntándose,
por qué los jóvenes cowboys se tienen que arriesgar a montar los toros salvajes
y verse expuestos a la posibilidad de salir disparados, romperse los huesos o
morir. Ella encontró una respuesta, quizás no sea del todo cierto, pero es una
excelente aproximación.
Brokeback mountain y Wyoming.
Lo que sí conozco es cómo la escritora estadounidense
escribió ‘Brokeback mountain’. Ella dice que le gusta observar. Así que un día vio
a un cowboy retirado de más de 60 años mirando a dos jóvenes que bebían y jugaban
en un bar. ‘Esa mirada’ le picó la curiosidad. No fue una mirada cualquiera,
esa mirada tenía un significado mayor. No fue un vistazo o una ojeada, era algo
más. Ella trató de entender el significado profundo de esas pupilas dilatadas y
allí se sumergió para pescar algo. De tanto estar buceando pudo llegar a tocar
el fondo y entonces la pesca se hizo fácil. Supo entonces que se trataba de un
homosexual, fue así que decidió escribir su relato traducido también como ‘En
terreno vedado’.
El cuento -llevado al cine y traducido al español como ‘El
secreto de la montaña’- es una de los trece relatos que forman parte del libro
‘Wyoming’, publicado por editorial Lumen. De este relato se ha escrito bastante
y ha dado pie a que la escritora sea reconocida en el mundo entero. Aunque la
historia no es precisamnete la mas leída por los pobladores del estado de
Wyoming, como bien lo reconoce Proulx. El tema de la homofobía, la falsa moral
y todo lo ‘feo’ que se pone al descubierto no ha sido muy tomado en cuenta.
Todos en todas las partes del mundo quieren sólo que se de a
conocer lo arreglado y bonito de la fachada de sus casas, jamás quiere nadie
que se hable de lo mas íntimo, por más que alguien lo haga con sentido humano y
universal.
Nunca Annie Proulx dio a conocer una receta para escribir
cuentos, ella suele decir que para escribir bien, hay que leer bastante y lo
que si tengo presente es que ella suele decir que ‘el lugar es el que dirige el
relato’. Cuando tú llegas a conocer un lugar llegas a saber a que se dedica la
gente, de que se habla, cuales son sus costumbres y su historia y … (esto es mío)
puedes ir a fondo sin necesidad de visitar sus casas.
Los guías de turismo recomiendan ir a Wyoming los últimos días
del mes de julio. Es la temporada más caliente del año y es donde uno puede
gozar de la naturaleza en todo su esplendor. Se puede visitar la capital
Cheyenne si uno viene desde Denver – Colorado, estado con el que colinda al
sur. Y siguiendo hacía el oeste en línea muy horizontal visitar Saratoga.
Para ser más preciso, Bird Cloud es el lugar donde vive
Annie Proulx. Ella construyó su casa a su gusto precisamente en ese lugar. Ella
vive allí desde 1995. Alguna vez Proulx contó que decidió ese lugar luego de
andar presiguiendo a uno de los personajes de su novela ‘Postcard’ (Tarjeta
postal) para no cometer el error de John Steinbeck, quien al escribir ‘Las viñas
de la ira’ situó a sus personajes en un lugar donde jamás había ocurrido algo
parecido a lo que contó. Bueno, el lugar donde ella vive es paradísiaco. Se
trata de un rancho que se edificó al pie de peñasco por donde transcurren las
aguas de un río caudaloso en épocas de lluvia y según sé el viento ruge como
fiera invisible.
Wyoming es un estado casi despoblado, menos de 600 mil
personas viven en un territorio que tiene 360 millas de largo por 280 millas de
alto, pero sorpendentemente tiene el mayor porcentaje de suicidios en los
Estados Unidos. Pero no se preocupen por eso, dice Proulx, si desean conocer
una zona sorprendente, visiten el lugar. La cantidad de residuos fósiles y la
tierra en constante ebullición, pareciera darnos cuenta que el pasado esta
todavía ahí presente, al alcance de la mano.
El encanto de la zona, muy cerca a la Sierra Madre, es lo
que cautivó a la escritora, quien después de estar viviendo en distintas partes
de su país decidió asentarse en Bird Cloud. El rancho estuvo en venta, pero
Proulx volvió a enamorarse y decidió seguir en su casa. Lo cierto es que su
gran colección de libros –ella habla de más de cinco mil volúmenes- hace muy
difícil el deseo de mudarse del lugar. Pero ella dice ‘sigo considerándome una
gitana’ y tiene razón. Su padre es un franco canadiense que le acostumbró
precisamente a eso, a mudarse constantemente.
Annie Proulx nació en
Connecticut, estudió la escuela en Maine, estudió Historia en la universidad de
Vermont, donde obtuvo altas calificaciones, pasó por Canadá y estuvo en Nuevo
Mexico hasta que llegó a Wyoming.
Cuando uno escribe y descubre todo lo que tiene un lugar y
quienes viven en ella -dice Proulx- es fácil poder sacarle todas las historias
que uno desea. Uno observa y las historias aparecen en gran número, comenta.
Precisamente en su libro de cuentos titulado ‘Wyoming’ notamos que Proulx tiene
razón. En ese inmenso territorio casi virgen, sus pobladores cazan renos, se
enfrentan a uno que otro grizzlie, crían ganados, a veces se animan por probar
con algunos búfalos, montan toros, caballos, tienen que pagarle grandes sumas
de impuestos al Estado porque el Estado es el verdadero dueño de esas tierras.
El río crece, el viento destruye, la lluvia arrecía. La vida en un mundo duro
es por consiguiente también duro. Los hombres pelean y algunas mujeres se
tienen que pelear con los hombres para sobrevivir.
Detalles en torno a
la vida de Annie Proulx
La madre de Annie Proulx fue pintora. Son cuatro hermanas.
‘Heart song’ fue su primer libros de cuentos. Fue publicado
cuando la escritora tenía 53 años. Ganó el Premio Pulitzer. Tiene una novela traducida
al español, Atando cabos, que también ha sido llevada al cine. Comenzó a
escribir con las iniciales de su nombre E. A. Proulx.
Siempre le ha interesado el tema de los inmigrantes. ¿Por qué
vienen, por qué se quedan? Y ¿por qué no se van pese a estar pasando lo peor?
Sus ancestros vinieron a América del Norte antes que
llegaran los inmigrantes del barco Mayflower.
Estuvo tres veces casada. Nunca pensó ser escritora, pues se
considera más lectora.
Le encanta trabajar sola, sin burocracía y sin la gente
irrespetuosa que se encuentra en las oficinas. La vida de una escritora es
perfecta para mi, dice, ‘puede escribir cuando deseo, si me despierto a las
3.00 a.m. escribo sí así lo deseo.
Le encanta
el rodeo y tiene una gran colección de libros acerca del tema. Le encanta el
tema de borrachos, pero no sólo en el rodeo hay borrachos, mi ex primer suegro
lo fue, comenta.
No cree en los premios. “Los premios se crean en los Estados
Unidos, hay gente que busca libros con una gran etiqueta”.
Sorprende cuando dice que es raro que lea ficción.
Para escribir Annie Proulx busca el lugar y tras hacer un investigación
de la situación económica, cultural y se lanza a escribir. Le gusta escribir en
tercera persona.
Para la escritora un cuento es una forma superior de
literatura. Escribe el final primero. Siempre sabe a donde va. Sé como acabará y tengo una simple idea final que sostendrá todo.
Un cuento demanda mucho, hay que tener un gran conocimiento
de la naturaleza humana y sus puntos particulares. En el cuento cada palabra
cuenta y la puntuación dice mucho. No creo que haya cultivado un estilo,
escribo como soy. Escribe a mano y soy capaz de escribir una historia 16 veces.
Admira a Aidan Higgins de quien dice que es el mejor narrador, tiene un sin número
de buenas oraciones.
El problema de los escritores es que son lectores muy
pobres. La escritura viene de la lectura y la lectura es el mejor profesor para
escribir.
A mi me sorprende mucho la imaginación, dice
la escritora, quien escribió mucho acerca del tema.
Escribe desde el punto de vista de hombre. Siempre quise un
hermano y los hombres siempre están haciendo cosas. Me gusta explorar su mundo, concluye.
Me volví fanático de la serie de televisión ‘Breaking Bad’
(Volviéndose malo) justo ahora que los productores decidieron finalizar el
rodaje después de 62 capítulos.
Debo confesar que comencé a ver el programa con mucho
retraso porque no veo televisión con regularidad y porque suelo sentarme frente
a la ‘caja boba’ sólo para ver películas en DVD y algunas otras series de
televisión de mi agrado.
‘Breaking Bad’ no la hubiese mirado sino es por recomendación
de una amiga bibliotecaría. ‘Te va a encantar’, me dijo. Antes ‘Homeland’ fue
mi sugerencia y siempre que nos veíamos comentabamos lo que pasaba y lo que
pensabamos podría pasar en las ediciones siguientes. ‘Me sorprende que no sepas
nada de esta otra serie’, decía la bibliotecaria. Así que esta buena amiga se
encargó de pedirme los discos desde el principio y en orden para no perderme la
historia completa. Y creánme, le estoy agradecido.
Me friega hacer esto, pero tengo que comenzar por el
principio. Lo haré un poco tarde, pero esta vez será para dar una manito a
quienes aún no han tenido la suerte de ver esta serie de televisión.
‘Breaking bad’ cuenta la historia de un profesor de química
-Walter White, así se llama el protagonista- quien recibe la triste noticia de
padecer un cáncer terminal en los pulmones. La mala noticia no podía ser tan
inoportuna ahora que su esposa espera a su segundo bebé. Walter y Skyler (así
se llama la esposa) ya tienen un hijo mayor (Walter Jr.) quien padece mucho al
caminar y hablar porque cuando nació sufrió de parálisis cerebral.
Walter padre no quiere dejarlos en la orfandad y sin dinero,
razón por la cual opta –gracias a sus conocimientos de química- por asociarse a
su ex alumno de la escuela secundaria Jesse Pinkman para hacer drogas:
metanfetaminas de enorme pureza.
Cuando vi el primer episodio de la serie pensé que la premisa se parecía a ‘Flores de
juego’ o ‘Hana Bi’, una película del actor y director japonés Takeshi Kitano,
donde un policía opta por robar un banco para pagar una deuda a la Yakuza o
mafia nipona y darle a su esposa unos últimos días felices.
Nada más fácil que cambiar los personajes, un buen policía
que se corrompe por dar paz y felicidad a su esposa que tiene un mal terminal no
está muy lejos de un amable profesor de química que decide hacer lo que sabe
para dejar sin problemas económicos a su familia cuando no pueda hacer frente a
un cáncer despiadado.
Sin embargo, los encargados de la serie dicen que se les
ocurrió la idea mientras hablaban en una oportunidad acerca del temor de
quedarse sin trabajo. Si eso ocurría ¿qué harían? Lo mas fácil, rentarían un
bus con cocina y baño para ir preparando drogas por todo el país. Vaya,
creatividad, ese día llegó, los productores le compraron el vehículo de viajes
a una pareja de jubilados y lo plantaron en Albuquerque, en el desierto del
estado norteamericano de New Mexico, donde rodaron en 35 mm el inicio de la
historia.
Walter White llega a asociarse con Jesse Pinkman luego que
este último escapa de una redada policial de la DEA. En la fuerza policial
trabaja el concuñado de Walt. Hank es un tipo rudo, bastante fanfarrón, pues
siempre anda jactándose de su valentía durante el trabajo. Hank esta casado con
Marie, una mujer con problemas de cleptomanía quien llega a poner en serio
riesgo a los miembros de su familia.
Para los trabajos de detalle, según el productor principal Vince
Gilligan, cuentan con ex personal de la DEA. 'Ellos nos han ayudado a montar los
pequeños laboratorios que se ven en la serie. Un experto cocinero policial
mostró al equipo de televisión cómo se procesa el producto y los encargados de
la producción siempre están tratando de inventar algo que se parezca a lo
observado'. Gilligan dice que en algunas oportunidades han puesto a hervir leche
y han producido burbujas con sal de soda. 'Incluso hemos usado chocolate para
dar la coloración que buscamos', comenta.
Una profesora de química, fanática de la serie, siempre está
colaborando con la producción para dar algunas fórmulas o hacer algunas
practicas como las que se ven a Walt durante los momentos que da sus clases a
los alumnos de la escuela secundaría.
De la escuela secundaria Walt roba todos los tubos de
ensayos y pipetas que usa en su cocina para preparar la metanfetamina. Si en la
primera parte de la serie el profesor de química se ve timorato, poco a poco irá
conociendo el negocio y experimentando un cambio. Siendo su motivacion muy
grande –dejar segura a su familia- pronto entrará a defender con vehemencia
todo lo que hace, y como el camino al infierno esta lleno de buenas
intenciones, pronto veremos a Walt entrando en un callejon sin salida. Poco a
poco Walt convertido en Heisenberg será muy temido en el submundo de la droga.
Los callejones sin salida son los que tienen enganchados a
los televidentes amantes de la serie. Para el grupo de guionistas que trabaja
en ‘Breaking Bad’ las puertas que se van abriendo mientras avanza la historia
deja un sinnúmero de posibilidades de solución. Por su parte, los actores han puesto mucho de
su talento para que esta historia tenga el respaldo que tiene. Bryan Cranston
se ha dejado filmar en ropa interior sin ningún prejuicio y al salir a
enfrentar a las sirenas con una pistola dejó la huella que los productores
deseaban dejar sentada al inicio de la serie: “Este es un western contemporáneo,
donde los vaqueros no usan pantalones, pero nunca olvidan calzoncillos blancos muy
ceñidos”. Cuando el personaje de Walter debe enfrentar la quimioterapía y
perder el cabello, fue el propio Cranston quien se rapó la cabeza. No es por
nada, con su actuación ya ganó muchos trofeos Emmy.
Jesse Pinkman por su parte iba a morir en los primeros capítulos,
pero con su actuación hizo que los guionistas lo rescataran después de las pálizas
a muerte a las que le sometían los vendedores de droga con quienes negociaba.
Bueno, lo cierto es que hoy se sabe que la historia irá a la
pantalla grande y será Steven Spielberg el encargado de dirigirla. Todos querrán
ver a Bryan Cranston como protagonista.