Thursday, August 21, 2014

El stress, una mirada positiva.

“El stress puede ser beneficioso para tu salud”. Cuando escuché decir esto presté atención. Sé que el stress esta acabando con la vida de los seres humanos, pero que resulte beneficiosa para cada uno de nosotros, esa es otra historia.

El stress está creando una serie de problemas cardiovasculares, mata células cerebrales, modifica los cromososmas genéticos , cambia la forma corporal de la gente, deformándola, acelera el envejecimiento, produce la caída del cabello, incluso puede llegar a romper los dientes. Si aceptamos lo enunciado, tenemos un factor adicional para que el stress acabe con nosotros. Lo cierto es que tenemos que hacer algo con urgencia. Lo primero y sólo para dejarles un adelanto, tenemos que cambiar nuestro sistema de creencias. Porque si pensamos que el stress mata, seguro que pasaremos a engrosar la larga lista de occisos por su causa.

¿Que es el stress?

Para ponerlo de manera sencilla, el stress es una respuesta a los eventos que ocurren . Es una adaptación de sobrevivencia. Cuando algo ocurre nos preparamos para pelear o para huir (en inglés se conoce esto como ‘fight o flight’). Es una respuesta mental a lo que debemos hacer para enfrentar un problema. Y algo que no debemos olvidar, el stress es la conexión más rápida que la mente hace con el cuerpo para tomar una decisión inmediata.

Hace algunos años National Geographic presentó un especial titulado ‘Stress, el retrato de un asesino’ donde se observa al neuro-endocrinólogo estadounidense Robert Sapolsky estudiando a los baboons. Lo que ocurre con la pequeña sociedad de primates en Kenia, Africa, permitió ver algunas similutes con el comportamiento humano, en Londres, Lima, Nueva York o Amsterdam. Y lo que resulta aún más interesante, los primates han logrado modificar para su tranquilidad ciertos patrones de conducta, algo que a los humanos todavía nos cuesta desarrollar.

De acuerdo a lo estudiado por Sapolsky el nivel de stress en los baboons tiene que ver con el rango que ocupan en el grupo. El líder presenta menos problemas que el primate de menor rango. El baboon de rango menor esta sometido a más presión y tiene más riesgo de morir. ¿Sucede lo mismo entre humanos? Fue la pregunta inmediata y los especialistas que trabajan en el campo comenzaron a observar a los trabajores británicos de acuerdo al rango de ocupación.

El stress afecta el sistema inmunológico, causa problemas de obesidad, arteriosclerosis, nos resta la memoria, mata las células cerebrales y puede causar un ataque cardíaco. No sólo se observó la adrenalina y los glucocorticoides, también se midió la dopamina y se pudo ver que el placer es vital para enfrentar el stress. Los primates machos de mayor rango -con mayor oportunidad de cópula- presentan regiones cerebrales más activas. Se descubrió asimismo que los telometer en la punta de los cromosomas se alteran, pero se pueden regenerar si tomamos el cuidado de alguien con mucha compasión. La risa es también fundamental para enfrentar el stress.

Los estudios señalan que no importa que rango uno ocupe en la sociedad, lo que cada quien debe hacer para enfrentar el stress es pensar positivo. No hay que gastar energía en vano. (si observamos un cerebro en vivo podemos notar como se realiza el desgaste de energía, la mente corre de pasado a futuro, sin darse cuenta del presente. Es una carrera loca y sin sentido). Y lo final que observó Sapolsky con los baboons nos tiene que servir ya para frenar el desgaste enfermizo.

Hace algunos años la sociedad de baboons colapsó. Se dedicaron a recoger comida de los basurales y se contagiaron y sucumbieron con la tuberculosis humana. La mayoría de machos de mayor rango murieron, quedaron los que tenían un rango menor. Se estableció entonces otro tipo de sociedad, los más agresivos se murieron, fueron víctimas de su propia prepotencia. Y la pregunta de rigor apareció ¿si los primates lo hicieron, podremos los humanos hacer lo mismo?

Hay que recordar que para lograr tener perros en casa, los humanos seleccionaron a los lobos más mansos y los fueron domesticando. Si lograban un cachorro agresivo lo separaban, se quedaban con los más dóciles, poco a poco los lobos se hicieron perros y hoy nosotros podemos gozar de su amigable compañía.
 
Los humanos frente al stress.

Cuando alguien se enfrenta con un problema, real o inventado, de inmediato responde. Algunos comen más, fuman más, beben más o hacen cualquier estupidez.

Los especialistas recomiendan que debemos usar la imaginación de manera correcta. No para crear stress. El cerebro sólo escucha dos mensajes: todo esta bien o hay un problema en ciernes. A veces no hay ni uno solo, todo lo inventó la mente. Por eso los especialistas recomiendan responder de manera positiva. Con humor. Lo mejor es relajarse para encontrar respuestas.

Escuché el caso de una persona a quien le detectaron cáncer. Estuvo a punto de colapsar al saber del mal. El profesional que sabe cómo enfrentar esta situación real debe ayudar al paciente a buscar en su interior un momento en el que tuvo tal resolución para enfrentar y vencer una dificultad grande. Esa misma fuerza tiene que comenzar a desarrollar en su mente para vencer a la enfermedad.

Cuando uno responde bien logra crecer y desarrollar una fuerza que los especialistas llaman ‘resilience’ (la gran capacidad de tolerar y salir victorioso ante una dificultad). Cuando uno responde de manera negativa incrementa el riesgo de lo que sufre. La negatividad ayuda al cáncer en su agresividad, es como abrirle las puertas para que destruya. Por simple deducción lógica se observa que el stress baja las defensas y daña aún más el sistema inmunológico.

Hay que pensar que el stress es un mensaje que grita: ‘hay urgencia de cambiar algo’. Para cambiar algo tenemos que empezar cambiando nuestra negatividad, los pensamientos equivocados afectan nuestra eficiencia, nuestro poder de memoria y la toma de decisiones. El stress tiene un impacto sobre lo físico y lo mental. Si tenemos un objetivo, una presión, una urgencia, un examen o lo que se nos presente, tenemos que pensar que así es la vida, siempre fue así. Lo que cuenta es la manera de responder, esa elección debe ser positiva. Hay una regla que debemos tener presente, somos 10% de lo que ocurre y 90% de lo que pensamos de todo eso.

Cuando ocurre un evento tenemos que pensar que nuestro cuerpo se esta preparando para responder a un reto, entonces tenemos que responder de manera postiva. Hay que creer que tu buena respuesta te dará el coraje y la alegría de que lo puedes lograr. Ante un desafío me comprometo a hacer algo con determinación para poder controlar lo que deseo y debo ser tolerante con lo que controló, porque evidentemente hay cosas que nunca podré controlar.

En el cerebro creamos una hormona llamada oxytocina que se conecta con el corazón en momentos de dificultad y nos prepara para tomar una decisión. Si confiamos en que el stress es beneficioso para lograr nuestro propósito, la hormona hará que nuestro sistema cardiovascular bombeé más sangre y más oxígeno para cumplir con la tarea. La oxytocina hará que nuestros vasos sanguíneos se dilaten y haya más sangre corriendo en nuestra ayuda. De lo contario se cerrarán y nos crearán un problema.

Los primates baboons también han sabido dar muestras de gran coraje, aquí en internet ustedes pueden ver a una madre rescatando a su pequeño de las fauces de un cocodrilo. Los baboons van a beber a un río cuando de pronto los cocodrilos se lanzan a cazar a las crías desprevenidas. Un pequeño es atrapado por un réptil hambriento y de inmediato genara la reacción de la madre, que con gran determinacion enfrenta al atacante. El cocodrilo teme lo peor y suelta al pequeño primate. La madre logra su propósito y rescata a su cría.

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