El futuro lo podemos señalar con un dedo. Se convierte en un
destino. Puede tomar un año, cien o mil llegar ahí, pero no vayamos tan lejos,
el futuro esta aquí, al alcance de la mano. El mundial de fútbol 2014 que se
jugará en Brasil tiene los minutos contados. Se espera que el play de honor lo
dé un joven parapléjico, que valiéndose de tecnología de punta, dejará su silla
de ruedas, se parará y caminará para patear la pelota, se dará inicio entonces
al torneo deportivo más bello y esperado del planeta.
Alrededor de dos millones de personas postradas en sillas de
ruedas podrán hacer realidad el sueño de volver a caminar si el exoskeleton
desarrollado por el científico brasileno Miguel Nicolalis pasa la prueba de
fuego. Para la comunidad científica brasileña el poner a caminar a una persona
parapléjica será como poner a un hombre en la luna. Para Nicolalis el
‘lanzamiento’ será cumplir también su deseo infantil soñado. Ver que algunos
pasos para un hombre se convierten en un gran nuevo salto para la humanidad.
En el futuro y de acuerdo al desarrollo tecnológico ya no
habrá necesidad de enviar hombres a la luna, Marte o cualquier otro punto del
universo, para desarrollar la tarea de explorer, conocer, ver, incluso sentir
lo que hay más allá de nuestro horizonte terrenal. Será nuestro avatar o
nuestro ser reencarnado tecnológicamente el que hará el trabajo en puntos
distantes y eso sin que dejemos la comodidad de nuestro hogar.
El logro será paulatino. Basta echar una mirada en las
pantallas de nuestra computadora u ordenador para vislumbrar un futuro nuevo y
distinto. Y para graficar aún más lo que se espera, veamos lo siguiente: si
antes en las películas los actores no necesitaban dialogar para contarnos una
historia porque el cine era mudo, hoy tienen que aprender a hablar bien para
que los podamos entender, en el futuro los actores deberán aprender a usar
todos sus sentidos para comunicar aún más a la audiencia, porque el espectador
estará tan metido en la piel del actor que sentirá incluso el miedo paralizante
ante un alien o extraterrestre que se pudiera presentar en la historia.
Todas estos datos y más nos cuenta el científico
estadounidense Michio Kaku en su reciente libro titulado “The future of the
mind”. El también profesor de Física Teórica de la Universidad de New York y
cofundador de la teoría de las cuerdas dice que no necesitamos viajar tan lejos
de la tierra para encontrar algo maravilloso, cuando ese universo esta encima
de nuestros hombros. Conocer la mente es un desafío, ahí en esa masa de apenas
mil 400 gramos en promedio están escondidas las más grandes interrogantes de la
ciencia.
En el cerebro humano
y el universo están las fronteras más fascinantes del conocimiento científico,
precisa el profesor. Kaku señala que algún día el cuerpo podrá decaer y morir -como
sucede siempre- pero la conciencia podrá quedar suspendida para siempre en un
pequeño chip al que podremos acceder las veces que deseemos. Conversaremos así
con nuestros padres o abuelos en el momento que tratemos de consultar algo o
sentir su cariño sin que los tengamos junto a nosotros de manera corpórea.
El científico pronostica que dentro de algunos pocos años,
gracias también a un pequeño chip electrónico en algunas partes precisas del
cerebro, los pacientes aquejados por el temible mal de Alzheimer podrán retener
la memoria que necesitan para interactuar. Hasta hoy se sabe que en un cerebro
humano hay veinte lugares donde almacenamos nuestra memoria. En el hipocampo va
la memoria general, la amígdala almacena memorias emocionales, el thalamus
almacena información sensorial, las palabras se almacenan en un sector del lóbulo
temporal, el color y otra información visual va al lóbulo occipital y cuando
una memoria se activa hay mucha oscilación electromagnética vibrando en el
cerebro cuarenta veces por segundo, de acuerdo a un escaneo especializado. La
resonancia química es sorprendente. El trabajo del cerebro es unir esas
diferentes regiones y recrear la memoria completa. Por esa razón, el cerebro
consume el 20% de la energía del cuerpo (en los bebés el consumo es mayor y
llega al 65%). Kaku nos recuerda asimismo que en el cerebro humano esta el 80%
de los nuestros genes y tenemos ahí 100 billones de neuronas interactuando. De
acuerdo a un filósofo, la mente humana es una máquina que se anticipa y crea el
futuro, es lo más importante que hace.
Si hablamos del futuro de la mente, Kaku indica que más
adelante nuestros celulares podrán almacenar nuestra memoria, leer la mente de
quien tenemos cerca, hacer videos de nuestros sueños y desarrollar movimientos
telekinéticos. Como un dato curioso, Kaku recuerda que hoy nuestros celulares
tienen más poder informático que el que tenía la NASA cuando puso a dos hombres
en la luna, allá por el año de 1969.
Si hoy vemos a algunas personas caminando por las calles con
parte de la cara cubierta por efectos de la contaminación, en el futuro algunos
habitantes del planeta andarán con cascos especiales para evitar que alguien
les pueda leer los pensamientos. Porque ese es el deseo de los servicios
secretos de muchos países, saber qué piensa y hace el ‘enemigo’. Ya durante la
Guerra Fría, los rusos llegaron a colocar un insecto espía en la embajada
estadounidense de Moscú y éste fue detectado por un británico que accidentalemente
interceptó las señales que se transmitían. En aquel entonces los rusos sabian
qué harían los estadounidenses durante la crisis de Berlín y la Guerra de
Corea, cuenta Kaku.
Son las agencias de inteligencia las que están al acecho de
las nuevas tecnologías. En los Estados Unidos, el DARPA (Defense Advanced
Research Project Agency) fue creada en 1957 y pocos estadounidenses saben de la
existencia de esta unidad de defensa. La agencia se creó después de que los
rusos lanzaron el Sputnik. Gracias al DARPA contamos hoy con los famosos GPS
(Global Position System), los visores nocturnos, los satélites climatológicos.
Los especialistas de esta agencia no se pierden ninguna actividad científica
novedosa.
Volvamos a Brasil, donde Miguel Nicolalis debe andar dando
los últimos ajustes a su exoskeleton. El joven designado para la tarea deportiva
inaugural tiene que familiarizarse totalmente con el equipo que se instalará en
el cuerpo, debe coordinar las neuronas, los electrodos y todo el mecanismo que
envuelve el movimiento que pretende realizar y dar la patada al balón –la
bazuca en este caso- para comenzar el torneo de fútbol mundial. En el caso de
un humano son miles de neuronas las que se interconectan para dar permiso a la acción
requerida, Nicolalis ya probó su invento con monos y lo hizo vía internet, desde
Brasil lanzó todas las órdenes cerebrales por correo electrónico o e-mail para
que el avatar en Japón realice lo que el primate deseaba. Bueno, el nuevo
invento no sólo se espera ver que funcione en el país del sol naciente, el
brillo lo queremos ver en Lima y Nueva York así como en el resto del planeta. Todos
esperamos que el invento sea un éxito. Y el torneo también, pese a los
problemas que están ocurriendo en algunas ciudades importantes brasileñas.
En la próxima entrega trataré el tema de los genios. ¿Será
posible crear un genio como Albert Einstein? ¿Qué dice Kaku al respecto?
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