Wednesday, May 7, 2014

Las buenas hermanas del cuento.

   
Cuando Alice Munro ganó el premio Nobel de Literatura en el 2013 muy pocos hispano parlantes habían leído sus cuentos. Muchos medios escritos en español de todo el mundo inmediatamente publicaron uno de sus relatos: ‘Radicales libres’. No había leído el mismo, así que leí la historia con curiosidad y placer.

Cuando terminé de leer el cuento debo confesar que me gustó el giro final de la historia y la genialidad de la escritora canadiense para hacer lo que hizo. Con la base del cuento ‘Un hombre bueno es difícil de encontrar’ escrito por la escritora estadounidense Flannery O’Connor y con ‘Villa Ruisenor’, escrito por la inglesa Agatha Christie, Alice Munro escribió su propia versión y lo hizo con maestría.

Si mucho antes, el también Nobel de Literarura, T. S. Eliot dijo que ‘los poetas inmaduros imitan, los maduros roban. Los malos estropean lo que roban y los buenos lo convierten en algo mejor’, lo mismo se puede decir de los cuentistas. Y trataré de probar lo que digo.

En ‘Radicales libres’ Nati está de duelo, su esposo de más de ochenta años acaba de morir. Ella tiene un poco más de sesenta y padece un cáncer que le puede costar la vida. Se ha quedado completamente sola, no tiene hijos y recuerda cómo es que le robó el marido a una mujer casada. De pronto, alguien toca a la puerta de su casa, se hace pasar por un plomero que esta tratando de reparar algún desperfecto en la vivienda. Cuando ella le permite el ingreso el joven se descubre. Es un desequilibrado que acaba de matar a sus padres y a una hermana enferma, tiene la foto instantánea para probar lo que dice, pero eso no intimida a Nati, quien se muestra sorprendida. Inmediatamente trata de salvar su vida y comienza a contar una historia que parece ser verdad. Para salvar su matrimonio ha envenenado con ruibarbo –un veneno vegetal que no deja evidencias- a una amante más joven con quien su esposo la engañaba. Lo que cuenta parece intimidar en algo al desequilibrado, quien le perdona la vida, roba las llaves del auto y deja la casa. Más tarde, la policía viene a informar a Nati que el auto de su esposo fue robado por un asesino, pero que este ha muerto al estrellar el vehículo en la carretera.

Alice Munro cuenta que cuando tenía seis años leyó la historia de la pequeña sirenita enamorada de un apuesto príncipe. La sirenita no podía casarse con su amado por su condición de mujer pez y eso entristeció a la pequeña Alice, entonces ella decidió escribir la historia cambiando el final triste por uno más alegre, casando evidentemente a los enamorados.

Luego cuando iba a estudiar, la joven Alice recuerda que inventaba historias que la ponían en la posición de una heroína resolviendo una serie de situaciones adversas. Así describe la cuentista sus inicios de escritora. Veamos ahora lo que trato de probar.

En el relato ‘Un hombre bueno es difícil de encontrar’, Flannery O’Connor nos cuenta la historia triste de una familia que sale de Atlanta, Georgia, con rumbo a Florida. La abuela le pide a su hijo dirigirse a Tennessee porque de acuerdo a una noticia aparecida en un diario, un desequilibrado a huido de la prisión y es posible que atente contra quienes encuentre en su camino. El hijo ya ha decidido con su esposa llevar a sus tres hijos a Florida. En el trayecto, la abuela convence a su hijo de visitar una antigua casona de los alrededores, apartándose de la carretera por un camino afirmado, mientras avanzan la abuela se da cuenta que se ha confundido, pero es tarde. El vehículo se vuelca y sufren un accidente sin consecuencias fatales. De pronto aparece el desequilibrado y sus compinches quienes han visto lo ocurrido, pero en vez de socorrer a los heridos van liquidándolos por grupos. Desean cambiarse de ropa y un nuevo vehículo. La abuela trata de salvar a su familia primero, recordándole al desequilibrado que es un hombre bueno, que seguramente sus padres lo han educado con ese propósito. El solo hecho de mencionar al padre hace que el desequilibrado se enfurezca aún más en su fuero interno al recordar la terrible relación con su progenitor. Y como lo cuenta más adelante, un dia decidió liquidar a su padre y entonces decide también disparar al pecho de la pobre abuela. La historia es brutal y uno quisiera cambiar el final. Los niños son liquidados sin ninguna compasión, pero se muestran con mucho coraje ante sus victimarios y la muerte.

En ‘Villa Ruiseñor’, Agatha Christie nos cuenta la historia de Alix Martin, una mecanógrafa que a sus más de treinta años decide por fin casarse con Dick Windyford pues ha recibido una herencia que le permitirá gozar de una vida holgada. Pero por esas circunstacias de la vida, de pronto conoce a un visitante -Gerald Martin- con quien se casa en apenas una semana. Dick monta en cólera y le reprocha el hecho de casarse con un desconocido. La flamante pareja va a vivir a un lugar por el que pagan 3 mil libras esterlinas, no tienen servidumbre, sólo un jardinero viene a cuidar las plantas. Se estable un horario, pero por una celebraciones en el pueblo cercano, el jardinero se aparece otro día. En el diálogo con Alix, el jardinero cuenta que la casa sólo fue vendida por dos mil, como lo ha comentado el dueño a todos los vecinos. Y que el esposo Gerald le ha dicho que no vaya a la casa el viernes porque su esposa, Alix, se irá a Londres. Alix se sorprende, dos mentiras en apenas una breve conversación.

Dick esta decidido a no perder a Alix y se esta acercando, la llama para comentarle que se hospedará en una posada de las inmediaciones. Para crear más conflicto, Alix encuentra un cuadernito de notas, en el que Gerald ha hecho anotaciones, ella se sorprende de una que al parecer guarda una incógnita con hora. Decide encarar la verdad con su flamante esposo quien desliza una serie de versiones extrañas: ‘te has casado con barba azul’, le dice. Y agrega: ‘a las 9.00 p.m. quiero que me acompañes al sótano para reveler una fotografías’. Ella teme su asesinato y se niega a bajar. Al día siguiente decide indagar aún más husmeando entre las cosas de su esposo. Es entre las cosas de la maleta que descubre una serie de recortes periodísticos donde se da cuenta de un asesino de mujeres, un galán que las desposa para arrebatarles el dinero y luego liquidarlas. La foto de un diario muestra a un tipo parecido a Gerald y Alix entra en pánico. Es descubierta con las manos en la masa y entonces decide salvar su vida llamando a Dick como si llamara al carnicero. Mientras tanto, Gerald se sigue insinuando y con sus palabras pareciera que se esta revelando como un verdadero asesino, entonces ella apuesta por su última carta. Mientras toman café, le comenta que ha acabado con dos antiguos esposos a quienes ha suministrado un veneno –heroscinas-. Gerald se asusta y piensa que también correrá la misma suerte. De pronto, Dick se aparece en la puerta al rescate junto a un policía y todos encuentran al esposo muerto.

No sé si probé algo, pero sí hay alguna ligazón, esa ligazón no ofrece muestras del veneno suministrado, mucho menos da prueba de muertes similares en el desenlace final del cuento. ¿Será que sólo he tratado de ver esas semejanzas? ¿Es tan solo algún espejismo? Juzgarán ustedes mi aproximación.

No sin antes revelarles un dato final. Alice Munro cuenta que empezó tratando de hacerle la vida feliz a sus personajes, pero finalmente sucumbió a la tentación de escribir acerca de la tragedia. Sin duda, ella también tiene historias brutales.

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