Saturday, October 13, 2012

'Una separación', un drama en el Irán actual.


“No puedo decir con exactitud cuando se me ocurrió hacer esta historia. Lo único que recuerdo claramente es una imagen: la de un hijo bañando a su padre, quien esta sufriendo el mal de Alzheimer”. Es lo que ha dicho el director iraní, Asghar Farhadi, al comentar su película: 'Una separacion', la misma que ganó el Oscar a mejor película extranjera en el 2011, entre otros buenos premios.
La historia se desarrolla en el Irán actual. Se trata de un drama que involucra a una pareja y a la hija (papel muy bien interpretado por la propia hija del director: Sarina Farhadi).
Simin, la esposa, desea dejar Teherán y pide el divorcio porque Nader -el esposo- se niega a seguirla, pero hay algo más, ella quiere llevarse a su hija, por lo que decide esperar la decision del juez.
Mientras espera, Simin deja la casa conyugal y vuelve a la casa de sus padres. No queda claro el porque del deseo de Simin de dejar su país, sin embargo uno podría opinar al respecto y decir qué ese es su deseo por ser una mujer educada viviendo en un país muy opresor con las mujeres o por el temor de vivir un drama sin precedentes por todo lo que ha generado la construcción de una planta nuclear.
Termek, la hija del matrimonio, se ha quedado a vivir con el padre. Nos enteramos que el mayor inconveniente del esposo por dejar Irán es su padre enfermo. El anciano sufre del mal de Alzheimer y no puede valerse por sí mismo. Nader, quien trabaja en un banco, decide contratar a una mujer para que cuide a su padre. Estoico, decide esperar que su mujer cambie de opinión.
Al segundo día, apenas, Nader descubre que la mujer contratada ha abandonado a su padre, es más, ha dejado al anciano atado a la cama, quien en su propósito de moverse, termina tirado en el suelo. Indudablemente este hecho enfurece al hijo que decide 'echar' a la empleada, cuando ella vuelve a la casa después de una larga ausencia.
Una pequeña digresión: Asghar Farhadi es hijo de una persona que sufrió el mal de Alzheimer y sabe de primera mano todo el drama que envuelve a una familia cuando alguien envejece y contrae este mal. El anciano parece vivir en su mundo y hace cosas 'fuera de sí'. No cabe dudas que Farhadi vivió todo el drama que vive su personaje en la película. Estoy seguro, además, que tuvo que hacer de 'niñero' de su padre. En algún momento Farhadi se debe haber derrumbado al ver a su padre viviendo en aquel 'otro mundo'. Con un bebé hay la esperanza que todo lo que se le dice y enseña será asimilado o tomado en cuenta, con un anciano con el mal de Alzheimer, el asunto es al revés: nada hace que un enfermo vuelva o se encamine por el lado que juzgamos 'bueno'.
Volviendo a la película y al primer día de trabajo de la empleada contratada, diremos que ella es testigo de una de las travesuras del anciano, quien, aprovechando un descuido, sale de la casa. Cuando la empleada sale y encuentra al anciano deambulando en las calles transitadas de la capital iraní tenemos un corte filmico, un corte que es un buen detalle de construcción de la propia película. El director decide guardar un 'as' de información debajo de la manga. Sino desean conocer el desenlace del drama, les sugiero parar de leer aquí, hasta que ustedes puedan ver la historia completa.
A partir del despido de la empleada, usando la fuerza, Nader empezará a vivir una pesadilla. Al visitar a su esposa, ella le comenta que algo malo ha ocurrido con la mujer despedida. En el hospital, Nader y Simir descubren que la mujer ha sufrido un aborto involuntario.
Enterado de lo que ocurre, el esposo de la mujer 'echada' trata de resolver el asunto con las puños. Es más, al ocurrir una perdida de vida, las autoridades reportan el caso y Nader debera enfrentar los cargos ante la justicia.
En el juzgado veremos parte de la vida que enfrentan quienes viven con algunos problemas legales en Irán. Las limitaciones iraníes son tremendas y aquí se ve, además, el trabajo de documentalista del cineasta.
Aquí también, como en otro país musulmán, se ve el papel que juega la religión que por un lado resulta opresivo y por el otro resulta interesante, pues se superpone a las normas legales. Asimismo, hay un momento que se nos muestra otro detalle: cuando el anciano se orina en los pantalones, la empleada a su cuidado debe llamar a su guía espiritual para preguntar sí ayudarlo, mirando parte de su intimidad, es pecado. Razich es una empleada comprometida con su papel a desarrollar en la historia y en diversas partes envía señales con lecturas distintas. Al principio parece una embustera, luego una ladrona, más adelante una cómplice de su marido envuelto en líos económicos y judiciales quien ve en lo que le ocurre a su mujer una oportunidad para salir de las deudas y demás líos. El velo de la mujer es usado como un pequeño ícono que da señales de protección y huida.
En la historia están también las niñas, la hija del matrimonio en espera de la patria potestad y la pequeña que viene a la casa para acompañar a su madre que esta al cuidado del anciano enfermo. Cada una de ellas juega un papel secundario importante. A través de sus ojos vemos el drama que viven las familias envueltas en un lío judicial. De pronto ellas se ven envueltas y deben transitar por caminos donde verán a muchos caminando con cadenas en los pies. Y serán confrontadas con la verdad y la mentira. La niña que ve a su madre cambiándole los pantalones al anciano se vuelve cómplice y le dice; 'no se lo diré a papá'.
Cuando los esposos están ante la posibilidad de enfrentar la cárcel, uno por haber matado accidentalmente a un nonato y el otro por desobedecer e insultar a un juez, las mujeres intervienen para tratar de solucionar el problema. Quienes conocen el cine de Farhadi siempre comentan el papel que juegan las mujeres, pues son ellas las que resuelven los entuertos. El director no lo ha negado y dice que las mujeres son las que dan estabilidad a los varones.
Para resolver el lío, Simir pacta una suma de dinero con el esposo de la empleada 'echada'. La mujer despedida por su parte vuelve a pensar en sus principios religiosos, principios que ganan en su decisión. (Antes de esto, me pareció que las mujeres estaban jugando a algo distinto. Pensé: la esposa está tratando de enredar al esposo para conseguir la patria potestad y esta coludida con el esposo).
Sin embargo, casi al final de la película, la empleada despedida cuenta la verdad y exhibe el 'as' del director: cuando el anciano sale a la calle y ella va a buscarlo, sufre un accidente, es golpeada por un auto (no lo hemos visto por el corte fílmico), el golpe le produce un dolor y al parecer hace que ella pierda a su bebé.
Con el 'as' en la mesa, Nader 'despierta' y vuelve a salir de su pesadilla. No del todo, pues hay algo que debe ocurrir. Al cerrar el drama en su totalidad, el director se enfrenta su mayor reto ¿con quién decidirá quedarse la hija tras el divorcio de sus padres? La hija debe enfrentar al juez y decidir. Los padres optan por esperar en el pasillo.

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