Si nosotros creemos en Dios o no, si
nosotros creemos en una religión u otra, el verdadero propósito que
perseguimos todos es el de la felicidad. Todos nos movemos en esa
dirección.
Para muchos resulta difícil alcanzar
la felicidad, uno de los caminos que nos lleva a la felicidad es la
meditación y todo comienza por el pequeño y grato esfuerzo de
respirar de manera consciente, como lo expresa el Dalai Lama, quien
en esta oportunidad nos invita a conocer la naturaleza de la mente.
“El propósito de este ejercicio es
empezar a reconocer y conseguir un sentir de la naturaleza de la
mente, por lo menos en un nivel convencional. Generalmente, cuando
nos referimos a muestra mente, nosotros estamos hablando de un
concepto abstracto. Sin tener una experiencia directa de nuestra
mente, por ejemplo, si a nosotros nos preguntan cómo identificar la
mente, nosotros nos vemos impuestos simplemente a apuntar el cerebro.
O si a nosotros se nos pide definir la mente, nosotros podemos decir
que es algo que tiene la capacidad de conocer algo de manera clara y
reconocible. Pero sin tener directamente tomada la mente a través
de la practica de la meditación, esta definición es sólo palabras.
Es importante tener la capacidad de identificar la mente a través de
la experiencia directa y no sólo bajo un concepto abstracto.
El propósito de este ejercicio nos
permite ser capaces de sentir directamente o tomar la convencional
naturaleza de la mente. Entonces, cuando uno dice que la mente tiene
cualidades de claridad y conocimiento, tienes que ser capaz de
identificar esto a través de la experiencia, no sólo bajo conceptos
abstractos.
Este ejercicio ayuda a deliberadamente
parar el pensamiento discursivo y gradualmente permanecer en el
estado por largo largo tiempo de duración. Como practica de este
ejercicio, eventualmente tu conseguirás sentir que no hay nada ahí,
más bien 'existe' un sentido de vacio. Pero si vas un poco más
lejos, naturalmente empezarás a reconocer la subyugente o primigenia
naturaleza de la mente. Las cualidades de la claridad y el
conocimiento. Esto es similar a tener un vaso de cristal puro lleno
de agua. Si el agua es pura, verás el fondo del vaso, pero todavía
reconocerás que hay agua ahí.
Entonces, ahora, meditemos en la no
conceptualidad. Esto no es un simple estado de opacidad o un estado
de vacío de la mente. Mejor, lo que deberías hacer es, primero,
generarte la determinación que mantendrás en un estado SIN
sentimientos conceptuales. Nuestra mente es predominantemente
dirigida hacía objetos externos. Nuestra atención sigue después de
la experiencia sensitiva. En otras palabras, normalmente nuestra
conciencia es dirigida hacía experiencias físicas, sensitivas y
conceptos mentales.
Pero en este ejercicio, lo que deberías
hacer es retraer tu mente hacía adentro, sin permitir que tu mente
se fije en objetos sensitivos. Al mismo tiempo no permitas retirarte
completamente porque ahí hay estado de alerta y mindfulness. Luego
trata de ver un estado natural de tu consciencia, un estado en el
cual tu conciencia no esta afligida por pensamientos del pasado, las
cosas que han ocurrido, tus recuerdos y remembranzas.
Evidentementesin estar afligido por lo que ocurrirá en el futuro,
sin miedos y esperanzas. Trata de focalizarte y mantenerte en un
estado neutral y natural.
Esto es algo así como un río que
transcurre bastante fuerte, en el cual no puedes ver el lecho muy
claro. Sin embargo, si hubiera alguna forma de parar el transcurrir
en ambas direcciones, desde donde el agua viene y donde el agua va,
podrías mantener el agua quieta. Esto te permitirá ver el lecho del
río con bastante claridad. Algo similar pasa cuando eres capaz de
parar tu mente y no alcanzar los objetos sensoriales y pensar acerca
del pasado y futuro. Y cuando puedes liberar tu mente y estas
totalmente en calma, entonces podrás empezar a ver la turbulencia
del proceso de pensar. Hay una línea abajo de absoluta calma, una
línea absoluta de claridad en la mente. Entonves, deberías tratar
de observar o experimentar esto.
Esto puede ser muy difícil al inicio.
Pero cuando sientas esta línea sentirás que hay una suerte de algo
ausente. Esto pasa porque nosotros estamos habituados a entender
nuestra mente en términos de objetos externos. Nosotros tendemos a
ver el mundo a través de nuestros conceptos, imágenes y lo que se
nos ocurra. Cuando retiras tu mente de objetos externos, es algo así
como sí no reconoces tu propia mente. Hay algo así como una
ausencia, un sentido de vacío.
Sin embargo, mientras progreses y te
acostumbres a conseguir esto, empezarás a darte cuenta de la línea
divisoria de claridad y luminosidad.
Esto será cuando empieces a apreciar y
darte cuenta del natural estado de tu mente.
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