Tuesday, March 27, 2012

¿Cómo perdonarnos?


Todos nos hemos sentido culpables alguna vez en la vida y hemos reaccionado ante la culpa de distintas maneras. Son los 'valientes' los que superan la culpa y al haberse fijado metas más altas las alcanzan y cumplen. Sin embargo, hay otros que tiran todo por la borda y cuando digo todo voy hasta el extremo dramático. También hay algunos que terminan flagelándose por el resto de sus vidas, sin hacer absolutamente nada para remediar la culpa.
¿Qué hacer ante la culpa? Es lo que siempre preguntamos y muchos dicen “aprende a perdonarte”. Lo que sigue es una pregunta que resulta difícil responder: ¿Cómo perdonarnos?
Acabo de leer la novela “Pastoral Americana”, escrita por el estadounidense Philip Roth. Roth nos narra la historia del sueco Seymor Irving Levov, un judío de un barrio de Newark al que todos admiran por su gran espíritu deportivo, su cara de galán de cine y su talla de excelente jugador de fútbol americano o béisbol. Todos lo veneran y todos desean imitarlo, hasta el pequeño Nathan Zuckerman (alter ego del escritor) quien se siente orgulloso de haber entablado un breve diálogo directo con el sueco en una ocasión especial.
El sueco no parece judío, pero lo es. Puede convertirse en el deportista sensación, pero él prefiere hacerse cargo de la empresa de su padre, donde se fabrican los mejores guantes de los Estados Unidos. Las mujeres sueñan con ser la esposa del sueco, hasta que él se decide por la pequeña y bella Miss New Jersey, Mary Dawn Dwyer. Ambos llegan a tener una hija, Merry, quien terminará convirtiéndose luego en una terrorista (es la época de las protestas contra la guerra en Vietnam). La culpa y la verguenza hunden al sueco, quien terminará, además, siendo abandonado por su propia esposa (resulta doloroso -sin duda- constatar después de muchos años, que los sueños de tu mujer son totalmente distintos a los tuyos. Claro que lo son, pero hablo de que en los sueños de ella no figuras).
El sueco muere y Nathan Zuckerman se encarga de develar o acercarse a lo ocurrido. Una de las cosas que se trasluce en la historia es que el personaje principal no tiene un sentido práctico y que a lo largo de su vida ha ido sumando una serie de equivocaciones. Desde el principio, en vez de aceptar ser un jugador profesional de béisbol opta por dirigir la empresa de su padre avaro. Se vuelve millonario, claro, pero no sigue aquello que tal vez le hubiera deparado otro final. (¿Quién lo sabe?, incluso en ficción podemos hacernos esta pregunta). Esta es sólo una arista de la novela, tiene otras más.
Siento que el sueco no pudo cargar con la culpa de aquello que hizo su hija, mata a un doctor del vecindario donde vive y después se entera que han sido cuatro los fallecidos en distintas partes de los Estados Unidos. Siguiendo el curso de la novela, la hija se vuelve devota de una religión extraña, que no le permite bañarse, ni cambirse de ropa y solo come algunas verduras. La chica huyendo de la policía llega hasta Miami, donde es violada por pordioseros. El sueco se sorprende de haber creado una hija como Merry. Y para golpear aún más al personaje, Nathan hace que el sueco vea todo el amorío de su esposa con el arquitecto en su propia casa. No sé si Roth lo quiso plantear así, pero pienso que quiso decir que “el amor de padre y esposo burlado, mata”, por lo menos en esta novela.
(En Indignación, una de las últimas novelas de Roth, el padre carnicero del estudiante universitario Marcus Messner muere por su propio cuchillo de carnicero, luego de perder a su único hijo en la guerra de Corea. No es que se suicide, sólo que se descuida al cortar la carne que debe poner a la venta, ahora -1953- que la competencia con los supermercados es tremenda). Veo que los personajes de Roth que no toman las decisoones correctas mueren.
Después de esta larga digresión literaria, pasaré a abordar el tema de 'Cómo perdonarnos'. No sin antes contarles algunos casos que generaron culpas dificiles de perdonar.
Caso 1.- Sergio nació con un pequeño problema cardíaco, al parecer nada serio. Cuando tenía dos años, los médicos desearon arreglar el problema con una operación, garantizando el 98% de éxito. Rosa, la madre, aceptó y fue la propia encargada de colocar la máscara de anestesia en el rostro de su pequeño. Sergio lloraba, negándose a la operación. En la sala de operaciones, Sergio tuvo un paro cardíaco y murió. Luego sin el consentimiento de los padres, los médicos quitaron los órganos al menor. Todo eso generó una culpa tremenda en Rosa, quien vivió castigándose por muchos años*.
Caso 2.- Augusto dormía en un cuarto continuo al de su abuela que padecía de Alzheimer. Doña Elena se había vuelto un problema. La abuela tenia mal olientes escaras en la espalda por pasar todo el día en cama. No podía ponerse en pie, pero se movía mucho en la cama. Habia perdido el habla. La bañaban y a la media hora estaba sucia de nuevo, con las heces en la cabeza, el cuerpo y las sábanas. En aquella casa andaban con los nervios de punta. Algunas noches hacían guardia a un costado de la cama. Cansados, los padres pidieron a Augusto velar por su abuela, pero él harto de no dormir bien, se envolvió en la cama. De pronto, en la noche escuchó un golpe fuerte y seco, doña Elena terminó estrellándose con el piso, se rompió la nariz y la boca y tuvieron que internarla. El golpe fue tan severo que causó una pequeña hemorragia interna en el cráneo. A los pocos días, doña Elena murió. Augusto había sido el nieto engreído, pero no hizo nada por su abuela cuando se lo pidieron. Por dormir plácido, su abuela murió.

Cómo perdonarnos.
Lamento decir que no tengo la medicina exacta, pero de un libro de Katleen Grriffin he resumido lo siguiente.
El supremo acto de coraje en un ser humano es el de perdonarse. Mucha gente puede decir que es fácil perdonar a otros, pero perdonarnos es más difícil que perdonar a nuestros enemigos. Nosotros podemos cortar con alguien que nos hizo daño, simplemenmte podemos borrar a los que nos han hecho daño, pero no podemos escapar de nosotros mismos o de las voces que están en nuestra cabeza repitiendo y molestando por algo que hicimos mal.
Imagínate a tu mejor amigo viniendo a decirte algo que hizo mal. Seguramente encontrarías las mejores palabras, algo fácil para ayudarlo. Harías que se perdone con rapidez. Por que no haces lo mismo contigo. Seguro que le hablarías con compasión**.
Entonces de lo que se trata es de no ser duro con uno mismo, por lo tanto hay que terminar de golpearnos. Hay que tratarnos como trataríamos al ser que más amamos.
Tenemos que vernos como alguien valioso. No hay nadie como tú, ni hubo, ni habrá.
Además, nadie es perfecto, todos cometemos errores porque somos seres humanos.
El único error que nosotros podemos tener es no aprender de nuestros propios errores.
Algo final digo citando a Henry Longfellow. 'Si nosotros pudieramos leer la historia secreta de nuestros enemigos, nosotros encontraríamos en la vida de cada persona, pena y sufrimiento para desarmar toda hostilidad'.


*Rosa le escribió una carta a su hijo pidiéndole perdón y diciéndole cuánto lo extrañaba y amaba.
** Imagina que tu hijo cae y se hace una herida en la rodilla. Tú sufrirías y sentirías el mismo dolor. De todo corazón desearías que el dolor cese y el niño termine de sufrir. Y vuelva a sonreír. A esto se llama compasión.

Saturday, March 17, 2012

Cine forum en Long Island.


Recuerdo que alguien me decía 'cuando no tengas que escribir, permite que tu mente viaje al pasado y encuentre un momento donde hayas sido feliz, ahí encontrarás lo que quizás sea el inicio de lo que vendrá en tu escritura'. Precisamente, me di el permiso de recordar y me fijé en un momento de mi vida, cuando apenas con 17 años iba algunos domingos al cine Capital, en el distrito limeño de Breña, para participar de lo que se llamaba entonces 'Cine forum'.
En ese momento llegué a ver filmes como 'Salo, los 120 días de Sodoma', 'Los cuentos de Canterbury', el 'Decameron', de Pier Paolo Pasolini, vimos también 'Novecientos', 'Apocalipsis Now', entre otras películas. En las citas siempre estaban cineastas, críticos de cine, antropólogos, psiquiatras, sociólogos, periodistas, entre otros profesionales. Recuerdo que ahí conocí al extinto poeta y cineasta Pablo Guevara, quien luego se convirtió en mi profesor durante mis anos de estudio universitario. Escuchar los comentarios de Federico de Cárdenas, José Carlos Huayhuaca, entre otros, era para mi un reto. '¿Cuándo podré opinar algo con inteligencia y profundidad?', recuerdo que pensaba entonces y lo que es más, '¿cuándo podré defender mis puntos de vista frente al de los demás?'. Los intercambios de opinión eran tan llenos de pasión y conocimiento que me deslumbraban, tal vez en algunos casos no los entendía, porque aún me faltaba vivir, pero sin duda me enseñaron.
Sin buscarlo llegué a los Estados Unidos y aquí me encontré también con algo así que he dado en llamar mi pequeño e interesante grupo de 'Cine forum'. Muchos hispanos y estadounidenses que quieren mejorar su español -como lengua- nos reunimos en algunas bibliotecas de Long Island para intercambiar nuestros comentarios y puntos de vista luego de ver alguna película que se haya realizado en español. Hemos visto muchas, pero nos falta algunas, entre estas últimas, mi favorita “Hache”.
De las últimas que recuerdo están la española 'Te doy mis ojos', la mexicana 'Arráncame la vida', la argentina 'El hijo de la novia' y 'Voces inocentes', la historia salvadoreña referida al uso de los niños durante la guerra civil.
Voy a empezar por esta última. La historia es muy conmovedora porque tiene de protagonistas a los niños, quienes sin desearlo tuvieron que tomar las armas en el lado militar o el lado rebelde, durante los años 1980-1992.
(Trabajar con niños siempre fue un reto para los cineastas, pues son muy pocos los que resultan profesionales o tienen alguna formación dramática. Recuerdo que Vittorio de Sica, cuando realizó el clásico film 'Ladrones de bicicleta', hizo participar a un niño que resultó robándose todo el show fílmico. El cineasta italiano recurrió a pequeños y nada amigables engaños para lograr que el menor rodara algunas secuencias donde debía aparacer llorando. Antes de rodar don Vittorio ponía un paquete de cigarrillos en los bolsillos del menor, cuando le arreglaba, le peinaba y le acomodaba la ropa, de pronto le encontraba los cigarrillos, entonces le decía al menor que iba a acusarlo con su padre por estar fumando a sus 10 ó menos años, entonces el pequeño rogaba llorando al director que no lo hiciera para evitar algún castigo, cuando el llanto era convincente, el director calmaba al niño y le pedía rodar, es entonces en que uno ve al pequeño llorando mientras va detrás de su padre, quien en el film perdió su bicicleta).
'Voces inocentes' es un film basado en una historia real y cuenta la experiencia de Chava, un pequeño quien tras evadir a la milicia, que los reclutaba a los 11 años, decide huir y pasarse al bando de los insurgentes, donde peleaba su tío. Sin embargo, antes de que aprenda a usar las armas, los militares dan con los rebeldes y con los niños enlistados, ahí es tomado como prisionero y junto a sus amigos debía ser aniquilado extrajudicialmente y dado como desaparecido.
En nuestro pequeño, pero muy interesante grupo de Cine Forum, en Long Island, la discusión se centró en la premisa del film. ¿Qué es lo que aborda realmente la historia? Sin duda había varios puntos de vista, una decía que muchas veces los niños se convierten en hombres, sin quemar sus etapas de crecimiento. Creo que nos quedamos con que el menor, pese a vivir en un clima de violencia, convertirse en 'el hombre de la casa' -su padre esta viviendo en los Estados Unidos- no pierde su inocencia. La inocencia le gana a la hostilidad.
Sin duda la película española 'Te doy mis ojos' es la que más pasión generó entre quienes conformamos nuestro pequeño 'Cine forum' neoyorquino. Resulta grato ver a quienes conforman el grupo, interesados por más detalles de los filmes, cada uno trae o consigue información que enriquece los puntos de vista y casi siempre el comentario es que 'les gusta ver a personajes que más se parecen a ellos' (hablo del detalle físico). En el grupo están psicólogos, profesores, periodistas y nuestra anfitriona es la bibliotecaria colombiana Maria Fernanda Pardo. La señora Pardo es, además, la encargada de centrar el debate, cuando el mismo toma muchos caminos.
'Te doy mis ojos' es una película que ganó 7 premios Goya, en España. Y recibió los comentarios más alentadores. La directora Icíar Bollaín abordó el tema luego de hacer un documental sobre la violencia contra la mujer y es donde encontró todo el material que necesitaba para realizar su film. Ella se pregunta, ¿cómo una mujer puede aguantar la violencia que recibe de su esposo por diez años, sin abandonarlo y lo que es peor, algunas suelen decir que siguen amando al agresor? La respuesta fue, es que algunas piensan que sus esposos cambiarán.
La película no se regodea en mostrar sangre, golpizas y muchas peleas, pero con lo que uno ve se siente herido en lo más profundo del alma, como lo siente la esposa en un momento importante del film y decide hacer lo que resulta correcta y seguro para ella.
'Arráncame la vida' es un film basado en la novela homónima de Angeles Mastreta. Fue una de las produccciones más caras del cine mexicano y se esperaba que estuviera compitiendo para el Oscar a mejor film extranjero. A quienes hemos leído la novela nos sorprende gratamente la adaptación de la historia. Los personajes principales son los mismos, pero el amante cineasta de la novela, pasa a ser el enérgico y pasional director de orquesta del film.
'En el hijo de la novia' la historia de la madre con Alzheimer y del padre que desea casarse con ella, pasa a ser la historia secundaria, pues la primera resulta siendo el drama del hijo, quien pese a estar rodeado de mujeres no se encuentra muy bien con ellas y vive una vida sin rumbo, hasta que aquejado de un mal cardíaco tiene que hacer un recuento de su vida y buscar una salida que le permita ser feliz y un hombre realizado.
Quién iba a pensar que yo también me iba a convertir en el profesional que a los 17 años soñaba con intercambiar sus opiniones con otros profesionales. Hoy lo estoy haciendo y sigo aprendiendo.

Thursday, March 15, 2012

Las creencias religiosas, los miedos y las culpas.


Las creencias religiosas siempre me han despertado curiosidad, como a muchos, supongo. Hay religiones para todos los gustos y lo que es más, algunos defienden sus creencias como si fueran las mejores y las únicas y ahí se ciegan o cometen el peor de los pecados, asumir que han encontrada la 'verdad divina' que es inmensamente grande o muy diminuta.
Las creencias religiosas vienen desde la aparición del hombre. Algunos dicen que el hombre ideó a Dios. Claro, se acercó a tratar de explicar algo que desconocía. Así el fuego y la lluvia fueron los dioses iniciales. Luego, cuando nos fuimos organizando, las creencias tomaron una dimensión distinta.
Recuerdo que Joseph Campbell explicaba que las primeras catedrales que tuvimos los seres humanos están en las cavernas. Si uno visita las cavernas francesas puede entender lo que decía el estudioso estadounidense de las mitologías. Eran lugares en la que sólo podían entrar los jóvenes que estaban a punto de convertirse en hombres, era como un bautismo. El que pasaba la prueba estaba apto para lo que venía.
Las cuevas eran lugares llenos de dibujos donde se representaba la caza, primera actividad organizada de sobrevivencia. Las cuevas eran tan profundas que inspiraban temor a quien ingresaba en ellas, además, de pronto se podían encontrar con un animal real del que tenían que defenderse.
Hace poco vi el documental 'Cave of forgotten dreams' (La cueva de nuestros sueños olvidados) del cineasta alemán Werner Herzog, quien ingresó a una de las cuevas francesas en Chauvet para dar cuenta de lo que les refiero. El lugar es algo que simula una garganta muy profunda llena de estalactitas que parecen dientes filudos y los dibujos de fieras están muy bien graficadas en las paredes. En esa oscuridad, el joven que pretendía convertirse en cazador, tenía primero que luchar contra sus propios temores. Y como saben los miedos son culpables de muchas muertes en este mundo.
Hace poco visité una casa en Long Island donde está el Center for Spiritual Living. Ahí tienen una nueva forma de acercarse a Dios o a la Divina inteligencia que gobierna el universo. A la entrada del auditorio hay un stand de libros que están a la venta para todo aquel que desea hacer una contribución con el centro. Vaya sorpresa, entre los libros estaban dos textos que deberían estar entre los mios. Uno precisamente de Joseph Campbell titulado 'El héroe de las mil caras' y otro de Joseph Murphy cuyo titulo es 'El poder de tu mente subconsceinte'.
Al parecer estaba siguiendo mi felicidad, como decía Campbell “Follow your bliss”. Me sentía algo triste en aquel momento, pues tenía que tomar algunas decisiones drásticas. Creo que la sonrisa se había separado de mi rostro. La ceremonia es muy parecida a las que se siguen en las iglesias protestantes o en la católica. El pastor o encargado toma el sermón principal y habla de lo que algunos hemos perdido, la oportunidad de encontrarnos con el dios o lo que representa en nosotros mismos. Todos debemos buscar la armonía, la paz, la alegría, el gozo, la compasión, el perdón y la felicidad que está en nosotros mismos. Contó la historia de un fotógrafo que llegó a un país en guerra quien se encontró con una mujer que jamás sonreía. Le pidió pararse frente a la cámara y sonreír, la mujer hizo el esfuerzo y no lo logró, el fotógrafo insistió y la mujer trató una vez más, sin lograrlo. El fotógrafo mantuvo el entusiasmo y siguió pidiendo una sonrisa, la mujer hizo el esbozo de algo que pareció el inicio de una sonrisa, el fotógrafo insistió una vez más, la mueca se acercó a la sonrisa. Una vez más y la mujer dejó salir una sonrisa. De nuevo, volvió a la carga el fotógrafo y la mujer sonrió. Bien, mantenga la sonrisa le pidió él a ella y logró su foto. La mujer llevaba tres años sin sonreír, había perdido al esposo y los hijos también habían sido asesinados, ella estaba con mucha pena. Cuando sonrió sintió algo distinto y sonrió con más ganas, reportó el fotógrafo. Ante una desgracia como la muerte, no sacamos nada muriéndonos en vida. Hay que seguir insistiendo con la felicidad, concluyó el pastor. Los cantos no se hacen esperar, en la cita en el centro espiritual volví a escuchar la canción 'You raise me up' y recordé lo bello de la canción que es interpretada de manera magistral por el grupo de mujeres celtas, entre otros cantantes.
Al terminar la ceremonia me acerqué una vez más al stand de libros y revisé el libro de Murphy. El dice que "muchas personas están asustadas del pasado, de futuro y de llegar a viejos, de no estar sanos y de morir. Pero deben saber que el miedo es un pensamiento en la mente, lo que significa que tienes miedo de tus propios pensamientos. No tengas miedo del monstruo que está detrás de la puerta, porque no hay ningún monstruo. Somos víctimas de una falsa creencia".
Seguí leyendo y me di con otra cita del irlandés: “encuentro que mucha gente esta muy atenta a la idea de fallar. Como resultado, la idea de fallar se convierte en realidad. Si tú estas pegado a un miedo, tú debes hacer el esfuerzo de ir al lado opuesto, porque si te dejas llevar al lado extremo de ese miedo, sufrirás daño mental y físico y te quedarás atrapado”.
'El miedo es el más grande enemigo de toda persona, aprende a reirte de tus miedos, es la mejor medicina. Nada puede afectarte salvo tus propios pensamientos. Piensa en tu mente como un jardín y que tú eres el jardinero, planta ahí semillas de pensamiento positivo y plantalas en el subconsciente todo el día. Tus pensamientods deben estar fijados en todo lo que es bueno, así cambiarás tu destino. Recuerda, tú tienes la capacidad de elegir, elige la vida, elige salud, elige felicidad”
Murphy me llegó a interesar, sé que el irlandés se crió en una familia católica, los jesuitas tuvieron mucho que ver con su formación. Cuando llegó a vivir a los Estados Unidos se convirtió en farmacista, químico y pasó a ser uno de los miembros de la Church of healing Christ o Divina Ciencia.
Otro de los temas que aborda Murphy es el referido a la culpa. "Dios no tiene nada que ver con los castigos, somos nosotros mismos los que nos infringimos el daño" y cuenta el caso de una mujer que no lograba ser feliz. Se había quedado con la parte de la herencia de un hermano drogadicto, quien finalmente terminó muriendo a consecuencia de su adicción. La mujer se sentía culpable por eso, lo había hecho con buena intención, pero no contaba con el descenlace fatal. Por eso pensaba que Dios nunca la perdonaría. "El castigo es lo que merezco, se repetía”.
Murphy explicaba, “las fuerzas de la naturaleza no son el demonio, es el uso de eso lo que determina si tienen un demonial efecto. La electricidad no es el demonio, eso depende si tú usas la luz para iluminar o dar a alguien un shock fatal. Por lo tanto, Dios no castiga. Todo el castigo viene de la reacción del subconsciente. Si tú generas pensamientos negativos y autodestructivos, eres tu quien los crea. Tienes que ir al lado opuesto. Las emociones siguen a los pensamientos y tú tienes el poder de rechazar todos los pensamientos que te molestan o disgustan. En este caso necesitas perdonarte y curarte.
Estaba tan abstraído en lo que leía, que no noté que alguien estaba a mi costado observándome. La dama se presentó y le dije también mi nombre y apellido, me dio la mano e hizo una reverencia, diciendo “mucho gusto por conocer a la luz”.