Tuesday, November 22, 2011

Gato negro y el pacto de Shindo.


'Kuroneko' es una palabra que no está en el diccionario español. Quizás no signifique nada para muchos, pero dice bastante para los cinéfilos, sobre todo para quienes son amantes del cine japonés clásico.
'Kuronero' es una de las tantas películas dirigidas por Kaneto Shindo (Hiroshima 1912, felizmente, al hacer un search en internet, no hay ninguna noticia referida al deceso del prolífico director) .
Si hacemos la traducción del título debemos comenzar a hablar de 'Gato negro'.
Shindo dirigió el film en 1968. Son apenas 99 minutos de imágenes en blanco y negro donde se relata la historia de dos mujeres violadas y asesinadas en el Japón feudal. Un grupo de samurais llega a una casa donde la suegra y la nuera están comiendo lo poco que han conseguido durante aquellos días de guerra. Hambrientos de hambre y deseo, los guerreros se lanzan a tomar todo por la fuerza. Al final dejan la pequeña casa rural en llamas, sin remediar por el destino de las mujeres ultrajadas.
El incendio es voraz y deja todo en cenizas, salvo a las dos mujeres, quienes yacen enteras y sin vida en un rincón de aquello que fue su última vivienda. Un gato negro se acerca hasta los cadáveres y lame la sangre seca que tienen en el cuello. El director pone especial énfasis en la cabeza del miníno donde se ve sus ojos encendidos y siniestros.
Después de toda esta desgracia contada con imágenes- los samurais no conversan, solo emiten algunos gruñidos- pasamos al inicio de una fábula de horror, narrado con un hondo sentido poético, en una atmósfera fantasmagórica. Son los maullidos de un gato los que nos muestran el camino hacía lo desconocido. Las mujeres han realizado un pacto siniestro para vengarse de todos los samurais que pasen cerca del lugar donde murieron.
Cuenta el cineasta mexicano Guillermo del Toro, que vio esta película a los diez años y que la misma le causó un daño psicológico. Sin embargo, ésta y la película 'Onibaba' del mismo Shindo, están entre las diez películas que más le han gustado a lo largo de su vida.
Kaneto Shindo empezó su carrera de director a los 39 años, antes se había dedicado a escribir los guiones para otros directores, entre los que destacó su mentor Kenji Mizogushi (en alguna oportunidad escribí algo de su película 'Ugetzu', la misma que sirvió al escritor mexicano Carlos Fuentes para escribir su cuento titulado 'Aura').
Cuenta Shindo que el sueño de director siempre le interesó, aunque debió iniciarse en otro campo del cine de aquellos años. Luego se especializó en el drama, pues durante la guerra y antes que su natal Hiroshima fuera bombardeada, se dedicó a leer los 43 tomos que tienen que ver con la forma de hacer drama. Luego se interesó en robar todos los guiones de cine que encontraba en el baño (el suave papel de arroz se usaba para otros menesteres en aquel momento de escasez) y comenzó a estudiar todo lo referente a cómo escribir los guiones. Hasta que escribió 'Mi amada esposa', la misma dedicada a su esposa fallecida. Estando tan involucrado con la historia y siendo asistente de director deseó dirigirla, pero la industria japonesa no se lo permitió. Habían, además, delante de Shindo otros asistentes pugnando con cumplir su objetivo de dirigir, pero él ya tenía la aprobación de sus colegas. Fue entonces que creó una empresa de cine independiente donde comenzó su carrera.
Shindo señala que su gran producción se debe a que ha podido vivir largo tiempo, su mentor apenas murió cuando tenía 58 años, aunque cuando lo recuerda siempre lo ve como a el hombre viejo y sabio que fue. Sobre Mizogushi, Shindo tiene un buen documental.
Volviendo a 'Gato negro', donde la suegra y la nuera están acabando con todos los samurais a quienes terminan degollando, la historia se complica, cuando el hijo pasa de ser un simple guerrero a samuraí y recibe el encargo de terminar con quienes están ocasionando tal masacre. Shindo dice que una historia tiene eso precisamente, un inicio, un conflicto y un final. Al final tenemos que atar todos los puntos para tener una historia bien contada. Claro que en las historias del director hay algo más, la atmósfera siniestra que en este caso está llena de bambues que sin duda representan el Japón de siempre.
Las películas más conocidas de Kaneto Shindo son La isla desnuda, Los niños de Hiroshima, Postcard, Onibaba y Kuroneko. Hace apenas unos meses atrás, el actor puertorriqueno Vinicio del Toro presentó una retrospectiva del cine de Shindo en su tierra natal. Antes había conversado con el director nipón de quien es un admirador y le preguntó qué había intentado hacer en su película 'La isla desnuda'. El director le dijo al actor lo que siempre sostuvo: el diálogo nada tiene que ver con el cine, son las imágenes las que deben decir todo en este campo, por eso se permitió experimentar cómo sería eso y filmó a una pareja de japoneses en una isla.
Shindo ha dirigido alrededor de cincuenta películas y él dice que de cada cinco hay una buena. “Esa buena te permite pagar las deudas y seguir haciendo más películas”. Bueno, tengo una deuda con el director nipón, creo que la próxima película que veré será 'Onibaba'.

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