Thursday, May 22, 2014

‘La gran belleza’, saboreando el film italiano.


‘La vida es un truco’ y para un cineasta, para un escritor, para un artista tiene que serlo. Para encontrar “la gran belleza” se tiene que bucear en la ‘nada’ y encontrar algo. En ese vacío que experimentamos tiene que haber un sentido especial para vivir. Partiendo de esa premisa, la película dirigida por el italiano Paolo Sorrentino se acomoda mejor. Entonces se nos hará fácil aceptar que uno se puede encontrar cualquier día con una jirafa en un coliseo romano o con flamengos que han decido tomar un descanso de vuelo en pleno centro de Roma. Más aún, le podemos preguntar a esa niña que pinta con ira: ¿qué le hace feliz? Y ella pienso que dirá ‘la paz y la alegría que hay en el juego de la creación artística’.

“La gran belleza” ganó el Oscar a mejor película extranjera el 2013. Acabo de mirar varias veces la versión en DVD que ha puesto en el mercado The Criterion collection, pero les sugiero verla en el cine para disfrutarla más. Los realizadores le han puesto mucho empeño en todo lo que respecta al sentido estético preciso y no han dejado su lado juguetón y burlón.

“La gran belleza” es la historia de Jep Gambardella, un escritor napolitano que sólo ha publicado una novela exitosa y pasa por una sequía artística. Digamóslo mejor, es un intelectual en crisis, que vive gracias a una ambivalencia entre el cinismo y la moralidad. Para moverse mejor en el círculo que tiene, viste con excéntrica elegancia, digamos que es el mejor atuendo que exhibe para interactuar en este mundo que parece un circo. Gracias a su capacidad intelectual puede entrar al mundo del que forma parte y salir fácilmente del mismo.

En la película se presenta a Jep justo en el momento que cumple los 65 años. Junto a sus amigos se ha reunido en una discoteca romana donde se han dado cita para bailar con desenfreno temas muy sensuales. El video clip inicial de Sorrentino es inolvidable. En el mismo se puede oler la podredumbre de la sociedad italiana actual, ver el desparpajo contagiante de los bailarines y reír con cautela por lo que se oye y siente. Cuando la noche acaba, la antigua Roma viene en ayuda del cansado personaje principal, quien se solaza y descansa al ver todo esa majestuosidad silenciosa, que de pronto se rompe por el vuelo sincronizado de una bandada de aves en el cielo o el coro celestial de una niñas de una escuela.

Gambardella vive en Roma desde muy joven, sigue siendo un turista de la provincia sureña que mira con sorpresa todo lo que hay a su alrededor. Se dedica a entrevistar a algunos personajes de la ‘cultura romana’ y publica sus notas en una revista. Sus amigos son escritores en la mayoría de casos, a Romano -el más cercano- le comenta su deseo de volver a escribir una novela.

A su edad observa con cierto temor como lo acecha la muerte y siente que tiene que llenar con algo ese vacío existencial. Como el escritor francés Gustav Flaubert esta convencido que en esa nada de rumores y chismes encontrará algo que se pueda contar. Esta decidido ahora sí a hacer sólo lo que le interesa, aunque se contradice. Sorprende verlo esperando en una cola para someterse a su ración de botox junto a muchos otros –una joven monja incluída- que pagan inmensas cantidades de dinero para lucir menos viejos, sin notar nada de su propio hundiendo personal. Cuando la consciencia emerge, duele y lleva a tomar decisiones finales, lo prueban esos suicidios: del joven que no se siente a gusto en este mundo y la salida de escena de esa mujer de cuerpo hermoso que se ha gastado toda su fortuna para lucir ‘perfecta’. Casi al final, Gambardella trata de darle un sentido espiritual a su vida y cuando trata de hallar respuestas, las grandes autoridades de la iglesia católica instalados en el Vaticano –un cardenal papable en este caso- se rehuye a responder, porque ni él sabe qué es lo que busca. En las cúspides no necesariamente hay respuestas, Jep parece descubrir que lo que busca esta en lo simple, en la superficie de la tierra, donde hay monjas que han decidido llevar una vida con un sentido distinto, alejadas del boato egoísta del poder y el dinero. Es precisamente esta monja santa que le dice que no olvide sus raíces, porque allí precisamente está lo que busca.

Entonces el escritor recuerda que amando y habiendo sido amado fue feliz, entonces decide volver a emplear el truco de la ficción literaria. Gambardella comenzará a escribir y no hay duda que con todo lo que hemos visto, esa novela será genial. La vida está hecha de retazos y esos retazos los vemos a lo largo de la historia (lo han seleccionado director y guionista).

La película puede verse muchas veces y en cada oportunidad se podrá encontrar algo que la hace más interesante. Pero descubriremos que la profundidad que creemos percibir no es tal. Se trata de un truco muy bien planeado. La historia avanza gracias a la calidad de sus imágenes, a la búsqueda que hace el personaje de ese momento que le permita volver a escribir. Esa desilusión que lo atormenta tiene que dejar de fluir a su alrededor. Hay que encontrar la calma para repotenciar esa falta de ambición. En ese circo en el que se mueve tiene que haber paz, una vez que la vea y sienta, se dará el hechizo afortunado de la creación artistica. Al final Jep Gambardella la ve.

Mucho se ha dicho de la similitud que existe con ‘La dolce vita’. Si vemos la película de Federico Fellini notaremos que el mundo de 1960 y el de hoy no ha cambiado, sigue girando sin rumbo. Uno de los personajes afeminados del clásico film dice que ‘el mundo seguirá mirando y hablando de cosas feas en los próximos años’ y de pronto vemos el monstruoso animal que los pescadores han capturado. Fellini pone énfasis en los ojos de la inmensa raya marina, para reiterar la expresión dada por uno de sus personajes.

Ante las interrogantes de similitud, el guionista Umberto Contarello decide aclarar. El dice que cuando en términos de creación artística se trata de hablar de un viaje, el referente -el arquetipo- es el clásico de Homero: La Odisea. Igual, cuando se trata de contar algo de Roma, el arquetipo es ‘La dolce vita’. Agrega que lo que junto a Sorrentino hizo fue ir acumulando una serie de experiencias de provincianos en Roma (Contarello es de Padua) y ellos hablan de esa experencia, además algunos personajes son tomados de la Italia actual, otros son una mixtura y algunos han sido creados en su totalidad para poder contar la historia completa.

El guionista refiere también que para poder crear al personaje central pensaron en un escritor Napolitano Raffaele La Capria y en su amigo Golfredo Pausi, ellos veían Roma muy intrigados y se sentían muchas veces aburridos y preocupados en la capital italiana. Jep y Romano, los personajes de ‘La gran belleza’, son algo y se tratan de parecer a los escritores citados*.

Para finalizar no quiero dejar de contar algunos detalles de la película que me han dejado gratamente impactado: sin duda la filmación se hizo durante la noche y es durante algunas noches que nos movemos en Roma para ver quiénes la pueblan. Nos sorprendemos de encontrar la soledad merodeando por doquier. Mientras acompañamos a Jep y casi lo atropellan vemos una limousine donde va una mujer que está al borde del llanto y la desesperación. Por las calles de la antigua ciudad también caminan mujeres muy solitarias, algunas van con perros, mientras que las prostitutas van en grupo, exponiendo su aburrimiento, desolación y sufrimiento.

Si tengo que quedarme con una escena elijo la del diálogo que sostiene Jep con su colega acerca del sentido moral de un escritor. Ella para publicar sus novelitas apela a acostarse con un político homosexual quien a su vez esta enamorado de otro y solventa sus publicaciones gracias al uso de toda la maquinaria de un partido de izquierda. Y la segunda sería esa niña artista que tras la ira encuentra la calma y la paz, entonces se lanza a hacer el arte que le gusta, dejando mal parados a sus padres quienes sólo buscan el ‘poder’ y el dinero que consiguen con ese talento.


*Raffaele La Capria decía que el escritor tiene que perder el tiempo para poder encontrar algo que valga la pena escribir y eso es lo que parece hacer Jep Gambardella. 


Thursday, May 15, 2014

'Encadenados' a la maestría de Alfred Hitchcock.

Esta ha sido una semana dedicada a ver nuevamente películas del director británico Alfred Hitchcock. No les puedo hablar de todas, pero de entre ‘Cuentame tu vida’, ‘Con la muerte en los talones’ y ‘Encadenados’ me quedaré con la última. Quizás por lo que pasaré a contarles.

Vi esta película cuando era un chiquillo de nueve años en el cine de mi pueblo, allá en mi querida selva peruana de Moyobamba. La recuerdo con claridad por lo que ocurrió antes de que comenzara la proyección. Mi nana me llevó al cine, porque deseaba encontrase con un galán en la plaza principal. Este individuo pretendió sobrepasarse y yo le emprendí a patadas para defender a la dama. A este fulano no le importó tener al frente a un niño y me propinó un puñetazo en pleno rostro. El corte profundo de mi labio superior no iba a impedir que viera la película, así que me negué a volver a casa. Me saqué la chompa celeste que vestía y me aplasté la herida sangrante. Entre sollozos fui dejándome seducir por la maestría de Alfred Hitchcock de quien entonces no tenía ni la menor idea. Creo que a mi estilo me comporté como un caballero frente a una mujer desválida. Veamos la historia del cineasta.

Alfred Hitchcock comenzó a planear “Encadenados” en 1944. Un año antes que Estados Unidos bombardeara las ciudades japonesas de Nagasaki e Hiroshima. Cuenta el famoso director que apenas tenía noticias de que en una zona de Nueva Mexico (Estados Unidos) un grupo de científicos trabajaba algo secreto. Aún no se sabía nada del ‘Proyecto Manhattan’, pero Hitchcock sabía que los alemanes también estaban tratando de descubrir algo muy destructivo. Fue entonces que se le ocurrió la idea de una bomba de uranio. El productor David Selznick no confiaba en esa idea, pero ‘Hicht’ -era el diminutivo del director- lo convenció con el argumento de que el uranio era tan sólo un Mac Guffin.

Años después de la destrucción de las ciudades niponas, cuando se conoció más detalles de la construcción de la bomba atómica y sus efectos destructivos, cuenta el director que se encontró con un hombre de negocios de Hollywood, quien le preguntó ¿cómo se le había ocurrido la idea del uranio? Antes que se rodara la película, ellos -como inversionistas- creían que era una idea descabellada y que por esa razón se negaron a arriesgar su dinero. Lo cierto es que ‘Encadenados o Notorious’ se rodó con dos millones de dólares de presupuesto y generó 8 millones de ganancias para el productor.

Hitchcok no contó cómo supo lo del uranio, pero si refirió que deseaba saber más del pesado metal. Cuenta en la entrevista que le dio a su homólogo francés, Francois Truffaut, que visitó a una eminencia de la época para preguntarle cuánto uranio se necesitaba para conseguir una bomba. Y de qué tamaño sería la misma. No obtuvo respuesta entonces, pero si el comentario de que podía ir a la cárcel por semejante curiosidad. Lo cierto es que Hitch estuvo en la mira de los servicios secretos estadounidenses por algunos meses. Deseaban tal vez saber quién le estaba entregando información al director. Si esa información se filtraba así de fácil, pronto llegaría a las manos del enemigo de entonces.

Para Hitch la historia era sencilla, se trataba de un hombre enamorado de una muchacha, que por cumplir con su trabajo se va a la cama con otro, con quien luego se casaría tambien obligada. El asunto del uranio era secundario. Cuenta el director, que para muchos guionistas, el asunto del Mac Guffin resulta muy atrapante. Por eso no ha dejado de referir que se trata de un señuelo sin importancia, algo así como de un artefacto para cazar leones en la cordillera de los Andes peruanos. Como sabemos que en la cordillera no hay leones, hay que seguir con la historia.

Hitchcok es el maestro de los Mac Guffin, incluso los espectadores nos afanamos por descubrir lo que hay en una maleta o como en este caso ¿qué se esconde en una botella? Descubrimos luego que ese detalle es secundario.

En ‘Encadenados’ se comienzan a mostrar botellas y se pone énfasis en eso desde el principio. Alicia Huberman –la bella Ingrid Bergman- bebe desde que se encuentra con el agente Devlin –Gary Grant. Cuando él cae enamorado ante la bella heroína y conoce que se trata de una mujer que tuvo un romance con quien tratan de atrapar -Alex Sebastian/Claude Rains- se olvida de la botella de champagne que consigue para celebrar. Cuando ella va a la casa de los Nazis, uno de los invitados presta atención a una de las botellas de vino que se va a servir y llama a suspicacias mayores, es más, es liquidado por ese descuido. Cuando Alicia se casa y ofrece una fiesta que es una forma de llegar a la bodega donde se esconde algo mayor, se pone atención -con las cámaras- en las botellas de champagne que se esta ofreciendo, hasta que se descubre lo que hay en las que tienen la etiqueta de 1934, uranio.

‘Encadenados’ es una historia de amor y de intriga politica, de guerra, muy destructiva. Genera temor, pero en ningún momento el director muestra sangre o muerte. Y ahí la maestría del cineaste británico.

A mi me seduce lo que esconde Alicia desde el principio. Ella es una mujer que se muestra fuerte y altiva desde que acepta a pie firme la condena de su padre por traidor. Sigue fuerte ante la noticia del suicidio, pero en lo íntimo de su ser se derrite por algo sencillo: ser amada. Su instinto le impulsa a hacer lo que hace, aceptar convertirse en agente –un poco para lavar su honor- meterse en la casa de un traidor mayor, acostarse, casarse con él- esperando que el verdadero amor llegue al rescate. La historia sugiere eso, un amor verdadero llega, no importa lo duro que sea el camino que hay que transitar. En el último suspiro, casi muerta de intoxicación, la salvación llega, en este caso el amor.

También he jugado con el diseño de la historia creada por Hitchcock en complicidad con su guionista Ben Hecht. Mi diagrama es el siguiente: 1) Devlin mete a Alicia en la cueva 2) Alicia va a jugar con los leones y eso es peligroso 3) él la tiene que sacar con vida.

Podría seguir desmenuzando más la pelicula. Me  gusta el papel de la madre fría, pero amante de su hijo. Me encanta el papel de Alex Sebastian quien se lamenta de ser un niño estúpido, pero ante el miedo que experimenta vuelve a su madre para pedir auxilio. Juega un juego de fuego, pero teme quemarse. Se asusta ante la idea de la muerte, pero como esta metido en un F/Juego satánico, se quemará.

Bueno, volvamos al principio. Aquellla primera vez que vi la pelicula sirvió para aliviar mi temor de niño, el miedo que experimenté cuando tras el primer puñetazo pensé que venían más, felizmente el grandulón era un cobarde y huyó. La sangre lavó mi dolor. Mi nana se sintió protegida por su pequeño ‘salvador’. Al salir del teatro me debo haber sentido un valiente como Devlin o Cary Grant.

Wednesday, May 7, 2014

Las buenas hermanas del cuento.

   
Cuando Alice Munro ganó el premio Nobel de Literatura en el 2013 muy pocos hispano parlantes habían leído sus cuentos. Muchos medios escritos en español de todo el mundo inmediatamente publicaron uno de sus relatos: ‘Radicales libres’. No había leído el mismo, así que leí la historia con curiosidad y placer.

Cuando terminé de leer el cuento debo confesar que me gustó el giro final de la historia y la genialidad de la escritora canadiense para hacer lo que hizo. Con la base del cuento ‘Un hombre bueno es difícil de encontrar’ escrito por la escritora estadounidense Flannery O’Connor y con ‘Villa Ruisenor’, escrito por la inglesa Agatha Christie, Alice Munro escribió su propia versión y lo hizo con maestría.

Si mucho antes, el también Nobel de Literarura, T. S. Eliot dijo que ‘los poetas inmaduros imitan, los maduros roban. Los malos estropean lo que roban y los buenos lo convierten en algo mejor’, lo mismo se puede decir de los cuentistas. Y trataré de probar lo que digo.

En ‘Radicales libres’ Nati está de duelo, su esposo de más de ochenta años acaba de morir. Ella tiene un poco más de sesenta y padece un cáncer que le puede costar la vida. Se ha quedado completamente sola, no tiene hijos y recuerda cómo es que le robó el marido a una mujer casada. De pronto, alguien toca a la puerta de su casa, se hace pasar por un plomero que esta tratando de reparar algún desperfecto en la vivienda. Cuando ella le permite el ingreso el joven se descubre. Es un desequilibrado que acaba de matar a sus padres y a una hermana enferma, tiene la foto instantánea para probar lo que dice, pero eso no intimida a Nati, quien se muestra sorprendida. Inmediatamente trata de salvar su vida y comienza a contar una historia que parece ser verdad. Para salvar su matrimonio ha envenenado con ruibarbo –un veneno vegetal que no deja evidencias- a una amante más joven con quien su esposo la engañaba. Lo que cuenta parece intimidar en algo al desequilibrado, quien le perdona la vida, roba las llaves del auto y deja la casa. Más tarde, la policía viene a informar a Nati que el auto de su esposo fue robado por un asesino, pero que este ha muerto al estrellar el vehículo en la carretera.

Alice Munro cuenta que cuando tenía seis años leyó la historia de la pequeña sirenita enamorada de un apuesto príncipe. La sirenita no podía casarse con su amado por su condición de mujer pez y eso entristeció a la pequeña Alice, entonces ella decidió escribir la historia cambiando el final triste por uno más alegre, casando evidentemente a los enamorados.

Luego cuando iba a estudiar, la joven Alice recuerda que inventaba historias que la ponían en la posición de una heroína resolviendo una serie de situaciones adversas. Así describe la cuentista sus inicios de escritora. Veamos ahora lo que trato de probar.

En el relato ‘Un hombre bueno es difícil de encontrar’, Flannery O’Connor nos cuenta la historia triste de una familia que sale de Atlanta, Georgia, con rumbo a Florida. La abuela le pide a su hijo dirigirse a Tennessee porque de acuerdo a una noticia aparecida en un diario, un desequilibrado a huido de la prisión y es posible que atente contra quienes encuentre en su camino. El hijo ya ha decidido con su esposa llevar a sus tres hijos a Florida. En el trayecto, la abuela convence a su hijo de visitar una antigua casona de los alrededores, apartándose de la carretera por un camino afirmado, mientras avanzan la abuela se da cuenta que se ha confundido, pero es tarde. El vehículo se vuelca y sufren un accidente sin consecuencias fatales. De pronto aparece el desequilibrado y sus compinches quienes han visto lo ocurrido, pero en vez de socorrer a los heridos van liquidándolos por grupos. Desean cambiarse de ropa y un nuevo vehículo. La abuela trata de salvar a su familia primero, recordándole al desequilibrado que es un hombre bueno, que seguramente sus padres lo han educado con ese propósito. El solo hecho de mencionar al padre hace que el desequilibrado se enfurezca aún más en su fuero interno al recordar la terrible relación con su progenitor. Y como lo cuenta más adelante, un dia decidió liquidar a su padre y entonces decide también disparar al pecho de la pobre abuela. La historia es brutal y uno quisiera cambiar el final. Los niños son liquidados sin ninguna compasión, pero se muestran con mucho coraje ante sus victimarios y la muerte.

En ‘Villa Ruiseñor’, Agatha Christie nos cuenta la historia de Alix Martin, una mecanógrafa que a sus más de treinta años decide por fin casarse con Dick Windyford pues ha recibido una herencia que le permitirá gozar de una vida holgada. Pero por esas circunstacias de la vida, de pronto conoce a un visitante -Gerald Martin- con quien se casa en apenas una semana. Dick monta en cólera y le reprocha el hecho de casarse con un desconocido. La flamante pareja va a vivir a un lugar por el que pagan 3 mil libras esterlinas, no tienen servidumbre, sólo un jardinero viene a cuidar las plantas. Se estable un horario, pero por una celebraciones en el pueblo cercano, el jardinero se aparece otro día. En el diálogo con Alix, el jardinero cuenta que la casa sólo fue vendida por dos mil, como lo ha comentado el dueño a todos los vecinos. Y que el esposo Gerald le ha dicho que no vaya a la casa el viernes porque su esposa, Alix, se irá a Londres. Alix se sorprende, dos mentiras en apenas una breve conversación.

Dick esta decidido a no perder a Alix y se esta acercando, la llama para comentarle que se hospedará en una posada de las inmediaciones. Para crear más conflicto, Alix encuentra un cuadernito de notas, en el que Gerald ha hecho anotaciones, ella se sorprende de una que al parecer guarda una incógnita con hora. Decide encarar la verdad con su flamante esposo quien desliza una serie de versiones extrañas: ‘te has casado con barba azul’, le dice. Y agrega: ‘a las 9.00 p.m. quiero que me acompañes al sótano para reveler una fotografías’. Ella teme su asesinato y se niega a bajar. Al día siguiente decide indagar aún más husmeando entre las cosas de su esposo. Es entre las cosas de la maleta que descubre una serie de recortes periodísticos donde se da cuenta de un asesino de mujeres, un galán que las desposa para arrebatarles el dinero y luego liquidarlas. La foto de un diario muestra a un tipo parecido a Gerald y Alix entra en pánico. Es descubierta con las manos en la masa y entonces decide salvar su vida llamando a Dick como si llamara al carnicero. Mientras tanto, Gerald se sigue insinuando y con sus palabras pareciera que se esta revelando como un verdadero asesino, entonces ella apuesta por su última carta. Mientras toman café, le comenta que ha acabado con dos antiguos esposos a quienes ha suministrado un veneno –heroscinas-. Gerald se asusta y piensa que también correrá la misma suerte. De pronto, Dick se aparece en la puerta al rescate junto a un policía y todos encuentran al esposo muerto.

No sé si probé algo, pero sí hay alguna ligazón, esa ligazón no ofrece muestras del veneno suministrado, mucho menos da prueba de muertes similares en el desenlace final del cuento. ¿Será que sólo he tratado de ver esas semejanzas? ¿Es tan solo algún espejismo? Juzgarán ustedes mi aproximación.

No sin antes revelarles un dato final. Alice Munro cuenta que empezó tratando de hacerle la vida feliz a sus personajes, pero finalmente sucumbió a la tentación de escribir acerca de la tragedia. Sin duda, ella también tiene historias brutales.