Wednesday, August 31, 2011

El cardenal es un buen tipo, me consta.


El cardenal Juan Luis Cipriani es una buena persona, me consta. Lo conocí cuando era obispo de Ayacucho. Una mañana llegué tarde al aeropuerto de Lima y perdí el vuelo que me llevaría a Huamanga. El entonces obispo me ayudó a comprar los pasajes y viajar a la ciudad que entonces comenzaba a ser el lugar pacífico de hoy y del futuro.
Se me había encomendado en el canal donde trabajé la misión de viajar a Ayacucho con un grupo numeroso de personas que retornaba a su tierra natal luego de haber estado en Lima, lugar al que llegaron huyendo de entre dos fuegos: la salvaje y cruel de los terroristas de Sendero Luminoso y la represora y arbitraria de las fuerzas del orden.
Era el director del 'noticioso', como a él le gustaba decir, don Carlos Miano. Un tipo de mal carácter, pero una persona de gran corazón. Al principio desconfiaba de mí y estuvo a punto de sacarme del grupo de reporteros que comandaba, pero con mi empeño y trabajo lo fui ganando. Un día me 'castigo' por algo que a su parecer estuvo mal, pero cuando se dio cuenta que él se había equivocado, me premió. Sus premios era sacarnos de la capital para mandarnos a provincias y respirar un nuevo aire.
Le habían llamado de un Organismo No Gubernamental ONG para pedir la cobertura de una noticia esperada: el retorno de los ayacuchanos a la tierra que habían abandonado por culpa del terrorismo. Un equipo de televisión debería estar en el aeropuerto a las 6.00 a.m. para acompañar a un centenar de personas que volvían al terruño a bordo de un vuelo comercial.
La cobertura de la noticia me la encomendaron a mí como premio. Don Carlos me dijo busque usted el camarógrafo que desee para que lo acompañe. Como ibamos al rincón de los muertos, decidí que el muerto Orlando Cánepa me acompañara en la tarea. El muerto, le decíamos así por sus grandes ojeras, empezaba a hacer sus pininos como camarógrafo y desde entonces demostró ser lo que hoy es, uno de los mejores camarógrafos peruanos. Yo era un reportero jodido, siempre detrás de las tomas que mis camarógrafos hacían y al muerto le gustaba eso, porque aprendía.
Todo se coordinó a último momento y nos llegaron a dar los viáticos respectivos para el viaje muy tarde. Recuerdo que Panchito, el encargado de la economía del canal, se quejaba: “siempre prensa a última hora”.
-No - le respondía- la noticia es así, se presenta en el momento menos esperado, y hay que estar preparado para eso.
Lo cierto es que nos aparecimos al aeropuerto cinco minutos antes de las 6.00 a.m. Cuando el avión con los retornantes ayacuchanos se disponía a partir. Habíamos hecho planes con el muerto respecto a las tomas que deseaba en el avión, con las caras sorprendidas de los ayacuchanos que por primera vez se trepaban a un avión, pero todo eso se fue por la borda, debido a la mala coordinación de los miembros de la ONG. Sí sabían que partían a la hora señalada, nos debieron citar a las 5.00 a.m. para los chequeos respectivos. La noticia me parecía interesante desde todo punto de vista y además teníamos la exclusividad. Era, además, la primera vez que viajaba a Ayacucho y no me quería perder la oportunidad.
-¿Y ahora qué hacemos? A mí no me gusta levantarme temprano y no puede ser que me hayan sacado de la cama de madrugada- dije, cuando vi venir a lo lejos al entonces obispo Juan Luis Cipriani. Había ya hecho las consultas respectivas y los viáticos no me alcanzaban para comprar el pasaje del muerto Cánepa. No podía irme a Ayacucho sin el camarógrafo. En ese momento se me prendió el foco, Cipriani era la solución. Orlando se moría de verguenza. 'Déjame usar mis métodos de periodista de tabloide sensacionalista', recuerdo que le dije. Y me acerqué al prelado. Me presenté exhibiendo mi carnet de hombre de prensa, le expliqué mi situación, le dije de mi deseo de hacer el reportaje y que necesitaba dinero en calidad de préstamo. Ahí el obispo se sorprendió y respondió.
-A usted no lo conozco y ese carnet lo puede tener cualquiera, ¿me está tratando de sorprender?.
-Cómo podría sorprenderlo, señor Obispo con un engaño de esta naturaleza.
-Entonces usted esta tratando de salvar su responsabilidad pues se quedo dormido y no llego a tiempo al aeropuerto- dijo sonriente.
- No, mire... Le expliqué el asunto de la mala coordinación y se me ocurrió sacar el 'as' que tenía debajo de la manga. - Además, esto es un encargo del presidente Fujimori, quien desea que se de a conocer este hecho. Ayacuchanos regresando a su terruno abandonado por culpa del terrorismo- dije, sabiendo que el corazoncito de Cipriani latía por las acciones del dictador.
- ¿Y qué es lo que desea? Preguntó.
- Dinero - dije.
- Aaa no, dinero es lo que no tengo...
- Pero señor Obispo, créame, llegando a Ayacucho me reporto con mi mesa de informaciones y pediré mas viáticos, de inmediato le devuelvo, se lo aseguro. Casi me sale 'se lo juro', pero como estaba frente a un obispo, esa palabra no iba a ser la correcta.
- ¿Quién lo garantiza?
- Yo, le estoy dando mi palabra- respondí, picado.
El obispo sonrió sorprendido.
- Ojalá usted no sea como muchos- respondió llevándose la mano a los bolsillos – ¿Cuánto necesita?
Le dije la cantidad que equivalía a los pasajes, los impuestos por uso del aeropuerto y me aseguré para tener un poco de dinero que cubriera algo del transporte al llegar a Huamanga. Entonces el obispo sacó varios billetes de cien soles y me alcanzó algo más de lo que necesitaba
- Traígame el vuelto, por favor- me dijo.
Entonces me hice varias preguntas: ¿le gustaba mi atrevimiento, le parece también interesante el hecho que los ayacuchanos vuelvan a sus tierras despojadas y recuperadas, es tan fuerte la relación que tiene con Fujimori? Opté por la primera, para darme ánimo.
Así fue, regresé y di al obispo católico el vuelto respectivo. El sonrió.
Tomamos el avión y tras un vuelo sin contratiempos -por espacio de una hora- llegamos a Ayacucho. La otrora ciudad donde los terroristas de Sendero Luminoso montaron el escenario siniestro de lo que llamaban el inicio de la conquista del poder “del campo a la ciudad”. Ayacucho se desangró por muchos años, haciendo honor a lo que significa su nombre: el rincón de los muertos. Entonces, después de miles de muertes, Ayacucho volvía a la calma, a la relativa normalidad. Seguía entonces pobre, pero ahora uno podía caminar maravillándose de su cielo serrano esplendoroso, azul. Ahora la gente volvía. No por nada, Ayacucho es hoy, el centro de las celebraciones por Semana Santa. Las cervecerías estan contentas con Ayacucho -en las fiestas religiosas, sobre todo- porque es el lugar número 1 donde las cervecas corren como sí fueran ríos. En Ayacucho uno olvida las penas.
Cuando llegué a Ayacucho no vi al obispo Cipriani. Hice mis coordinaciones con Lima, hablé con don Carlos Miano y le conté lo ocurrido. Me felicitó por mi osadia, 'así es como tiene un periodista que solucionar una situación adversa', me dijo.
-¿Cuánto necesita?
Mientras se hacía el envio, llegué al lugar donde estaban los retornantes, me puse en contacto con los miembros de la ONG y para disculparse me dieron todas las atenciones. Luego del desayuno ayacuchano respectivo, empezamos la tarea. 'Tenemos que hacer algo de cine', le dije al muerto, conociendo su talento inicial. Más tarde fui al banco, recogimos el envio y me encaminé a la catedral de Ayacucho en busca del obispo. Me dijeron que vaya a una casa cercana, donde tocamos la puerta y preguntamos por él. Su secretario nos dijo que no estaba. Entonces le expliqué la ayuda y le di aquello que me había dado su superior en calidad de préstamo.
El reportaje fue muy simpático, recuerdo que le dije también al camarógrafo 'quiero una toma que me permita pasar de la noche al día' y el muerto hizo un enfoque-desenfoque que me permitió narrar aquello. De una imagen de un niño durmiendo junto a sus padres, nos fuimos a la luz de un foco, de ahí a la luz del día y a un chofer manejando un bus, entonces los retornantes viajaban a una zona más elevada de la serranía ayacuchana. Cantar el himno a más de 2 mil metros de altura nos dejó exhaustos, pero lo hicimos con orgullo. Quienes volvían a casa, contaron -entre sollozos- que volverían a levantar su pueblo, su pueblo donde ya no estaban algunos Mamanis o Quispes que habían muerto por culpa del fuego cruzado.
Cuando volví a Lima, recuerdo que conté lo ocurrido con Cipriani a algunos amigos, ellos sonrientes me decían: “Caray, eso sí que es un logro, es como sacarle los huevos al aguila” .
Vi a Cipriani un año después, en las Pampas de Ayacucho, allí donde se selló la independencia de America, junto al gran monumento levantado en la memoria de los caídos, estaba solo, parado, meditando, quizás pensando en lo que había sido la batalla o librando su propia batalla, 'ser o no ser, ser o llegar a ser cardenal'. Lo cierto es que me acerqué y le di las gracias, le dije que el dinero se lo había dejado con su secretario y él movió la cabeza asintiendo y siguió sumergido en sus pensamientos, entendí que deseaba seguir solo y me alejé. Nunca más volvi a ver al obispo, que luego llegó a ser lo que es, cardenal y primado de la Iglesia Católica peruana.
En otro canal hice un reportaje, consultando con obispos y entendidos, acerca de quién sería el sucesor del extinto cardenal Vargas Alzamora, mi predicción periodística fue correcta. Su sotana negra, Cipriani la cambio por una de color roja. Ya le tocó elegir a un Papa en el Vaticano.
Hoy anda tratando de conquistar más poder, quiere una universidad, una de las más prestigiosas de Lima. La Pontificia Universidad Católica del Perú. Ojalá obre con bondad, como lo hizo conmigo en aquella oportunidad, porque sé que bajo ese hábito habita un hombre, una persona buena, cuando así lo desea. Cipriani tiene que ser la solución, como pensé antes. Hoy lo pienso sin la argucia de periodista de diario sensacionalista. Hoy quiero lo mejor para mi país, lejos de religiones o grupos de poder.

Thursday, August 25, 2011

Un espejo extraño en el tren subterráneo (Ficción)


2022... Shabi tiene los minutos contados, debe bajar en Grand Central, no pudo afeitarse y se siente desalineado, jamás usó barba porque no le gusta. Su madre adoptiva fue hospitalizada de emergencia. Donde baje debe hacer un transbordo de tren para ir hasta la 77 de Lexington avenue. Es donde está el hospital más cercano a la casa de su madre. Ella está en cuidados intensivos. Un doctor dijo, al llamarle, que la señora Ballmer había sufrido un derrame cerebral. En el Grand Central le ha parecido ver su rostro en un individuo que subió a la línea 5 que va hacía Harlem. Es más, le escuchó decir en un inglés de turista francés, que desea ir al museo Metropolitano y quiere saber dónde bajar. Le han dicho que lo puede hacer en la misma parada a donde se dirige. Le parece que está soñando... Sentado en el tren, extrañamente vacío a esa hora de la mañana, parece estar mirándose en un espejo, un espejo raro. Su barba insipiente, de un día sin afeitar, luce crecida, ordenada, en forma de perita, su pelo lacio está muy bien peinado con la raya al costado izquierdo. Sus ojos marrones rojizos, muy intensos, parecen mirarlo con sorpresa. Su piel cobriza, sus cejas pobladas y su naríz alargada dan cuenta de sus raíces hindues. 'Mi madre adoptiva tiene que explicarme algo que me resulta confuso, ojalá la llegue a encontrar con vida', piensa... La persona que tiene sus rasgos más saltantes está también sorprendida y pese a su expresión de extrañeza se ha parado de su asiento, avanza hacia él y pregunta: ¿me puede avisar donde bajar? Voy a la 77 de Lexington avenue.
2002... Kanira ha llegado a una clínica de fertilización en Delhi donde le han dicho que puede recibir US $ 5 mil por alquilar su vientre y tener un bebe. La suma de dinero es lo que ella podría ganar en diez años de trabajo. Debe firmar un contrato, ella no sabe sí es de trabajo o de un acto de caridad. Debe quedarse a vivir donde le indican por espacio de nueve meses. Tiene la libertad de elegir, sí desea abortar debe devolver todo lo invertido, pagar su manutención y pagar a los padres del bebe que sabe no es ni será suyo. No sabe que ese es el gancho astuto y leguleyo que garantiza su estadia en la clínica y asegura que su bebe será para la pareja rica que ha decidido adoptar un recién nacido. Kanira jamás sabrá quienes son los padres adoptivos, ni a donde irá el bebe. Lo que tampoco Kanira sabe es que el doctor que la atiende ha decidido fertilizar en ella un óvulo de una mujer tremendamente prolífica, con sus métodos de producción de embriones la clínica ha logrado una producción adicional -las donantes de los embriones no saben tampoco que se han sometido a un tratamiento hormonal que les desarrollará un sindrome del ovario por la hiper estimulación y que los folículos crecerán en sus entrañas pudiendo generar cáncer-. El doctor quiere un ingreso adicional para la clínica, dos bebes resultan más lucrativos que uno solo. Los padres adoptivos tampoco deben saber lo que se hace en una de las 350 clínicas de la India. Los niños bien pueden ir a Nueva York o París. Total ¿quien puede garantizar que se descubra lo que se está haciendo aquí en la tierra de Brahma o del dios creador del hinduismo?
Pero como todos sabemos, extraños son los caminos de Dios y bien podría El determinar que el encuentro ocurra en un tren subterráneo de Manhattan, una mañana lluviosa de un domingo, veinte años más tarde.
En el 2002, los niños han nacido por cesárea, no es que la madre estuviera en peligro, lo que los médicos de la clínica buscaron era no exponer a los gemelos durante un parto vaginal lleno de complicaciones. Los gemelos no han nacido en el día previsto, porque había que cumplir con la entrega. Uno fue adoptado el día señalado y el segundo debió esperar dos días más hasta hacer los trámites y recibir los pagos respectivos. La madre tuvo una complicación y tuvieron que decirle al esposo, quien fue quien promovió el alquiler del vientre de su mujer, que debía contratar una ambulancia y llevar a su mujer a un hospital de la ciudad. El marido hizo cálculos, tenía muchas deudas, y demoró mucho en hacer el llamado respectivo, desangrada Kanira murió, dejando en la orfandad a dos niñas más. El gobierno indio no investigó y el asunto quedó olvidado. Las parejas que obtuvieron a los pequeños en adopción no se enteraron de lo ocurrido, era mejor, además, para evitar las complicaciones, la culpa ajena quizás. Los muchachos iniciaron una vida nueva, más segura, con más oportunidades, pensó el médico cuando no pudo dormir. La directora de la clínica había asegurado una nueva joya: un diamante rosado que lucirá en su dedo índice, para evitar ser señalada, más bien para hacerse notar mientras señala.

DEJANDO DE LADO LA FICCIóN
Hoy en el mundo existen casi tres millones de óvulos esperando ser fecundados y vendidos.
Tres décadas después del desarrollo de la fertilización in vitro, alrededor de 250 mil niños han nacido cada año. Todo el misterio ha ayudado a crear un mercado vibrante con un rango de precios y diversos servicios a disposición. Lo más difícil puede ser cuando una pareja de homosexuales trata de adoptar un bebe, en ese caso el precio sube y puede llegar a costar US $300 mil y toma muchos años para legalizar la adopción. Es lo que cuenta Scott Carney en su libro titulado 'The red market'.
Carney dice, además, que la gente en el mundo se acomoda de distinta manera para sobrevivir. Resulta a veces inimaginable todos los caminos que se abren con ese propósito. Algunos son sorprendentes, repulsivos, extraños, pero al final terminan en lo mismo, permiten que el hombre sobreviva en este mundo. No sabemos aún que caminos se abrirán en el futuro. Creo que eso dependerá mucho de nuestra concepción moral y ética.

Tuesday, August 16, 2011

Despertó mientras otros dormían.


Es de noche, el viento sopla y mece los árboles que se han ido quedando sin hojas. Un búho ha llegado hasta una de las ramas, muy cerca de la casa y canta. Por las ventanas se puede ver que alumbran cinco velas. No se percibe el olor, pero el búho mueve la cabeza impaciente, debe ser un olor muy penetrante el que inunda su sentido. La luna menguante actúa como mudo testigo. En el interior de la casa se puede ver el perfil de un hombre de alrededor de cincuenta años que trabaja incansable, varias veces se ha llevado el dorso del antebrazo a la frente, en un ademán que parece ser para limpiarse el sudor. Tiene los ojos atentos en el punto en el que trabaja. Es zurdo, es la mano que usó cuando debió sacar punta al lápiz con la que estuvo dibujando. Finalmente decide escribir algo en un cuaderno de notas: “He disecado más de diez cuerpos. Destrocé todos los miembros y he removido la más miníma partícula de grasa que estuvo alrededor de las venas, sin causar ninguna hemorragía. Como un simple cuerpo no fue suficiente, fue necesario proceder con más cuerpos para completar mi conocimiento y conocer las diferencias”.
La nota esta escrita en latín y esta mezclada con un poco de italiano antiguo. No hay firma.
En una mesa yace sin vida el cuerpo seccionado de un hombre desdentado. El hombre paró su trabajo. Sujetando un pequeño candil -donde la luz de la vela lucha por seguir alumbrando- el hombre se acerca a una de las ventanas para ver cuanto tiempo tiene aún para seguir antes que despunte el día.


Recuerdo que Gabriel García Márquez contaba que cuando alguien le preguntaba qué estaba escribiendo, él respondía que andaba ocupado en una novela que en ese momento se le ocurría. Hace algunos días me pasó lo mismo, me preguntaron que escribía y me despaché con una respuesta acerca de una novela histórica dedicada a Leonardo da Vinci. En aquel momento andaba leyendo un libro acerca del tráfico de órganos humanos y en el mismo había encontrado unas líneas dedicadas al gran artista del renacimiento que me dejaron pensando: ¿Pudo Leonardo estar envuelto en algún asunto de tráfico humano en la Florencia del siglo XIV o XV? Hay que tener en cuenta que da Vinci hizo varias autopsias y cercenó cuerpos humanos sin vida para ver sí gracias a sus conocimientos anatómicos mejoraba su técnica artística.
Mi respuesta suelta y sin sentido me lanzó luego a preguntarme ¿Por qué me interesa este tema? ¿Acaso hay algo en mi fuero interno que debo explorar para dilucidar el asunto con claridad? ¿Debo seguir esa fuerza que me conminó a abrir la boca para tratar un tema tan escabroso? ¿Fui el elegido por que hay algo de eso en mi interior yaciendo como un fósil que quiere salir a escena para dar cuenta de su existencia? Sé que el consejo a todo escritor es seguir los temas que se presentan y sí se vuelven obsesivos -haciendo un gran esfuerzo de introspección- sacar una verdad que puede servir a algunos. La humanidad se sentirá agradecida, aunque al principio te critique y te de con palo: “solo una mente enferma puede abordar estos asuntos retorcidos”, puede decir alguien. El artista tiene que seguir lo que se le muestra, pese al que dirán, porque esa es su función. Sí es sincero, el artista -en este caso el escritor- dará lo mejor, aunque el miedo lo paralice al principio.
En realidad escribir algo acerca de Leonardo da Vinci es una tarea difícil, más todavía si no sabes nada de su vida. Sólo sé que Leonardo nació en 1452 y que su deceso ocurrió en 1519. Conozco también que el tiempo que le tocó vivir fue violento. Para que un artista sobresaliera debía juntarse con miembros de las 'cofradías' donde imperaban tipos inmorales. Quizás en su etapa adolescente -entre los 13 ó 16 años- fue violado y al parecer su padre nunca se interesó por él, lo había dejado a cargo de su abuelo y tío y su madre no estuvo presente desde su niñez, hecho que el artista lamentó a lo largo de sus 67 años de vida.
Para seguir con mi juego de que estoy escribiendo una novela acerca de Leonardo da Vinci me tracé una estructura narrativa de respaldo. Mi historia comienza con el gran artista italiano trabajando solo en una campiña muy alejada de Florencia, durante toda la noche, rompiendo brazos y piernas de cadáveres frescos para dibujar con extrema precisión y rapidez riñones, ojos y sus respectivos nervios oculares, rodillas, brazos y sus hasta entonces desconocidas articulaciones, mientras la Iglesia con sus esbirros persigue a un par de profanadores de tumbas a quienes acusa de sacrílegos y herejes.
Leonardo trabaja en el borde de la buena practica y como él mismo refiere “el cuerpo sin vida de una persona no se preserva por mucho tiempo”. Da Vinci no tuvo el lujo de la refrigeración, los preservantes y trabajó en condiciones nada confortables, usando las herramientos que él mismo diseñó. Teniendo en cuenta que era el mejor, se granjeó muchos enemigos que envidiaban su trabajo, alguna vez -tal vez- le enviaron un cadáver infecto que con buena suerte evitó tocar. Hay que recordar que es el período de la peste que azotó Europa y acabó con un tercio de la población.
En algún momento veremos a Leonardo tratando de convencer a las autoridades, Cesar Borgia entre ellos, de practicar estudios post morten en algunos cadáveres de soldados perecidos en alguna batalla. Al inicio de su trabajo, da Vinci no trabajó con restos humanos, sino con cuerpos de animales, tal vez en la época que le tocó vivir en Milán, donde el duque Ludovico Sforza le pide hacer una estatua equina en bronce. Se sabe que en aquella época Leonardo gustaba de visitar los establos para disecar vacas y toros, luego esos trabajos le sirvieron para hacer anatomía comparada. Hay datos que dan cuenta que en 1480 – 1507 el florentino sólo realizó trabajos del sentido de la vista y la percepción gracias a una calavera que consiguió en algún rincón de su villa. Luego el año de 1507 realizó su primera autopsia de un anciano de 100 años en el hospital de la Santa María Nuova de Florencia. Sus técnicas fueron mejorando y logró conocer aún más acerca del cerebro, incluso desarrollo una técnica que mejoró su entendimiento al inyectar cera en las diversas partes del cráneo.
Además, conoció al detalle la musculatura de la cara y descubrió la unión de los movimientos musculares con la expresión facial. Todos tenemos un músculo para el odio, la pena y el dolor. Se volvió tan experto que pudo calificar las ideas de alguien con sólo mirarle la expresión de la cara. Fue tan sorprendente en la técnica de la expresión facial que hizo la Monalisa, cuadro que hasta hoy despierta curiosidad y estudio.
Los enemigos de Leonardo encontraron su trabajo obsceno e inmoral. Y buscaron con tesón que las autoridades eclesiásticas lo castigaran. Hay que recordar que siendo muy joven y viviendo aún en Florencia bajo la tutela del artista Andrea del Verrochio -homosexual declarado- Leonardo también fue acusado de sodomía en un juicio que le causó a la postre mucho temor, pues su cabeza estuvo pendiente de ser colgada. Todos conocieron desde entonces sus inclinaciones sexuales. Miguel Angel Buanarroti tuvo discrepacias con Leonardo. Cuando da Vinci visitó Roma para ver el trabajo de la Capilla Sixtina lamentó el trabajo de su colega, pues lo juzgó deficiente por la exclusividad musculosa de las figuras que adornan la bóveda del templo. Quizás eso provocó la ira de Miguel Angel quien no perdonó la apreciación.
A la muerte de Leonardo, el artista dejó en manos de su asistente Francesco Melzi sus cuadernos de anotaciones, donde se dice que se podía leer 13 mil notas acerca de su trabajo. Melzi se desinteresó del mismo cuando contrajo matrimonio y más aún cuando nació su hijo, el joven Orazio fue más disciplicente, pues abandonó los cuadernos del maestro en un rincón del ático de su casa o los vendió cuando necesitaba dinero. Quienes buscaban saber más de los secretos de Leonardo se lanzaron a conseguir sus cuadernos, robándolos y vendiéndolos al mejor postor.
Pienso que podría empezar mi historia con algo más actual. En 1994, Bill Gates compró el Codex Hammer por el que el multimillonario estadounidense pagó US $30.8 millones. Consultado por qué lo hizo, Gates dijo que deseaba tener algo del genio de Florencia. Quizás aquí podría empezar la novela para darle un toque novedoso y seguir el recorrido de dicho cuaderno hacía atrás.
La vida de Leonardo es muy rica y gran porcentaje de su existencia permanece en el misterio. En vida conoció a César Borgia y fue su consejero militar, conversó, además, con Nicolás Machiavello antes que el escritor y político publicara su clásico libro 'El Príncipe', en 1515. Trabajó para los Medicis. En vida, Leonardo conoció del descubrimiento de las nuevas tierras por Cristóbal Colón y estuvo familiarizado con las ideas que daban cuenta de la redondez de la tierra. Antes del deceso del genio florentino, Fernando de Magallanes se lanzó a completar y dar la vuelta al mundo, reto que obtuvo seis meses después de la partida de Leonardo.
Da Vinci fue hijo ilegítimo, se educó con su abuelo y tío paterno, no fue a colegios exclusivos como sus hermanos 'legítimos', pero los superó con creces. La falta de la madre hizo que Leonardo se lamentara de ella y a la postre lo volvió un misógino. Era tan grande su dolor que no pudo ver que la falta del cuidado y el cariño materno hizo de él el genio que hasta hoy sigue vigente.
Cuando usaba su mano izquierda para realizar algún trabajo, muchos notaban sus raíces, los muchachos ricos siempre eran corregidos de lo que entonces se conocía como una anomalía.
Su deseo de ser rico y su manera de entrar en la vida de la sociedad pudiente fue crear armas. Sin embargo, nunca perteneció a ella, pues quizás vio lo superficial de aquella vida. Su trabajo adicional lo hizo por amor. Hay que recordar que era un virtuoso de la lira y sabía cantar. Algunos hablan que bien pudo ser el creador del violín. Tal vez tocando las cuerdas de sus arcos y flechas descubrió cómo se armonizaban algunos sonidos, porque nada en Leonardo pasaba sin ser observado y analizado.
Se dice de él que “fue un hombre que despertó muy temprano, mientras todavía estaba oscuro y todos alrededor dormían”. Además, escribió frases tan llenas de significado como “la ciencia es el capitán, la práctica es el soldado”
Para volver al tema de las autopsias, Antonio de Bialis dice que Leonardo disecó más de 30 cuerpos. Hizo más de mil 500 dibujos en tres dimensiones. Parece que Leonardo se embarcó en la anatomía por el intrépito placer del viaje. El quizás supo que iba a ser el primero en intentar un estudio detallado de la anatomía humana y debió haber sentido cierta ansiedad de su propia disposición y coraje.
Leonardo fue al límite de sus habilidades para no aburrirse, pues estaba cansado de la brocha. La anatomía se convirtió entonces en un pequeño desafio. Leía los clásicos griegos, cuando tenía 4 años, Gutenberg imprimió la primera Biblia, pero cuando Leonardo estaba en sus casi 50 años ya habían 80 millones de libros impresos en el mundo.
Ahora lo que no tenemos son muchos libros novelados acerca de su vida, en unos días espero leer la novela 'La cena sagrada' del español Javier Sierra y la novela en inglés titulada 'A comedy or murders', de George Herman, veremos sí de esos libros puedo sacar algo que me ambiente la época y el modo de vida. Además quiero agradecer a Michel White la biografía titulada “Leonardo the first scientist' libro del que traduje algunas ideas para esta nota.

Antes que el día despunte, el búho canta malhumorado. Vuela tratando de superar el viento que sopla en contra. Agudiza su vista y enfila hambriento sus garras para atrapar un ratón que se trata de escabullir entre la maleza. El hombre ha caído rendido en un rincón de la sala donde muchos restos humanos están regados por doquier.

Sunday, August 7, 2011

Los clones donantes de Ishiguro en la pantalla.


Vi la película “Nunca me abandones” fastidiado. ¿En qué momento los personajes se rebelan contra su condición y deciden vivir la vida que necesitan y deben vivir? Me pregunté. Sino hubiese escuchado las palabras del escritor Kazuo Ishiguro, no podría dar una respuesta y me estuviera sintiendo como me sentí al momento de terminar de ver la historia llevada a la pantalla.
Hay algunos comentarios que dicen que la película es superficial, romanticona y que no aborda en sí todo el tema tratado por el escritor, que es sólo un intento comercial de poner la historia en imágenes y vender. No lo sé, quizas ese sea el presupuesto con el que contaban. ¿Por qué no darles el beneficio de la duda?. Lo que hay que recordar es que una novela se hace cuento cuando se convierte en film, además, hay que recordar que un film es otra “media”. Bueno, el asunto de novela que se convierte en cuento es un tema que trataré de responder en otra ocasión. Lo cierto es que Ishiguro quedó complacido con el guión y con lo que se filmó.
En la novela, Ishiguro dice que trató de responder -a su manera- las preguntas que siempre tienen ocupadas las mentes de muchos.¿Quiénes somos, de dónde venimos y hacía dónde vamos? Todos vamos hacía la muerte y por mucho que hagamos terminaremos como todos los seres humanos estamos condenados a terminar. Por esa razón, sus personajes aceptan su condición y deciden no revelarse. Morirán de todas maneras, cumpliendo su “misión”.
La historia de Ishiguro cuenta la historia de un grupo de clones que viven en Londres al inicio de la década de los 70. Inglaterra ha logrado un desarrollo médico sorprendente y sus ciudadanos ya no sufren de cáncer u otras enfermedades que terminarán muy temprano con sus vidas. Para ayudarlos a enfrentar algunos males tienen -incluso- un programa de clonación humana con fines de ayuda. Es en el mundo de los clones donde Ishiguro pone sus ojos y su pluma para contarnos qué ocurre ahí, quiénes pueblan ese espacio y bajo qué normas.
Antes de sumergirme en la historia deseo decir algo adicional. Pienso que el lado japonés de Ishiguro jugó mucho en lo que percibió al momento de narrar su historia. La misma que según los críticos es una historia de ciencia ficción atípica y se mueve en un universo alternativo. Su respeto shintoísta por los lugares sagrados y su cercanía al mundo budista creo que le da a Ishiguro algún tipo de facilidad para 'moverse' en este mundo: “los seres humanos hemos venido a servir y dar para cumplir con nuestra misión de vida”, dice la enseñanza budista. (La cristiana también, pero como que la hemos olvidado). Además, Ishiguro es un escritor japonés de nacimento, aunque es un ciudadano inglés desde 1982. Llegó a Inglaterra en 1959 luego de abandonar su natal Nagasaki, cuando apenas tenía 5 años y no participó de la reconstrucción de su bombardeado pueblo. Por esta razón es visto con algunas reticencias por sus paisanos japoneses.
(No es fácil sentirse francés, siendo peruano. Uno se siente un apátrida y se mueve entre dos mundos, lo ha dicho mejor el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro).
Volvamos al punto. Los clones de 'Nunca me abandones' tienen también esa misión: “dar felicidad y vida para cumplir con su papel en el mundo”. No voy a hablar de la novela, pero sí contaré lo que vi en la película, la misma que por cierto se basa en lo narrado por el escritor anglo-japonés. La adaptación de la novela la hizo el escritor y guionista inglés Alex Garland, el mismo de 'Sunshine'. Mark Romanek fue el encargado de dirigirla en el 2010. Tiene en sus roles principales a los actores Carey Mulligan, Keira Knightley y Andrew Garfield.
Luego de condensar la historia, pues cuenta el guionista que la leyó en más de dos oportunidades, centró aún más la historia de los tres de personajes: Kathy, Tommy y Ruth y dividió la misma en tres etapas, la primera que cuenta la vida de la escuela Hailsham, la segunda en el Cottage o complejo residencial donde se contacta a los clones con el mundo externo y el tercero con la adultez y el momento del final de sus vidas, que no es nada más que el hecho de comenzar a donar paulatinamente sus órganos requeridos.
En la escuela, no se les enseña a los niños ninguna cosa que sirva para vivir, sólo se pone especial énfasis en el desarrollo del arte y la poesía. Hailsham es una institución educativa que vive de la ayuda de algunas personas 'caritativas' y la dirige la señora Emily, papel que le tocó interpretar a la talentosa actriz francesa Charlotte Rampling (me encantaría volver a ver 'Portero de noche', donde ella interpreta a una sobreviviente judía de un campo de concentración quien -al final de la Segunda Guerra mundial- se encuentra con su captor y abusador nazi, este último es ahora un eventual portero de un hotel parisino. A Rampling le ha tocado interpretar ahora papeles un tanto oscuros, la recuerdo también en 'La profesora de piano').
En el colegio los niños no son incentivados a ponerse en contacto con sus emociones primarias, alguna vez Kathy cree ver llorar a la Madame y se sorprende y pregunta, por qué ocurre lo que ve; aunque los chicos se enamoran o creen sentir algo cercano a eso. El detalle amoroso es lo que da pie al inicio de un triángulo entre Kathy Tom y Ruth, que luego pasará a resolverse. En una pequeña feria escolar con fichas como monedas, Tom regala a Ruth un cassette con la canción titulada 'Song after dark', la misma que la canta Judy Brigwater y da titulo a la película con un verso del tema que dice “Nunca me abandones” (Never let me go). Es en el colegio donde reciben la noticia que les da cuenta de su misión en la vida: donar sus órganos.
Cuando salen de la escuela deben pasar por el Cottage, un complejo residencial donde se deben contactar con el mundo externo. En el lugar están antiguos estudiantes de Hailsham que ayudan a los nuevos. Ese cambio asusta a los recién llegados quienes un día se aventuran a salir de su espacio para explotar el mundo como tal, llegan a un restaurante y no saben qué pedir, ni cómo pedir lo que desean servirse. Al enfrentar este mundo es donde los personajes comienzan a cuestionar su identidad: quiénes somos, de dónde venimos. La respuesta la da Ruth: 'venimos de la escoria humana, de allí nos copiaron. Somos el calco de prostitutas, rufianes y desamparados, sólo estamos aquí para donar'. En el Cottage es donde la relación de Ruth y Tom se hace más carnal (hay sexo, pero sin procreación, es lo que plantea Ishiguro en su “mundo ficcional”), pero es donde Tommy descubre que es a Kathy a quien verdaderamente ama. En el Cottage, una pareja de amantes que llegó antes comenta a los tres personajes que se les puede extender un plazo adicional para disfrutar de su unión y posponer su “misión” de donar, si dan una buena prueba de su 'amor verdadero'.
En la edad adulta es cuando los personajes deben comenzar con las donaciones necesarias para las personas que lo necesitan. Es también cuando los personajes se han separado, por un lado van Ruth y Tom, mientras que por el otro va Kathy sola. Tom ha comenzado a donar antes que todos, Kathy descubre que Ruth esta en el hospital donde debe iniciar su trabajo de cuidado de los donantes y es allí donde descubre que a su amiga le esta yendo muy mal. Es Ruth quien pone a Kathy en contacto con Tom. Ruth como en un acto de bondad final le dice a Kathy que siempre estuvo al tanto del 'verdadero amor' que sentia ella hacía con Tom y decide ayudarles. Ruth le da a Kathy la dirección donde les pueden extender el plazo para donar, aunque ya Tom ha iniciado su misión. Al llegar a la dirección dada, Kathy y Tom descubren que han llegado a la casa de Madame, quien a su vez vive con Emily, la directora del colegio Hailsham, esta última les comunica que han cerrado el programa por falta de ayuda y fondos. Entonces ellos deciden pedir que se les alargue el plazo para donar, pues viven un 'verdadero amor' y Tom se ha desarrollado como un verdadero artista, aunque en secreto. (Si tienen oportunidad de ver los dibujos que viene en los extras del DVD se van a quedar encantados con el trabajo. Se le pidió al artista que se volcara a buscar en su interior, cómo se expresaría un clon que desea vivir y el resultado fue genial; uno de los dibujos acompaña esta nota). En la cita Emily y Madame comunican a Kathy y Tom que con el trabajo artístico ellos sólo trataban de ver sí los clones tenían alma. ¿Tienen los clones espíritu? Esta es una parte muy importante en la actuación de los actores, pues por un lado se ve el esfuerzo por vivir en la cara de Tom, Kathy se ha vuelto escéptica, Emily se muestra fría, ya ha racionalizado hace mucho el papel de los clones y su función en ese mundo y la Madame se ve consternada, hay que recordar que ha dejado correr algunas lágrimas cuando ha constatado cómo esos niños van creciendo y se van haciendo seres humanos racionales, aunque este último detalle no lo encontrarán en el film, pero es el guionista quien ha dado cuenta del corazón compungido de la curadora de arte. Sin embargo, el contraste expresivo dice todo: los clones resultan siendo más humanos. ¿Sera qel sufrir es mas humano?
Ruth enfrenta la última donación y no puede ver cuando los doctores de ese mundo extraño le extirpan el hígado para salvar una vida. Es una máquina de rasgos vitales en la sala de operaciones que da cuenta de su último suspiro. Tom debe enfrentar luego su cuarta donación, que será sin duda la última. La película termina cuando Kathy empieza a completar su misión en su vida: donar sus órganos.
Sí uno ve esta película sin conocer este pequeño comentario, no hablo sólo del que estoy terminando, sino de otros que abundan en internet, concluirán quizás renegando de lo que vio, pero sí nos metemos más a investigar el tema, nos daremos con temas preocupantes, pues demandan de una moral alternativa, si existe, y de una ética que demandará un gran esfuerzo colectivo a futuro. Los seres humanos tenemos la tendencia a racionalizar todo: 'sí necesito un riñón (ojalá nunca requiera un transplante) no importa, deseo vivir, aunque tú te mueras'. Tú ¿qué opinas?

Tuesday, August 2, 2011

El mercado de los órganos humanos.


“Hay un individuo en la playa, no puede caminar, esta tirado en la arena, se siente mareado, tiene un corte enorme a la altura del riñón izquierdo”, ese es el diálogo policial que se escucha en las radios de onda corta.
Los periodistas 'paran las orejas'. Son apenas las 06.00 a.m de un miércoles de invierno. La policía pide una ambulancia, los bomberos y sus paramédicos se ponen en acción y hacía el lugar precisado fuera de la ciudad se lanzan también los periodistas para lograr la primera noticia al despuntar el alba.
El individuo fue reportado desaparecido el lunes en la mañana, se dice que estuvo bailando el sábado en una discoteca toda la noche. No llegó a casa de sus padres con quienes debió almorzar el domingo, era un acuerdo por ser el cumpleaños de la madre. El domingo nunca contestó el teléfono celular. El individuo es soltero, deportista, bailarín y mujeriego. El sábado abordó a dos chicas, bailó con ellas en la discoteca '1R2', bebió como si fuera su santo. Al promediar las 4.00 de la madrugada salió con sus acompañantes. En el trayecto se quedó dormido. Había caído en las garras de “las gallinas del clan”, bellas morenas que usando sus atributos físicos, seducen a los incautos, les proponen una noche inolvidable y en el lícor de sus víctimas sueltan un somnífero que los deja noqueados hasta que un médico sin escrúpulos o un enfermero muy bien entrenado les quita un riñón que termina siendo vendido en el mercado negro, donde siempre hay alguien esperando un órgano compatible para que -tras un trasplante- salve su vida. Los incautos son abandonados en parajes desiertos, algunos no han podido sobrevivir para contar su historia.
Lo que leen no esta escrito en el libro titulado “The red market” , escrito por el periodista estadounidense Scott Carney. El tiene sus propias historias que las fue investigando en India, China , Bangladesh y otros países, tratando de explicar cómo es el tráfico 'comercial' de algunas partes del cuerpo humano, que no sólo tiene que ver con órganos, huesos, sangre y embriones, sino también con niños que nacen de las entrañas de mujeres que alquilan su vientre y viven bajo el cuidado de especialistas en una clínica muy bien montada y gozando de una legalidad conferida.
Scott Carney es un especialista en el tema, tiene una página web interesante, donde aborda temas que para muchos podrían parecer surrealistas. Es editor de una revista muy combativa e incluso es consultor de National Geographic. Vivió alrededor de una década en la India y es donde más se documentó para escribir su libro que tiene un comienzo interesante, pero se vuelve brutal. Es un trabajo valiente, descarnado y necesario para tratar de entender uno de los negocios más antiguos del mundo. La venta de huesos en la India tiene 200 años de práctica. Por sí lo encuentran interesante, la mayoria de esqueletos de las facultades de medicina de las universidades estadounidenses vienen de la tierra de Gandhi (sí él lo hubiese sabido, se habría dolido).
El tráfico de órganos y otras partes del cuerpo humano mueven cifras incalculas, se habla de billones de dólares. El 90 por ciento del mismo se puede considerar “okey” (uso la palabra de Carney, la misma que suena mordida, como que uno va haciendo un gesto no sólo con la boca, sino con toda la cara). En el caso de los riñones se dice que un 10 por ciento de dichos órganos tiene un movimiento ilegal. La ilegalidad de los cuerpos y órganos no es de ahora, se remonta hasta la época de los faraones egipcios, incluso pasa por el renacimiento y de alguna manera toca a los grandes artistas como Leonardo Da Vinci.
Los escritores han sacado grandes historias de este tema. Naguib Mahfouz, en su clásica novela “El callejón de los Milagros”, tiene una historia de traficantes de cadáveres en la sociedad musulmana de El Cairo contemporáneo. El chileno Roberto Bolaño tiene un cuento magistral en la India de hoy, donde lo ancestral y lo místico se mezcla con la brutalidad, la pobreza y la ignorancia. “El ojo Silva” tiene algo que ver con el periodista Scott Carney, guardando las distancias, claro. Ambos se mueven en ese mundillo escondido, perverso e irracional, tratando de contribuir con algo mejor.
Scott Carney dice que en una zona de la India, castigada por un tsunami -Kidneyvakam o Villa del riñón-, 80 mujeres pobres vendieron su respectivo órgano para sobrevivir, entre los años 2004 y 2007. Se dice que cada mujer obtuvo con la venta de su riñón tan sólo US $ 800.00 dólares estadounidenses. Cuenta, además, que en New Delhi, una mujer tuvo que vender su riñón para poder pagar los gastos de hospitalización de su hija joven que había tratado de suicidarse tomando un pesticida. El dinero le sirvió para pagar todo el gasto que demandó el tratamiento. ¿Qué no haría una madre por salvar a su hija?.
En la India, para algunos, la única esperanza de vivir está en la transacción económica que puedan hacer al vender uno de sus riñones. Hoy en la India te pueden hacer un trasplante de riñón por menos de la mitad del costo que se requiere pagar en cualquier ciudad de los Estados Unidos.
La India tiene el récord de trasplantes de riñon, 400 riñones han sido colocados en el cuerpo de igual número de personas en el lapso de tres años. Un dato adicional, la India tienen también la mayor cantidad de casos de diabetes reportados en el mundo. El problema ha dado oportunidad para generar otros negocios, algunos ilegales, claro está, como el que se dio en una zona India, cerca de la frontera con Nepal, donde un grupo criminal raptaba personas que viajaban en los buses para llevarlos a una zona donde los tenían recluídos, sacándoles la sangre dos veces por semana. “La factoria de la sangre”, fue el título que se ganó este lugar, donde se encontraron a 17 personas a quienes se les practicaba una suerte de ordeño humano. Teniendo en cuenta que la sangre se regenera, un individuo puede donar la misma varias veces, incluso en países pobres ese es un mecanismo que han encontrado algunos para pagar sus recibos mensuales.
En Pakistán, cuenta Scott Carney, existe un hospital muy conocido, donde no sólo te ofrecen un riñón, sino dos sí son necesarios en el período más breve posible, incluso te pueden realizar el trasplante necesario en dicho lugar, pues cuentan con todos los adelantos médicos requeridos.
Hace algunos años, un estadounidense viajó a la China para lograr obtener su ansiado riñón que lo salvó de morir. Tuvo que viajar de inmediato porque el donante iba a ser ejecutado cumpliendo una orden judicial, pues se trataba de un caso politico y sus partes se iban a rematar entre quienes lo necesitaran.
Existe una versión negada por el gobierno chino que da cuenta de la ejecución arbitraria de los pacifistas y miembros religiosos del grupo Falun Gong a quienes no sólo se les retira el riñón, también se les extirpa las córneas y el hígado.
Aquí no acaba el tema, en la India hay un programa de turismo médico y la clínica más conocida es la de Akanksha Infertility Clinic donde jóvenes gestantes son cuidadas por 9 meses para alumbrar bebes que son entregados a padres ricos, quienes llegan a pagar por el recién nacido sumas que van desde los US$15 mil a los US $ 20 mil dólares estadounidenses. Las gestantes son trabajadoras que reciben un pago significativo por su trabajo.
En una zona de la India, están también las mujeres mas fértiles del planeta, ellas son las donantes de embriones que luego se fertilizan in vitro por sumas que van de US S 8 mil a US $ 14 mil dólares estadounidenses. Todo esto suena extraño, incluso inhumano. Hoy se esta hablando de clonar seres humanos para tomar sus órganos, células, huesos y córneas. Dicen que el escritor japonés Kazuo Ishiguro escribió una novela al respecto, se titula “Never let me go”, iré a la biblioteca para ordenarlo y leerlo, ojalá lo tengan. Después pasaré a hacer un comentario, se los prometo.